Por Cecilia Presa y Paula Barquet
En el principio estuvo una pulsión interna por entrar en política. Un deseo que, dice, mamó desde chica como hija del dirigente blanco y exministro de Transporte (1993-1994) Juan Carlos Raffo.
“Era algo que estaba creciendo en mí y que cristalizó cuando tuve la oportunidad en 2020 de volcarme a la política con la candidatura a la Intendencia de Montevideo”, le contó Laura Raffo a Montevideo Portal, rodeada de cuadros de dirigentes históricos del Partido Nacional y de fotos de diversos períodos de la Plaza Independencia, lugar en donde está ubicada su oficina en la sede de su agrupación: Sumar.
Pero, para varios en su partido, su precandidatura presidencial, que estaba en el aire desde fines de 2022 y que se anunció oficialmente en julio de 2023, cayó como un baldazo de agua fría.
Uno de los que hizo público ese descontento fue su hoy contrincante en la interna Jorge Gandini, quien en su momento dijo que significaba un “retroceso” en las aspiraciones de la coalición multicolor de cortar con 35 años de gestión frenteamplista en la IM en 2025.
Firme en su convicción presidencial, Raffo explica que su “vocación” de “hacer política nacional” nació de visitar “las casas de la gente” tras su derrota en la contienda por la comuna capitalina. “Para transformar realidades y transformar la vida de la gente tenés que hacer política nacional. Porque es como podés actuar en un montón de ámbitos: educación, economía, seguridad, salud, empleo”, razonó.
Su postura no se doblega ante los datos de las encuestas, que apuntan a un triunfo prácticamente definido de Álvaro Delgado en la interna nacionalista.
Sí admite que aceptaría ser candidata a vicepresidenta, pero enseguida insiste con que busca ser presidenta. Al final también concede que, de salir segunda, “probablemente” su partido la erija como vice.
Aquí una versión reducida de la charla que mantuvo con Montevideo Portal a mediados de junio.
¿Qué rol tuvo Lacalle Pou en su decisión de ser precandidata presidencial?
Yo me volqué a la política por Luis Lacalle Pou, eso es una realidad. Empecé a conversar con él en 2012, cuando él se iba a postular por primera vez a la interna del Partido Nacional. Me acuerdo de que nos sentamos a comer, nos conocíamos de toda una vida porque nuestros padres habían hecho política juntos, pero no éramos amigos. Ahí, cuando él estaba en la misma etapa que estuve yo el año pasado, me dijo: “Mirá Laura, estoy armando un equipo nuevo. Vos explicás muy bien la economía y sos una persona que le llega a la gente, está bueno si te podés integrar al equipo”. Era la época en que yo tenía mi segmento de análisis económico en Telemundo, mis hijos mellizos tenían 5 años, yo trabajaba en el sector privado y me iba bien. Entendía lo que significaba volcarte de lleno a la actividad política —que no hay horario y que tenés que dedicar todo— y no me animé. Pero creo que ese fue el disparador para que me lo empezara a plantear. Y cada tanto hablábamos sobre en qué estaba y cómo venía y yo le daba mis opiniones.
Pero, concretamente, ¿él le pidió que compitiera en esta interna?
Él le dijo a todo el partido que era buenísimo que hubiera competencia interna.
¿Fue un pedido?
No, fue una expresión de deseo de que el Partido Nacional creciera y hubiera gran competencia. Y cada uno se anima o no se anima a tomar el guante. Hace un año atrás, cuando lanzamos, no se sabía qué iba a pasar en el Partido Nacional; había mucha incertidumbre. En realidad, no había ningún candidato confirmado. Cuando presentamos Sumar en julio del año pasado fuimos los primeros que dijimos: “Acá plantamos bandera y vamos a competir y vamos a sumar en la interna del Partido Nacional. Ahí había una grilla enorme: Javier García, Beatriz Argimón, Martín Lema, Juan Sartori. En el camino, esas candidaturas no se cristalizaron. La nuestra no solamente cristalizó, sino que creció y se consolidó un equipo nuevo, una nueva generación y una manera de hacer política bien cercana a la gente con un nuevo nombre y que representa nuestros valores.
