La decisión de la jueza británica Vanessa Baraitser "confirma los muy peligrosos argumentos que usaba como base la acusación estadounidense, lo que en la práctica criminaliza el periodismo en temas de seguridad nacional", señaló el relator en un comunicado.
El dictamen "sienta un alarmante precedente, negando en la práctica a los periodistas de investigación la protección de la libertad de prensa, y abriendo el camino a que sean juzgados por espionaje", añadió, recordando los documentos que Assange reveló sobre la intervención de EEUU en las guerras de Irak y Afganistán.
Baraitser denegó ayer lunes la extradición al considerar que Assange podría quitarse la vida si es procesado en EEUU, pero descartó otras razones presentadas por los abogados del australiano, quienes sostenían que el caso tenía "motivaciones políticas" y su defendido por ello no tendría un juicio justo.
El relator Melzer insistió en que "en EEUU, Assange sufriría condiciones de detenciones ampliamente reconocidas como tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes" y recordó que en el país norteamericano podría ser condenado a una pena de hasta 175 años de prisión "bajo condiciones inhumanas de casi total aislamiento".
Con información de EFE