Líderes y partidos de la oposición en Brasil, así como organizaciones civiles, responsabilizaron este viernes al presidente Jair Bolsonaro del colapso sanitario que sufre Manaos, mayor ciudad de la Amazonía y que se quedó sin camas y sin oxígeno para los pacientes con la covid-19, y convocaron a protestas.

Las críticas al líder de la negacionista ultraderecha brasileña las encabezaron el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, y el popular presentador de televisión Luciano Huck, que son considerados como posibles rivales de Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022, pero las secundaron algunas organizaciones sociales.

Las manifestaciones de condena al jefe de Estado se multiplicaron luego de que el presidente calificara como "terrible" la situación de Manaos pero alegara que el Gobierno ya había hecho su parte.

"Nosotros estamos siempre haciendo lo que hay que hacer. Problema en Manaos, terrible el problema allá. Pero nosotros hemos hecho nuestra parte, (con) recursos y medios", afirmó el mandatario al dar a entender que el colapso hospitalario sería responsabilidad del Gobierno regional de Amazonas y del municipal de Manaos.

La mayor ciudad de la Amazonía enfrenta una grave situación sanitaria debido al número récord de hospitalizaciones por la covid-19 y de entierros de las víctimas de la pandemia, que agotaron la capacidad de las centros médicos, y a que los hospitales se quedaron sin oxígeno para los pacientes conectados a respiradores mecánicos.

El Gobierno tuvo que lanzar una campaña para trasladar a otras ciudades al menos 235 pacientes con la covid-19 hospitalizados en Manaos y para enviar cilindros de oxígeno a la ciudad amazónica en dos vuelos diarios realizados por aviones militares.

Ello no evitó que este viernes se repitieran el caos y las escenas de correrías en hospitales, médicos desesperados y agotados, cementerios desbordados y familiares de pacientes implorando por oxígeno o comprándolo en el mercado negro.

Doria, que desde el inicio de la pandemia viene criticando a Bolsonaro por su negacionismo sobre la gravedad de la pandemia, afirmó este viernes que el presidente puede ser acusado de genocidio y pidió una inmediata reacción del Congreso.

"Leí una manifestación en la que el presidente Bolsonaro dijo que había hecho todo a su alcance y que el problema ahora era del estado de Amazonas y de la alcaldía de Manaos. Eso es increíble. En otro país a eso ya lo hubieran calificado como genocidio. El mandatario abandonó a los brasileños", dijo Doria.

"El negacionismo está gobernando el país, pero es la hora de que reaccionemos, de que la sociedad civil reaccione, así como la población, la prensa, el Congreso y quien pueda ayudar. ¿O es que vamos a admitir eso por meses y a creer que es normal y que la ideología del negacionismo es aceptable?", agregó el gobernador, que disputa con Bolsonaro el liderazgo en el campo conservador.

Luciano Huck, señalado como un posible candidato presidencial de centroderecha que puede poner fin a la actual polarización del país entre Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, también culpó al presidente por el colapso en Manaos y convocó a los brasileños a protestar con cacerolas en la noche de este viernes.

"Estoy movilizado desde ayer para ver cómo podemos ayudar. La sensación que tenemos es que las personas en Amazonas se están sintiendo asfixiadas -los pacientes de hecho lo están-. Y a los que estamos por fuera nos queda esa sensación de impotencia de estar con las manos atadas", dijo el presentador en sus redes sociales.

"Voy a volver a dejarlo claro. Esto es consecuencia, sí, de la irresponsabilidad, de la falta de coordinación, de la falta de respeto, de la negación a la ciencia, y de todos los absurdos y locuras que estamos viendo, oyendo y leyendo de las autoridades brasileñas", agregó Huck al convocar a los brasileños a que protesten con cacerolazos en la noche de este viernes.

Las mismas protestas fueron convocadas por los movimientos "Vem pra rua" (Ven a la calle) y MBL (Movimiento Brasil Libre), grupos que fueron responsables por las multitudinarias manifestaciones que hicieron templar al Gobierno de Dilma Rousseff en 2013.

LA IZQUIERDA TAMBIÉN SE LEVANTA CONTRA BOLSONARO

El opositor e izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) fue el más severo de los críticos a Bolsonaro y defendió que se le abra un juicio político con fines de destitución por su responsabilidad en el colapso sanitario en Manaos.

El PSOL dijo igualmente que presentará una denuncia ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que el líder ultraderechista sea obligado a ofrecer explicaciones públicas y mundiales por la crisis de abastecimiento de oxígeno en Manaos y por la recomendación a los brasileños de que traten la covid con medicinas sin eficacia comprobada.

EFE