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Renuncias en serie en Centro de Matemática de Facultad de Ciencias por sanción a Sambarino

El director del CMAT reconoció su “fracaso en poder transmitir la violencia” con que “la Facultad ha tratado” al colectivo docente.

29.08.2022 20:51

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2022-08-29T20:51:00-03:00
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Montevideo Portal

El profesor Martín Sambarino, docente grado 5 del Centro de Matemática de la Facultad de Ciencias (CMAT) de la Universidad de la República (Udelar), fue denunciado por acoso sexual en setiembre de 2019 por una ex estudiante de posgrado y actual doctora en Matemática, lo que motivó un sumario administrativo que ha culminado tres años después. “El Consejo de Facultad de Ciencias resuelve: 1) sancionar al profesor Martín Sambarino con una suspensión de seis meses sin goce de sueldo; 2) notifíquese personalmente”, expresa la resolución firmada este mes. El documento no hace referencia a acoso sexual, la supuesta conducta por la que se inició la investigación.

El Consejo de Facultad de Ciencias está integrado por 12 personas: la decana, cinco miembros electos por el orden docente, tres por el estudiantil, y tres por el de egresados. La decana de Ciencias, Mónica Marín, propuso una suspensión de tres meses y medio para Sambarino, en busca de un consenso que no alcanzó. Luego, estudiantes plantearon aumentar la pena a seis meses, lo que fue apoyado por egresados y una representante de los docentes. De esta manera, la sanción se aprobó por siete votos en 12.

Tras la resolución, la mayoría de los integrantes del Consejo Directivo de la CMAT presentaron su renuncia, entre ellos, el director del colectivo académico. “Quien suscribe, en su calidad de director del CMAT, solicita al consejo de la Facultad de Ciencias acepte su renuncia a dicho cargo por diferencias irreconciliables con el manejo de la Facultad”, dice Rafael Potrie en la carta dirigida al consejo, fechada el 10 de agosto.

“Reconozco mi fracaso en poder transmitir a ustedes la violencia con que entiendo la Facultad ha tratado a nuestro colectivo y a varios de los individuos que lo integramos. Deseo que sean capaces de encontrar personas más capaces de llevar adelante la tarea que yo fui incapaz de realizar y, de esa manera, poder rearmar una comunidad académica duramente golpeada. Es una comunidad que aprecio y valoro enormemente, con mucha gente sumamente valiosa y a la cual espero poder aportar desde otros lugares”, dice la misiva a la que accedió Montevideo Portal.

Luego de la renuncia del director, llegaron otras dimisiones de integrantes de la directiva del CMAT, el encargado de dictar clases de Matemática en todas las carreras de la Facultad de Ciencias. El CMAT cuenta con un plantel docente de más de 40 integrantes y cumple funciones de enseñanza, investigación y extensión en la materia.

Las renuncias

Además de Potrie, renunciaron tres delegados del orden docente a la Comisión Directiva del CMAT (Mariana Haim Vásquez, Iván E. Pan y Verónica De Martino) y tres suplentes (Javier Perazza, Diego Armentano y Alejandro Passeggi).

“Mi decisión de abandonar la tarea de manera anticipada se basa en una serie de decepciones sobre la manera de actuar de la Facultad en diversas ocasiones durante los últimos años, de las que fui testigo como funcionaria, como compañera docente, como integrante de la Comisión Directiva y como coordinadora de la Comisión Asesora en Asuntos de la Enseñanza (a la cual también renunciaré en estos días)”, expresa Haim Vásquez en carta enviada al Consejo de Facultad de Ciencias el 11 de agosto. Además, deja constancia de su “apoyo incondicional a la gestión de Rafael Potrie como director durante este último año”, a quien le está “enormemente agradecida”.

Armentano fundó los motivos de su renuncia en “el clima generado en la Facultad de Ciencias en estos últimos años”, el que le hace sentir “no capacitado para poder representar” al colectivo docente. Como en otras cartas de renuncia a las que accedió Montevideo Portal, deja constancia de su “apoyo y solidaridad” a Potrie.