Ya ha dicho que, en caso de salir segunda, como apuntan las encuestas hasta ahora, aceptaría integrar la fórmula como vice. ¿Le preocupa no tener experiencia parlamentaria para ejercer ese rol?
Nosotros no estamos compitiendo por la vicepresidencia. Nosotros competimos por ganar la interna del Partido Nacional y por poder expresar nuestras propuestas y lo que la gente nos ha planteado en todo el país de manera profunda y con la impronta que tiene nuestro movimiento. Entonces hasta el 30 de junio ese es nuestro planteo. Y creo que es el que tiene que ser porque eso es respetar a la gente, a los blancos y a los votantes que terminan de expresarse el 30 de junio.
¿No están teniendo conversaciones sobre qué roles ocuparían en ese equipo?
No. Somos muy respetuosos de la voluntad de los blancos.
Pero el 30 de junio hay que anunciar la fórmula. O, por lo menos, hacia ahí se apunta. Más después de la experiencia de Lacalle Pou y Beatriz Argimón, ¿no?
Sí.
Entonces, ¿el mismo 30 hay que anunciar algo de lo que no se quiere hablar antes del 30?
Creo que la fórmula por supuesto que va a salir el 30 de junio y seguramente va a representar a los distintos sectores del partido y cómo fue la votación y lo que expresaron los blancos. De eso no hay duda, no creo que haya ningún tipo de complejidad en resolver la fórmula.
¿A qué se refiere con que no hay complejidad?
Es muy sencillo: es una fórmula que va a representar lo que los blancos expresaron. Es tan sencillo como mirar lo que expresaron los blancos.
Es decir, el que sale segundo, ¿va de vice?
Probablemente, probablemente. Hay que ver qué refleja lo que vota la gente. Por eso te digo, no es un tema de fórmula presidencial, es un tema de fórmulas para resolver lo que les preocupa a las personas.
Pero el que define es el ganador, ¿no?
Yo creo que no. Yo creo que es una definición del partido. No hay reglas escritas. Lo que sí concordamos todos los blancos es que el Partido Nacional tiene que tomar una decisión que refleje lo que haya votado la gente del partido.
Si no la convocaran para integrar la fórmula, en el caso de que no ganara la interna, ¿cómo lo tomaría?
La pregunta refleja un: “Che, no vas a ganar interna de tu partido”. Nosotros hasta el 30 de junio nos planteamos la competencia para ganar la interna del Partido Nacional. El 30 de junio se verá cómo vota la gente y se definirá la fórmula.
¿Se tiene fe para dar un batacazo?
Nosotros nos tenemos fe para votar muy bien.
¿A qué se refiere con “votar muy bien”?
Tener una votación de respaldo de nuestra gente. Apuntamos a construir un Partido Nacional que incorpore renovación, propuestas y que llegue a fondo con los problemas de la gente. Creemos que esta base que deja construida el gobierno de Luis Lacalle Pou es muy importante y que los uruguayos quieren ir a más. Para ir a más hay que animarse a tomar decisiones de nuevas políticas en una serie de áreas que implican profundizar e implican, a veces, pisar algunos callos.
Usted ha hecho énfasis en la necesidad de bajar el costo de vida de los uruguayos. Uruguay es el país más caro de la región, según ha dicho. ¿Tiene calculado en cuánto tiempo se podría bajar y si se podría llegar a los niveles de precios de la región?
