El director de Conexión Ganadera, Pablo Carrasco, finalmente apareció este martes una reunión virtual con inversores de la empresa, después de que había suspendido de forma intempestiva una instancia similar el pasado martes.

“Aquí estoy. Quería poner la cara, no me voy a ningún lado. Eso seguro porque yo soy el 50% de Conexión Ganadera. Por lo tanto, responsable y con una responsabilidad asumida sin importar cuál era mi tarea en la empresa. ¿Qué quiere decir responsabilidad total? Frente a los inversores y frente a la Justicia. Ante ambos yo no me sacó esa responsabilidad”, comenzó Carrasco.

En este orden, el empresario dijo que “asumía como primera culpa la negligencia y la omisión de cosas que se hicieron mal”.

“Con Gustavo Basso [fallecido en un accidente de tránsito el pasado 28 de noviembre], mi socio, tuvimos un acuerdo tácito durante 25 años en el que yo era el hombre del terreno. De campos que crecieron hasta 75.000 hectáreas, que me demandaron mucho tiempo. Como también armar una marca de carne (Stradivarius). Todo eso es lo que yo sé y sabía hacer. Él tenía una habilidad comercial indiscutible y el manejo de las finanzas. Al punto, que a mí no me interesaba demasiado porque sabía que estaba en buenas manos. Ni siquiera tenía acceso, ni la tengo hasta el día de hoy, a ninguna cuenta de Conexión Ganadera”, afirmó Carrasco.

Carrasco se refirió a las posibilidades que tiene su negocio de salir de la situación crítica en que está.

“Se puede salir de este negocio de maneras muy diferentes. Un gran remate de nuestra ganadería implicaría millones de dólares en pérdidas. En cambio, una liquidación inteligente, si ese fuera el camino, evitaría esas pérdidas. Cuando digo una ‘liquidación inteligente’ me refiero a vender cada animal en su mejor momento”, valoró.

Según dijo, una tercera posibilidad que ha manejado también la empresa es que cuenta con varias firmas vinculadas que abarcan todos los eslabones de la cadena productiva.

“Eso puede hacer interesar a un socio que necesite 20.000 toneladas de carne por año”, agregó.

Con respecto a la sucesión de hechos, el empresario dijo que tomó conocimiento de los números de la empresa una vez muerto Basso.

“Sentí la obligación legal de ir a un concurso. Eso creo ya es bastante inevitable. Yo voy a dejar el pellejo para que el camino que se siga llegue al mejor fin posible. Yo no tengo un problema económico, sino moral. Vinculado a haber estado perjudicando a los inversores y eso es lo único que me desvela”, dijo.