La moción que naufragó

Los docentes que presentaron su renuncia al CMAT estaban representados por consejeros que habían propuesto una moción alternativa a la que se aprobó en el Consejo de Facultad de Ciencias. El texto, que logró cuatro votos entre los 12 consejeros, proponía determinar que del sumario “no se desprende un accionar ilegítimo por parte del profesor Martín Sambarino ya que no se ha comprobado la existencia de acoso sexual, por lo cual no se ha configurado la falta administrativa que dio lugar al sumario”.

Esta moción ponderaba el dictamen de la Asesoría Letrada de la Oficina Nacional de Servicio Civil, el que determinó que “no se han comprobado en estos obrados los hechos objeto de la denuncia que diera motivo al procedimiento disciplinario, no habiéndose configurado falta administrativa que amerite una sanción”.

También recordó lo dictaminado por la Comisión Nacional del Servicio Civil: “Que no se ha comprobado en estos obrados que los hechos objeto de la denuncia, que diera motivo al procedimiento disciplinario resulten calificables como ilegítimos a la luz de la normativa vigente ni tampoco la culpabilidad de aquel a quien se le imputa la comisión de una falta administrativa, la cual debe ser probada de manera efectiva, lo que es carga de la administración pues de otro modo se avasallaría la presunción de inocencia”.

La mayoría de los representantes docentes en el Consejo de Ciencias destacó además su coincidencia con lo expresado por el abogado y catedrático Martín Risso, quien, en un informe elaborado a pedido de Sambarino, advirtió que “la perspectiva de género, el combate a la discriminación, acoso o violencia contra la mujer no puede tener por consecuencia la destrucción de los derechos y garantías de otras personas”. Risso alertó incluso que, “si se admitiera esto, sería el fin del sistema de derechos humanos”.

Sin embargo, esta moción no prosperó. En cambio, logró la mayoría —y se convirtió en resolución— la sanción al docente grado 5.

La suspensión

El Consejo de Facultad de Ciencias resolvió suspender por seis meses a Sambarino sin goce de sueldo por siete votos en 12 y en base a cuatro argumentos (o “considerandos”).

En primer lugar, el Consejo por mayoría considera que “los hechos denunciados por la estudiante de posgrado se inscriben en una relación asimétrica de poder que se expresa en el vínculo docente-estudiante enmarcado en estructuras institucionales jerárquicas”.

En segundo término, el Consejo plantea en la resolución que “en la relación docente-estudiante, los límites de las conductas están definidos en los roles diferenciales y asimétricos de los integrantes de ese vínculo”, y agrega que “esos roles se mantienen no solo en la institución en la que se inscribe la relación, sino también fuera de ella”.

“En ese contexto —expresa el Consejo en tercer lugar— se considera que el profesor Sambarino tuvo conductas inapropiadas, las cuales fueron acreditadas y descriptas en el procedimiento sumarial instruido y de acuerdo a los informes sumariales respectivos”.

Por último, los consejeros consideran que “en la relación docente-estudiante, las conductas de referencia obstaculizaron el derecho a trabajar y estudiar en un ambiente seguro, respetuoso y libre de discriminación, y configuran incumplimiento de los deberes de respeto y probidad consagrados en normas nacionales e internacionales”.

“Lo político y lo ideológico”

Ana May Zubiría, una de las abogadas de Sambarino, considera que el fundamento de la sanción es “político e ideológico”, y que, por lo tanto, el proceso ha estado “viciado” y debe anularse.

La abogada plantea que el Consejo sancionó al profesor por “una conducta inexistente”, puesto que “no te puedes basar en leyes nacionales e internacionales y no nombrarlas”.

“¡Está probado que no hubo acoso!”, dice May Zubiría, y destaca que a esta conclusión llegaron Risso, la abogada consultora Marina Morelli Núñez, la Asesoría Letrada de la Oficina Nacional de Servicio Civil y la Comisión Nacional del Servicio Civil. “Entonces, como es una cuestión política e ideológica, sancionan una conducta que no está determinada ni mencionada en ninguna ley”, dijo May Zubiría a Montevideo Portal.

