Marcelo Umpiérrez —el dueño de la whiskería City Night de Pueblo Centenario, acusado como presunto autor de “reiterados delitos de trata de personas en la modalidad de explotación sexual con un delito de tráfico de armas y municiones”— recuperó la libertad el pasado viernes luego de un acuerdo abreviado con la Fiscalía, según confirmó a Montevideo Portal su abogado, Nicolás Ghizzo.

En concreto, el hombre había sido imputado por los delitos anteriormente mencionados con una medida cautelar de prisión preventiva por 120 días, mientras continuaba la investigación. En ese entonces, Ghizzo apeló dicha resolución, pero un Tribunal de Apelaciones terminó ratificándola.

Luego de ese acontecimiento, contó Ghizzo, la defensa pidió una prueba anticipada, un recurso que tiene la defensa para adelantar el proceso y probar lo antes posible su presunta inocencia. La jueza de la causa rechazó ese petitorio, algo que la defensa de Umpiérrez apeló. Un Tribunal de Alzada le terminó dando la razón a Ghizzo y era momento de que las víctimas declararan ante la Fiscalía, quienes habían anticipado que iban a declarar a favor del acusado, según había comentado el profesional del derecho.

“El tema es que a ese punto nunca se llegó porque la audiencia se prorrogó sin fecha a pedido de la Fiscalía”, dijo el abogado a Montevideo Portal, y agregó que pasados los días se logró un acuerdo abreviado, pero solo por el delito de tráfico de armas y municiones. “En un punto se dio cuenta la fiscal que no iba a llegar a ningún lugar porque no iba a contar con ningún tipo de declaración favorable a su teoría. En esa lucha se dio la posibilidad del acuerdo y agradezco la lealtad porque realmente se encontró en un callejón sin salida”, opinó, y agregó que en el abreviado todos los presuntos delitos de trata de personas “se echaron por tierra”.

“La estrategia fue marcar un poco la pauta de la investigación porque estábamos convencidos de la inocencia. Los fiscales tienen un año para deducir acusación a contar desde la fecha de la investigación, si dilatábamos eso él podría haber llegado a estar un año en prisión y nosotros con las mismas pruebas dijimos que no se iba a producir mucha más porque esto había arrancado en escuchas telefónicas y no en una denuncia formal de una trabajadora, entonces teníamos que proponer prueba”, añadió.

La condena tras el juicio abreviado por el delito de tráfico de armas fue de siete meses de prisión, que fueron cumplidos durante la medida cautelar, por lo que el viernes 30 de junio Umpiérrez recuperó la libertad. Además de quedar libre, le devolvieron los documentos y el dinero incautados.

“A fin de cuentas, pudimos lograr probar que las chiquilinas ejercían su actividad absolutamente respetada, no se le vulneraba ningún derecho a la libertad ni ningún derecho en general y que obedecía a una relación de empleador y empleado como en cualquier otra actividad que se desarrolle. Esta tenía la particularidad de que estamos dentro de un contexto de personas que están con un sesgo de vulnerabilidad absoluta, pero acá todas las trabajadoras sexuales afirmaron desde el primer día que Marcelo Umpiérrez las respetaba absolutamente”, indicó.

“Les respetaba la libertad ambulatoria, de trabajo, incluso él tenía algún tipo de diferencia en caso de tener asuntos en la vida personal, a los cumpleaños, a los hijos. Nos llevó siete meses que la Fiscalía lo viera y en un buen momento llegamos a un acuerdo con la Fiscalía donde reconocimos (que lo hicimos desde el primer día) el delito de tráfico de armas de fuego y municiones, y quedó con la condena de eso purgada por los siete meses que estuvo privado de libertad, entonces salió en libertad el viernes con la firma del acuerdo”, concluyó.