Es un tema muy importante para nosotros porque marca una diferencia relevante de propuesta, no solo dentro del Partido Nacional sino respecto a todas las propuestas que están encima de la mesa. Se pueden tomar las medidas desde el 1° de marzo del 2025 y creemos que en el primer año de gobierno ya va a ser notoria la diferencia de precios. Porque hay muchísimas medidas que están vinculadas a la facilitación de las importaciones y del comercio de frontera. Este gobierno, a través del Banco Central, mandó investigar allí. Se hicieron dos estudios: uno lo realizó el CED [Centro de Estudios para el Desarrollo] y el otro la consultora CPA Ferrere. Se detectaron diferencias de precios en diversos rubros. En el rubro de higiene personal —champú, desodorante, pasta de dientes— hay diferencias muy fuertes con Argentina y con Brasil. Allí, con la facilitación de las importaciones y del comercio de frontera, esas diferencias se van a achicar de manera muy rápida, o sea que en los primeros meses ya se va a notar la diferencia. La segunda y tercera medida, que tienen que ver con reducir los trámites y la burocracia y fomentar las políticas de competencia para que haya una mayor oferta de productos, son medidas que se implementan a partir del primer día, pero que su aplicación demorará. Por ejemplo, un comerciante o emprendedor tiene que pagar múltiples habilitaciones, certificaciones, permisos; eso va cargando las cuentas que tiene que pagar. Y, para poder solventar esas cuentas, tiene que cobrar precios más caros. Cuando empezás a reducir esos trámites, esa burocracia, empezás a ponerle menos costos al emprendedor. Bueno, primero el emprendedor se acomoda y acomoda su negocio. Recién después, cuando ya está con menores costos, para competir mejor y que se sienten en su pizzería y no en la pizzería de al lado, el emprendedor empieza a trasladar esas reducciones a los precios de los consumidores.
Usted ha señalado que hay 150 trámites que se podrían eliminar ya que se solapan. ¿Por qué cree que este gobierno no pudo con esa burocracia?
Este gobierno encaró lo más urgente e importante y tuvo muy buenos resultados en eso. Enfrentó la pandemia, hizo la transformación educativa, hizo la reforma de la seguridad social, logró que se crearan 104.000 puestos de trabajo, logró bajar la inflación a mínimos de 20 años, que el salario real creciera a máximos de 50. Son todos logros muy importantes y cinco años no alcanzan para hacer todo. Por eso, lo que nosotros destacamos es lo relevante de que haya una base sólida sobre la cual trabajar. Sobre eso que este gobierno encaminó, ahora sí es tiempo de poner el pie en el acelerador, de ir a fondo y de hacer estas otras transformaciones.
En este marco, ¿cuál es su mirada sobre el Mercosur?
Tenemos un planteo muy concreto, que también es innovador. Nos planteamos en el primer año de gobierno tratar de avanzar en todos los acuerdos bilaterales posibles con terceros países. Uruguay los necesita. Y, si vemos que el Mercosur plantea restricciones para poder avanzar en esos acuerdos bilaterales, al año vamos a plantear convertirnos en un Estado asociado. Ese es el estatus que tiene Chile, por ejemplo. Como Estado asociado Chile logró negociar su propio acuerdo con la Unión Europea o acuerdos con terceros países y no pierde ningún beneficio de la zona de libre comercio entre los cuatro países del Mercosur y sus Estados asociados. Implica irse de la unión aduanera que, en definitiva, no está funcionando.
Otro problema de los precios son los “no tan buenos” acuerdos comerciales del país (así los califica Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere), que hacen que hoy se paguen aranceles de hasta 35% en las importaciones. En ese sentido, esto que plantea de salir del Mercosur en el plazo de un año, ¿ ayudaría a un país de las dimensiones de Uruguay a negociar mejor con el mundo?
Claro. No salirnos, convertirnos en un Estado asociado. Entonces sí, por supuesto que es muy importante para el Uruguay esa apertura internacional y ese puente con terceros países para seguir abaratando el costo de vida. Es muy importante también la política nacional de competencia, que la planteamos como algo fundamental. Cualquiera en Uruguay sabe que cuando vas a adquirir un producto y hay muchas empresas que lo ofrecen, las empresas se pelean por tenerte de cliente y terminan haciendo ofertas, reducciones de precio, porque quieren capturarte. Nosotros queremos generar eso en todos los mercados, no solamente en los que ya existe. Eso garantiza que tenga el poder el ciudadano: el consumidor, el trabajador, el jubilado que le rinda el bolsillo porque hace valer su poder de compra.
