En la tarde del pasado martes se llevó adelante un evento del Centro de Estudios Metropolitanos (Cemet) para discutir las posibilidades que tiene Montevideo de transformarse en un “polo de innovación” y generar fuentes laborales de “calidad”.
De la cita participaron varios empresarios, entre ellos uno de los fundadores de Mercado Libre, Marcos Galperín. También lo hicieron autoridades del gobierno uruguayo, como el ministro de Industria, Omar Paganini, y la presidenta de la Comisión Departamental de Montevideo por el Partido Nacional, Laura Raffo, quien además es presidenta de Cemet.
En este contexto, se presentó un estudio que marca que una de las debilidades que tiene el país es la deserción educativa, lo que provoca una serie de diferencias en el mundo laboral.
A modo de ejemplo, se mencionó un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa donde se informa que en 2019 el 43% de los jóvenes de 21 a 23 años lograron terminar la educación obligatoria. Uno de los obstáculos más evidentes es el origen socioeconómico y cultural.
Raffo expuso que es necesario eliminar las barreras, dado que si se logra esto habrá un gran potencial para obtener mayores exportaciones y empleo. “Me desvela que un chiquilín de un barrio vulnerable no pueda terminar el liceo”, agregó.
En el evento, tanto Paganini como Raffo coincidieron en que la solución para eliminar estas barreras se encuentra en la transformación educativa que lleva adelante el gobierno. El secretario de Estado argumentó que la transformación busca “trascender” este período de gobierno.
“Si no lo hacemos vamos a seguir teniendo jóvenes que dejan por el camino”, agregó Paganini.
Asimismo, Raffo también hizo hincapié en que, en la medida que se van modificando las economías, se van cambiando los conocimientos y habilidades que el mercado laboral demanda. Esto genera “desequilibrios e incertidumbre”, por lo que la reforma se hace más necesaria, consideró.
Por su parte, Paganini fue en la misma línea y dijo que una forma de atacar ese problema es pensar en el estudiante como “el centro” del sistema y no en “cajones de asignaturas y contenidos”.