El ejército israelí admitió este sábado que los tres rehenes abatidos “por error” por sus soldados en Gaza ondearon una bandera blanca y pidieron ayuda en hebreo, tras dar a conocer los primeros elementos de su investigación sobre este incidente que provocó protestas en Tel Aviv.
Las víctimas, Yotam Haim (28 años), Alon Shamriz (26) y Samer El Talalqa (25) murieron durante operativos en un barrio de Ciudad de Gaza, según el ejército.
Los tres figuraban entre los alrededor de 250 personas secuestradas por milicianos islamistas durante el ataque sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre, que dejó 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás e inició una ofensiva en la Franja de Gaza, que se extiende ahora a todo el territorio, incluido el sur donde se hacinan cientos de miles de civiles desplazados.
El Ministerio de Salud de Gaza, gobernado por el movimiento islamista desde 2007, afirma que los bombardeos israelíes han causado al menos 18.800 muertos hasta ahora, un 70% de ellos mujeres, niños y adolescentes.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, explicó el viernes que durante combates en Ciudad de Gaza, las tropas “identificaron por error a tres rehenes israelíes como una amenaza y como resultado, los soldados dispararon hacia ellos”.
“Llamada de auxilio en hebreo”
Según los primeros elementos de la investigación, los rehenes aparecieron con una bandera blanca improvisada, en un sector donde las tropas sufren numerosas emboscadas.
“Uno de los soldados les vio aparecer. No llevaban camiseta y sujetaban un palo con una tela blanca”, pero el soldado se sintió amenazado y disparó, declaró el sábado un responsable militar a los periodistas.
“Dos [de los rehenes] murieron en el acto, otro resultó herido y corrió hacia el edificio”, añadió esta fuente, que precisó que después los soldados “escucharon una llamada de auxilio en hebreo”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la muerte de los rehenes como una “tragedia insoportable”.
Tras una primera protesta el viernes, familiares de rehenes se concentrarán de nuevo el sábado en Tel Aviv para pedir la liberación del resto de cautivos.
“Me estoy muriendo de miedo. Exigimos un acuerdo ya”, declaró Merav Svirsky.
Un acuerdo de tregua, mediado por Catar, Egipto y Estados Unidos, permitió a finales de noviembre una pausa de los combates de una semana y liberar a más de 100 rehenes a cambio de 240 palestinos encarcelados en Israel.
Actualmente, aún quedan 129 rehenes en Gaza.
Tras el anuncio de la muerte de los tres rehenes, la web de noticias Axios informó que el director del Mosad, la agencia israelí de inteligencia, David Barnea, tiene previsto reunirse el fin de semana en Europa con el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, para contemplar una segunda fase de tregua que permita liberar a más retenidos.
“Combates encarnizados”
La ONU y ONGs describen las condiciones de vida en la sobrepoblada Franja de Gaza, asediada por Israel desde el 9 de octubre, como una pesadilla. Los civiles palestinos se hacinan en zonas cada vez más reducidas.
Alrededor de 1,9 millones de habitantes (un 85% de su población) fueron desplazados, según la ONU. Muchos tuvieron que huir varias veces, a medida que los combates se extendían por el territorio.
Hamás dio cuenta el sábado de “combates encarnizados” en el sector de Jabaliya (norte), de ataques aéreos y disparos de artillería en Jan Yunis, nuevo epicentro de los combates en el sur del enclave.
En Cisjordania ocupada, donde la violencia se intensificó desde el inicio de la guerra en Gaza, ocho palestinos fueron detenidos en Naplusa, donde el ejército israelí lanzó una operación, informó la agencia de prensa palestina Wafa.
Israel, por su parte, sigue siendo blanco de cohetes lanzados desde la Franja de Gaza.
El sábado se escucharon sirenas antiáreas en Zar’it (norte), donde “un aparato volador”, no precisado, “proveniente de Líbano” fue interceptado, indicó el ejército.
Ante la creciente presión internacional, especialmente de su aliado estadounidense, Israel anunció la apertura “temporal” de un punto para permitir la entrega de ayuda a Gaza por el paso fronterizo de Kerem Shalom.
La medida pretende descongestionar el paso de Rafah, fronterizo con Egipto, único punto de entrada de víveres y medicamentos. Desde el inicio de la guerra, la ayuda entra por este paso con cuentagotas y depende de la autorización de Israel.
Periodista muerto
Además de los civiles, los periodistas también siguen pagando un alto precio en esta guerra.
Un reportero de Al Jazeera murió el viernes. El jefe de la oficina de la cadena en Gaza, Wael Dahdouh, que perdió a su esposa y dos de sus hijos al inicio de la guerra, resultó por su parte herido en el brazo por esquirlas de misil.
“Ayer vino a despedirse [...] No comió nada. Murió con el estómago vacío”, declaró el sábado a la AFPTV, con la voz quebrada por la emoción, la madre de Sameer Abu Daqqa, el periodista de Al Jazeera, que fue enterrado en Jan Yunis.
Más de 60 periodistas y personal de los medios han muerto desde el inicio de la guerra, según el Comité para la Protección de Periodistas.
El fotógrafo Mustafa Alkharuf, de la agencia de prensa turca Anadolu, resultó herido tras ser golpeado por policías israelíes en Jerusalén este, anexionada y ocupada por Israel.
AFP