Hace un ratito mencionaba la posición de Chile como Estado asociado al Mercosur. Ernesto Talvi en su campaña en 2019 mencionaba mucho a Chile como ejemplo. ¿Hay algún país al que esté mirando como referencia?
En lo comercial Chile es un muy buen ejemplo, porque tiene muy buenos tratados con la Unión Europea y con Estados Unidos. Es notorio en Chile cómo podés adquirir los productos importados prácticamente al mismo precio que los adquirís en terceros mercados. Y después, la “start-up nation” de Israel es un muy buen ejemplo de cómo el emprendedurismo se fomenta desde el momento cero. Con eso se logra que las personas se animen a arriesgar sus ahorros para crear un pequeño emprendimiento que luego va creciendo, escalando y generando empleo. Por supuesto que cuando mirás en los países nórdicos y lo bien que funciona la educación pública también los podés tomar de ejemplo. En política sociales los países escandinavos son un gran ejemplo. Son países con alto nivel de carga impositiva, pero son un excelente ejemplo de cómo esa carga impositiva se ve reflejada en servicios sociales y educativos, donde los ciudadanos no tienen que recurrir al sistema privado para que sus hijos estudien o reciban prestaciones.
¿Se imagina subiendo impuestos para poder generar esos beneficios?
Yo me imagino siempre bajando impuestos. Nosotros vamos a bajar impuestos pero, como modelo, me refiero a cómo tus impuestos tendrían que volver en forma de servicios; es algo conceptual. En los países latinoamericanos a veces estamos acostumbrados a que la carga impositiva es alta, la evasión es alta y que los servicios que recibimos respecto al nivel de impuestos que pagamos no tiene la calidad que tienen en otras partes del mundo. Cuando mirás a los países escandinavos te das cuenta de que esos son países donde la carga impositiva luego sí se refleja en servicios de primer nivel.
¿Cree que en Uruguay no se refleja la carga impositiva en la calidad de los servicios?
Creo que somos un país que tiene una carga impositiva alta, que nosotros proponemos bajar, con diversas exoneraciones. Y creo que efectivamente la carga impositiva alta que tiene el Uruguay no se refleja en servicios públicos de primer nivel. Creo que es algo que le pasa a toda Latinoamérica.
¿En cuáles servicios públicos está pensando?
Todos los servicios públicos que quieras pensar. ¿Por qué pasó durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio que hubo mucha matriculación de niños en colegios privados en muchos barrios de Montevideo y en muchas zonas? Porque había bajado la calidad de la educación y, por lo tanto, los padres que podían hacían un enorme esfuerzo para pagar una cuota para llevar a sus hijos al colegio. Entonces, hubo un deterioro de los servicios públicos; eso obviamente hay que cambiarlo. Con la transformación educativa se logró en este gobierno, por ejemplo, empezar a dar vuelta la pisada. Empezar, porque son transformaciones que llevan su plazo. Pero ya tenés que en los centros María Espínola, que son estos centros educativos modelo, la tasa de retención de alumnos es muy superior. Nosotros ahora proponemos que los María Espínola se dupliquen en el próximo período de gobierno para cubrir el 100% de la población vulnerable. También proponemos que los centros CAIF se sigan extendiendo. Cada uno de los servicios que brinda el Estado tiene que perfeccionarse, tiene que estar a la orden de los ciudadanos. Creo profundamente que bajar los impuestos termina generando más bienestar y más oportunidades.
¿Cuáles son los impuestos que bajaría?
