Dieciocho funcionarias fueron despedidas del penal HMP Berwyn, una cárcel situada en Gales y que es la mayor del Reino Unido. Las expulsiones se produjeron después de que una investigación descubriera que las guardias tenían relaciones sexuales frecuentes con los reclusos que cumplían condena allí. Las autoridades del sistema carcelario señalaron que hay registros de que los casos ocurrieron durante al menos seis años.
La administración, a su vez, dio a conocer los nombres de las funcionarias involucradas y detalló que al menos tres de ellas fueron arrestados como resultado de relaciones inapropiadas. Además, una de ellas ingresó a escondidas un celular para su amante. El aparato tenía fotos íntimas, y la mujer recibió del recluso 150 libras (algo más de 7.000 pesos) como pago, según informa el portal de noticias UOL.
La crónica divulgó asimismo otros de los casos confirmados por las autoridades. Por ejemplo, uno de los presos involucrados es un narcotraficante, otro purga condena por asalto a mano armada y un tercero se encuentra tras las rejas por atropellar y matar a un peatón.
La prisión donde se produjeron los hechos es gestionada por una empresa privada y ya había sido objeto de acusaciones por parte del presidente de la Asociación de Oficiales de Prisiones, Mark Fairhurst, quien criticó la adjudicación.
El jerarca aseguró que la firma adjudicataria no evalúa factores importantes para sus responsabilidades, y acusó al presidio de reclutar al personal a través de videoentrevistas por Zoom, sin llevar a cabo pruebas de aptitud física o psicológica.