El dirigente sindical Richard Read fue entrevistado en la mañana del martes en el programa Nada que perder, emitido por M24.
El reportaje se centró en el nuevo proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo para modificar la normativa de negociación colectiva, proyecto que Read calificó de “nefasto”.
“Todos los sindicalistas estamos espalda con espalda contra este nefasto proyecto”, insistió, y recordó que su primera versión fue presentada en el Parlamento en 2019, durante el gobierno del Frente Amplio, y rechazado precisamente por esa misma bancada.
Read refirió que el presente proyecto recoge “cinco de los siete” puntos de su predecesor, incluyendo “algunos artículos que solo pudieron ser pensados en una cabeza muy reaccionaria”.
En particular, explicó que “hay un artículo que es muy, pero muy jodido, y es el de la caída de la ultraactividad”, y denuncio hasta la propia elección de la palabra que no permite inferir su completo significado y alcance. Por ello, Read detalló que ese punto implica que “cuando u convenio finaliza, cesan de inmediato todos los beneficios sociales que incluye”, que pueden ser “canasta de fin de año, artículos escolares, etcétera”.
Para Read, este artículo responde a una concepción ideológica y no a una dificultad económica. “Si alguna empresa peligra porque no pude pagar la canasta de fin de año de los trabajadores, tendrá que revisar su rubro, seguramente no le va nada bien. Si esa erogación le significa una crisis económica, entonces, esa empresa no tiene viabilidad”, argumentó.
En el mismo sentido, hizo referencia a los elementos de los acuerdos que sí pueden ser onerosos para las empresas, y recordó que de larga data existen mecanismos para resolver esa situación. “Se llama descuelgue”, dijo, y recordó que en el rubro de la bebida, donde él mismo se desempeñó toda la vida “han desfilado decenas de casos de empresas pequeñas que decían no poder pagar, y pedían flexibilidad, plazos”.
En esas situaciones “se demostraba con una paramétrica, jamás tuvimos problemas en ceder”, porque “no sirven sindicatos abiertos con fábricas cerradas”. Sin embargo, insistió en que ese o es el espíritu de la nueva ley que se busca aprobar.
“Hay también un tironeo muy grande de las patronales para que las discusiones sean solo bilateral (sin intervención del MTSS) y, en algunos casos, he escuchado la descabellada idea de que sean bilaterales y por sector”, dijo, es insistió en que el contenido del proyecto “es nocivo”.
Para Read, este proyecto es favorable a las cúpulas dirigentes del empresariado -y no al empresariado en su conjunto- y surge ahora porque “tiene todo el beneplácito ideológico del gobierno, que está de acuerdo con eso”, y que, a diferencia de 2019, ahora sí contaría con los votos necesarios en el Parlamento.
En tal sentido, dijo que “es legítimo” que los legisladores que estén de acuerdo “levanten la mano”, pero “quedarán marcados los nombres de los diputados que voten a favor de ese retroceso, después de 80 años de Ley de Consejos de salarios y 18 de forma ininterrumpida.es un costo político muy alto”.
En cuanto a la coyuntura económica, el sindicalista criticó que “el gobierno se para en los pedales diciendo que hay un crecimiento en la economía. Yo aplaudo eso, pero cuando voy a ver el derrame de ese crecimiento, en el otro lado no veo incremento salarial, sino pérdida del poder adquisitivo. Hay una dicotomía, por un lado, hay crecimiento y por otro, pérdida del salario real. Por lo tanto, alguien se beneficia, porque la plata está, sostuvo.
“Hay una mala distribución de la riqueza, del crecimiento, alguien se la está llevando con una pala a costa de trabajadores y jubilados”, afirmó, para insistir una vez más en el componente ideológico de tal situación.
“Acá nadie mea agua bendita, no hay santos en esta cuestión. Cuando se hace una movida de estas características hay un compromiso y un rol”, señaló.
“Este proyecto de ley que ingresa ahora está claramente identificado con un sector de la sociedad, con una definición ideológica antagónica a la vida del movimiento sindical”, afirmó, para luego hacer una puntualización.
“Estoy hablando de la dirigencia de las gremiales Empresariales, no del empresariado uruguayo, que es enorme y cuya inmensa mayoría no se ve representada en las Cámaras, como las de Industria o Comercio”. En opiniçon de Read, a las pequeñas y medianas empresas “hay que darles mucho apoyo, mucha espalda”, ya que se trata de emprendimientos donde “el dueño se mimetiza con el trabajador, y entre todas ellas dan 700.000 puestos de trabajo”.