El impuesto al trabajo es algo que estamos analizando mucho. Hay estudios que muestran que Uruguay es un país caro para contratar personal en términos comparativos. Para que a una persona le entren $ 1.000 en el bolsillo a fin de mes, la empresa tiene que pagar $ 1.400 de carga de aportes personales y patronales. Nosotros vamos a hacer un programa en el primer año de gobierno en el que a todo nuevo empleo que se cree, que pague hasta $ 30.000 líquidos mensuales, se le van a exonerar totalmente los aportes personales y patronales. Estimamos que unos 15.000 puestos de trabajo nuevos van a surgir con esto, donde se van a insertar mayormente jóvenes y personas que no han terminado el liceo, que son los más afectados por el desempleo. Creemos profundamente en que bajar los impuestos termina generando más bienestar y más oportunidades. Bajar el impuesto al trabajo genera más empleo. Bajar los impuestos a proyectos en el sector agrícola, como estamos planteando, que se enfoquen en lo que el mundo está demandando genera que Uruguay se oriente hacia una producción más sustentable. Esas son las estimaciones y los pilotos que vamos a ir haciendo durante el primer año de gobierno para ir implementando cambios a futuro.
Generar 15.000 nuevos puestos de empleo con un tope de $ 30.000 líquidos de sueldo, ¿no desestimularía los sueldos más altos?
Para nada, porque nosotros estudiamos los tipos de puestos y esta propuesta surge para atender a dos poblaciones que son las más afectadas por el desempleo: los jóvenes y la gente que no terminó el liceo. Hicimos estudios con los técnicos del CED, a los que les pedimos ayuda, sobre en qué tipo de puesto se insertaban jóvenes y personas que no habían terminado el liceo. Y, en general, eran cargos que iban hasta los $ 30.000 nominales y dijimos: “Subamos el tope aún más, a 30.000 líquidos”. Precisamente, para que no haya una tentación de crear puestos de trabajo a menor sueldo, y aún subiéndolo a 30.000 líquidos, nos dan los cálculos para que se generen 15.000 puesto de trabajo. Y sabemos cuánto nos va a costar a nivel del Estado, que son 40 millones de dólares. Eso representa menos del 0,1% del presupuesto nacional.
Eso sería en el primer año, ¿luego se quitaría el beneficio?
No, en el primer año de gobierno te tomás ese plazo para ver efectivamente cómo funcionaron las exoneraciones para generar a cambio puestos de trabajo, cuánto se dinamizó el mercado, capaz que se generaron más de 15.000. A partir de ahí, tomamos decisiones de más largo plazo respecto a la quita de impuestos al trabajo. Somos un equipo muy serio, muy incisivo. De comprometer una medida, mirar, analizar y hacer el seguimiento.
En otros temas, ¿cuál es su postura sobre las modificaciones de la Ley de Violencia Basada en Género (19.580) que mandó el Ejecutivo del Parlamento a fines de mayo?
A mí me parece muy importante que todos alcemos la voz frente a la violencia de género. Me parece que tiene que ser un tema que no se politice, que no lo atraviese la política partidaria. Para mí es muy importante y más siendo mujer. Yo creo que es relevante que esta ley, que está hecha para proteger a las mujeres de la violencia de género, no sea usada como escudo para alguien que quiera hacer una denuncia falsa. Creo que lo que mandó el Ejecutivo fue precisamente una voz de alerta de que a quien use esto para hacer denuncias falsas, le va a caer el peso de la ley.
¿A partir del caso de la denuncia falsa a Yamandú Orsi queda más evidente que es necesario?
Sí, yo creo que sí. Creo que es importante que la población sepa que la denuncia falsa se castiga. Había alguna redacción que podía llegar a dejar la duda de si se castigaba o no. Después, aplicando el código, se castigaba igual. Pero podía llegar a haber una duda. Por eso, me parece importante, frente a la opinión pública, poner por encima de todo la defensa de las mujeres y el querer que todas las denuncias por violencia de género se canalicen adecuadamente, sean investigadas y condenadas. Y que nadie use la ley para hacer una denuncia falsa.