Un argumento similar planteó Sambarino en una carta pública difundida en mayo. “Quieren adjudicarme un perfil acosador; investigarme por A y condenarme por B”, aseguró entonces.

Su abogada insiste en este punto: destaca que el sumario fue iniciado hace tres años por una denuncia de acoso y la resolución del Consejo de Ciencias no menciona esa palabra. “Es inconcebible cómo algunos medios están instalando algo que no es. Han titulado que a Sambarino lo sancionaron por acoso, cuando, no solamente la moción ni lo dice, sino que está probado que no hubo. Tanto es así que, Servicio Civil, Morelli, Risso y la decana de Derecho [Cristina Mangarelli] lo dicen. Tanto es así que el CDC [Consejo Directivo Central de la Udelar] no lo menciona. Tanto es así que la moción ni habla de acoso. La moción es una vergüenza per se, por la falta de rigurosidad legal y la falta de encuadre de una conducta atípica, no investigada y no sancionada en ninguna ordenanza, reglamento o ley. Tan es así que ni siquiera mencionan alguna”, dijo May Zubiría.

La abogada agregó que “los medios se rasgan las vestiduras diciendo que informan la verdad, y publican una fake news grande como una casa”, y, en ese sentido, sostuvo que “hacen todo lo que en el primer mundo están tratando de penalizar, como titular una nota con una información que difiere con el contenido, buscando el clickbait”.

“Hay que cortar con la hipocresía: acá hay un chivo expiatorio que cada uno de los intervinientes utilizó para sacar provecho, sea para buscar una reelección o conseguir desplazar al rector/decana de turno y/o ponerse en carrera, sea para cobrar venganzas propias que nada tienen que ver con la denunciante Adriana Da Luz, sea proyectarse como descubridora de prácticas inexistentes buscando quién sabe qué premio internacional, o seguir acumulando más poder en la Udelar. A nadie le interesa si es verdad o mentira, aunque está probado que es mentira, porque solo buscan su propio beneficio”, estimó la abogada.

May Zubiría se preguntó por qué “a nadie le llama la atención que María Simón”, ministra de Educación y Cultura entre 2008 y 2010, y actual decana de Facultad de Ingeniería, “feminista desde siempre, haya tomado la posición que tomó”, que fue votar contra la destitución de Sambarino en el CDC.

Decisión dividida

En el CDC de la Udelar, la moción para destituir al docente —presentada por el Consejo de Ciencias en octubre de 2021— sumó siete votos en 20, por lo que no logró la mayoría necesaria.

Foto: Gaston Britos / FocoUy

Foto: Gaston Britos / FocoUy

En cambio, el CDC resolvió el 31 de mayo de 2022 que “del proceso sumarial se desprendía la presencia de una conducta inapropiada, con características de falta grave, pasible de sanción”. Luego, el expediente retornó al Consejo de Ciencias para que dictamine la sanción a aplicar. Fue entonces cuando por mayoría se dispuso en Ciencias la suspensión de Sambarino por seis meses sin goce de sueldo.

Su abogada destaca que la única representante de los docentes que votó a favor de la suspensión de Sambarino en el Consejo de Ciencias es suplente del orden, por lo que advierte que se distanció así de la decisión que el colectivo adoptó en mayoría.

“¿A nadie le llama la atención que la decana de Derecho, la única del todo el CDC con expertise en el tema, que además es especialista en violencia de género, haya dicho que no hubo acoso ni ninguna falta?”, se preguntó May Zubiría. “¿A nadie le llama la atención que la asesora letrada de Servicio Civil diga que el proceso fue un atropello, sin las mínimas garantías para el denunciado, y que no hay ninguna falta? ¿La Udelar estará actuando corporativamente, además de tratar de conservar su cuota de poder?”, insistió.

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