A menos de una semana de la toma de posesión del nuevo presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (PT), el equipo que trabaja en su seguridad recomienda que el próximo domingo 1° de enero use un auto cerrado y blindado y no un coche abierto durante el desfile en Brasilia.

La gente del entorno del presidente se resiste a la idea de romper con la tradición y “esconder” al presidente dentro de un vehículo blindado. Ante tal diferencia de opiniones, el entrante mandatario deberá tomar una decisión en breve.

Según informa el periódico O Globo, policías del equipo de seguridad afirman que la bomba encontrada el pasado sábado 24 en el aeropuerto de Brasilia podría ser uno de los factores que influyeron en la planificación del desfile de inauguración. Aún así, se estima que, en el escenario de hoy, Lula utilice el carro blindado para su desfile de toma de posesión.

Por el contrario, y para el caso de que Lula decida desfilar en un carro abierto, la policía analiza medidas de seguridad extraordinarias. Entre ellas se evalúa la extensión y la forma del recorrido, e incluso la posibilidad de que el político haga al menos una parte del trayecto dentro de un blindado.

En caso de que se utilice el tradicional Rolls Royce presidencial, es posible que el vehículo requiera algunas refacciones. Janja, esposa de Lula, comentó en rueda de prensa que el lujoso auto tiene un asiento roto. Se prevé que esta semana el coche sea revisado por la Policía Federal.

Desde el entorno de Lula se cree que, a pesar de las advertencias, el flamante presidente optará por un auto corriente, y que posiblemente quiera estar cerca de la gente que se concentrará para saludarlo.