En el caso de Orsi eran dos personas adultas las que hicieron la denuncia falsa, pero en la exposición de motivos de la modificación enviada por el presidente al Legislativo se habla del “síndrome de alienación parental” (SAP), una teoría que consiste en entender que el padre o la madre podrían llegar a instalar en el niño la idea de que el otro progenitor le hizo cosas que no son verdad. ¿Cree que esto sucede?
Hay que ser muy cuidadoso con los chiquilines, ¿no? Yo soy madre divorciada de dos hijos y los niños siempre están en primer lugar. Proteger los derechos de los niños es fundamental. Sus derechos, su voz, su poder opinar en cada caso. Sufren enormemente de la violencia. Y, cuando hay un caso de violencia contra una mujer, hay estudios incluso hechos por la ONU que dan cuenta de que siempre hay violencia contra los niños también. Yo pongo a los niños en primer lugar siempre.
En materia de seguridad, el tema de los homicidios que es el gran debe de este gobierno. ¿Qué soluciones ve?
Me preocupa. Veo que este gobierno avanzó mucho en temas de seguridad y logró reducir un montón delitos como los robos, las rapiñas y veo que seguimos luchando contra los homicidios y contra la violencia extrema en los barrios. Nos preocupa mucho; creo que es el síntoma de algo que lamentablemente está pasando, no solo en el Uruguay desde hace años, sino también en la región, que es el crimen organizado y el narcotráfico. Por lo tanto, tenemos que seguir muy a fondo con los dos pilares de propuesta que tenemos, que son represión del delito y prevención del delito. Tienen que trabajar al unísono. Yo no creo, como plantea el Frente Amplio en sus bases programáticas, que la prevención por sí sola funcione. O sea, debemos tener represión y prevención. Al que está cometiendo un delito hoy, hay que perseguirlo hoy, juzgarlo hoy y condenarlo hoy.
¿Es un 50 y 50?
Bueno, no se puede expresar una fórmula matemática para la represión del delito. Son dos pilares que trabajan en paralelo. Del mismo modo que en represión proponemos aumentar la Guardia Republicana, duplicar las videocámaras de vigilancia y toda la tecnología, y que los uruguayos voten los allanamientos nocturnos con orden de un juez. En materia de prevención, estamos proponiendo una dirección nacional de policía comunitaria. Y una policía comunitaria orientada a problemas, que esté en cada barrio, en cada localidad detectando los conflictos y haciendo un trabajo multisectorial con el Mides, ASSE, ANEP. Porque lo que más nos pide la gente, y las madres y los padres, es: ‘No quiero que mi hijo caiga en una adicción, ayúdanos a que pueda salir de este ambiente’. Y, en definitiva, para que exista una venta de droga tiene que haber una demanda de droga. Por lo tanto, atacar la demanda de droga es clave. No solamente lo lográs con esta policía comunitaria que detecta los problemas, instalando y haciendo más inversión en clínica de salud mental y de adicciones, sino también con una gran campaña de adicciones, que nosotros la propusimos y que el otro día justo [Julio María] Sanguinetti habló del tema y nos pareció bueno tener una coincidencia porque estamos hablando de que en la coalición hay que generar coincidencias.
¿No avanzaría en la línea de la liberación de drogas, como en el caso de la marihuana?
De ninguna manera, no me convence nada, al contrario. Creo que hay que hacer muy consciente a toda la población de los efectos nocivos que tiene la droga.
¿Modificaría la Ley de Regulación y Control de Cannabis (19.172)?
Proponemos ver que la comercialización intervenga cada vez menos.
¿Que se deje de vender en las farmacias?
No nos convence. Lo pusimos como un tema a analizar.
En clave de represión y prevención, ¿qué le faltó al gobierno para reducir los homicidios?
En lo de la prevención creo que la veníamos corriendo de atrás. Los sistemas carcelarios estaban con un enorme hacinamiento. Este gobierno va a terminar generando 3.900 nuevas plazas. Pero, como hemos aumentado la represión, y se combatió mejor el delito, hay más personas privadas de libertad. Entonces es muy difícil ponerse a tiro con eso. La dificultad de ponerse a tiro con el hacinamiento carcelario trae como consecuencia que los planes de rehabilitación que se empezaron a implementar todavía no empezaron a tener sus efectos. Por eso nosotros proponemos ampliar aún más los cupos y seguir trabajando en educación en cárceles y en planes de rehabilitación, que son tan relevantes para que las personas privadas de libertad, cuando salgan a la sociedad, no vuelvan a delinquir.
¿Y en represión faltó más?
No, en represión creo que se ha hecho mucha cosa. Una herramienta importante es que los uruguayos puedan votar el habilitar los allanamientos nocturnos. Y la verdad que estamos muy orgullosos de que lo haya propuesto Carlos Daniel Camy, que es uno de los pilares para nosotros en materia de seguridad porque es la mano derecha del Guapo. No es menor, es una herramienta muy importante, porque hoy por hoy cuando vos detectás una boca de venta de droga y la policía investiga y tiene los indicios y lo lleva a un juez, si se hicieron las 6 de la tarde y cayó el sol, el juez no puede mandar a allanar ese lugar. Se terminan enterando, se mueven de lugar y, por lo tanto, empieza a proliferar el delito en esas horas.
Tiene en su equipo a la exfiscal Gabriela Fossati. ¿Qué le ha aportado a la campaña y a sus propuestas, y en qué rol la vería en un eventual gobierno?
Es una gran referente, porque es una especialista con más de 30 años de experiencia en el Poder Judicial y en Fiscalía. Ha hecho propuestas como la de querella privada para acortar los tiempos de espera que sienten los uruguayos cuando sus casos están siendo estudiados por Fiscalía. La verdad que yo valoro muchísimo sus aportes; sin lugar a dudas va a formar parte del equipo porque es una profesional que sabe muchísimo en la materia. Los equipos se van a armar después de la interna, después del acuerdo con la coalición de gobierno y, por lo tanto, aún no hablamos de qué lugar va a ocupar cada persona.
¿Qué tanto están pesando en la campaña los casos Astesiano, Penadés y la renuncia de Heber, Bustillo, Ache y Maciel tras el caso Marset?
Yo, la verdad, he recorrido el Uruguay. Ya vamos por la tercera recorrida. Hemos ido a capitales, a localidades chicas, hemos estado mucho en la zona metropolitana, en los barrios. La gente de lo que te habla es de cómo conseguir un mejor empleo, de cómo poder cumplir sus proyectos, sus sueños, la casa propia, festejarle el cumpleaños de 15 a la hija, que les rinda más la plata, que el hijo termine el liceo. Realmente es de lo que te hablan en los barrios y en las recorridas. Ahora, hay algo muy claro, que yo siempre lo pongo arriba de la mesa: los valores que tenemos en nuestro movimiento son los que nos guían. Nosotros tenemos el valor de la ética, de la transparencia, de rendir cuentas a los ciudadanos y así es como nos vamos a manejar. No hay cabida en este movimiento político para alguien que no cumpla esos valores; eso sí está muy claro.
¿Cree que con este tipo de temas el gobierno habilitó a la oposición a pegarle por corrupción?
Creo que el Frente Amplio elige pegar con estos temas porque no tiene propuestas arriba la mesa para solucionar los problemas que plantean los uruguayos. Los uruguayos, ya te digo, cuando conversás con ellos quieren propuestas para mejorar su calidad de vida: propuestas de empleo, de educación, de vivienda. Yo no veo esas propuestas por parte del Frente Amplio.
¿Se ha visto en la obligación de dar explicaciones sobre el tema Marset o Astesiano?
No. Capaz será porque somos tan claros en cuanto a los valores que tenemos y nuestra transparencia. Nosotros hablamos directo y cercano a la gente. Podemos mirar a la gente a los ojos y que realmente sepan que estamos hablando de los temas que les preocupan.