Por Joaquín Symonds y Paula Barquet
Dentro del Partido Nacional parece ser un secreto a voces que Laura Raffo, presidenta de la Departamental del Partido Nacional en Montevideo, será precandidata de cara a 2024. Pero ella repite lo que mandata el presidente y dice que cuando llegue el momento —en 2023— se resolverá. Sin embargo, en entrevista con Montevideo Portal, reconoce que en su fuero íntimo sí tiene una “opinión formada”, la cual se reserva.
Por el momento sigue concentrada en hacer oposición en la capital del país, liderada por la intendenta Carolina Cosse, pero también procura mantener una mirada a nivel nacional y más allá de lo político-partidario, según dice.
Raffo y Cosse han tenido todo tipo de cruces. Incluso la nacionalista llegó a tildarla de cínica. Sin embargo, asegura que lo suyo no es un ataque a la persona, sino al “estilo de gestión”. En esa línea, Raffo defiende a los ediles que impulsaron el juicio político contra Cosse aunque evita pronunciarse a fondo sobre la decisión. “Sirvió para transparentar” el malestar de los curules, afirma.
¿Cuál es su primera valoración con respecto al juicio político a la intendenta Cosse?
Me parece que hoy la decisión está en manos del Senado. Los ediles en su momento actuaron de manera autónoma, sin conversar con el partido...
¿Tampoco con usted, como coordinadora de la oposición en Montevideo?
No, no. Conmigo tampoco. Fue una decisión realmente autónoma y creo sirvió para dar visibilidad a un tema que no estaba en agenda, que era el estilo de gobierno de Cosse; yo lo he dicho antes, es un estilo más confrontativo. Separa mucho ‘ellos, nosotros’ y dificulta el relacionamiento con el Legislativo. Yo soy muy respetuosa de la separación de poderes. Cuando vos elegís, elegís intendentes y una junta departamental integrada por ediles. Ese relacionamiento tiene que ser fluido, tiene que respetarse. Creo que era algo que no estaba sucediendo de buena manera.
En su momento se consideró una acción exagerada; fue bastante unánime.
Fue, claramente, la forma que ellos encontraron. Ahora está en el Senado, por eso digo que la herramienta sirvió para dar visibilidad al tema.
¿Y para qué no sirvió? ¿Cuál fue el perjuicio?
[Piensa] Para ver si hubo perjuicio o no hay que dejar pasar un plazo, ver cómo continúa el relacionamiento, qué cambia, si es posible que el rol del legislativo se respete más.
¿Políticamente no fue un error?
[Piensa] Fue una decisión autónoma, qué sé yo. Vos tenés 350.000 personas que votaron a esos ediles; ellos no están ahí por un capricho. Están ahí porque los votó la gente de Montevideo.
Pero a nivel de partido, el hecho que se hayan desmarcado tanto los líderes nacionales, ¿los dejó en una posición de debilidad?
Yo creo que no.
¿Por qué?
Creo que se entendió a nivel de partido lo que ellos estaban viviendo. No veo qué tanto se desmarcaron. ¿Quiénes fueron los que se desmarcaron?
Los senadores se desmarcaron, sí.
La declaración de la bancada no les quita apoyo.
En declaraciones públicas, sí.
Y bueno, por eso... no, no me parece que se hayan desmarcado.
¿Sirvió para que ahora Cosse anunciara que irá la Junta?
Sirvió para darle visibilidad a un tema que tiene que ver con el estilo de conducción. Yo creo que sirvió para eso.
¿Pero había motivo para un juicio político?
Eso lo va a decidir el Senado. Te voy a seguir repitiendo lo mismo porque es realmente lo que pienso. Pienso que fue una decisión que tomaron de manera autónoma; en el momento sintieron que era la herramienta para poner el tema arriba de la mesa.
Javier García dijo que un edil de su sector le consultó la decisión y que su posición no tuvo éxito. Si la hubieran consultado a usted, ¿qué habría dicho?
[Piensa] La verdad, la libertad de acción es muy importante. Ni yo, ni nadie dentro del partido —en un partido que se define por ser de hombres y mujeres libres— le puede decir a un representante electo por la ciudadanía lo que tiene que hacer. Son electos por la ciudadanía y esa soberanía es muy importante.
¿No quiere decir qué habría contestado?
Habría dicho mi opinión, pero la libertad de acción es la libertad de acción.
Usted cumple un rol de coordinadora de los ediles.
Sí, es cierto. Yo trabajo muchísimo con ellos. Trabajamos, analizamos el presupuesto, la Rendición de Cuentas, vamos a los barrios juntos. Tengo un ida y vuelta muy fluido con ellos.
Pero no diría coordinación, ¿o sí?
A ver, coordinamos una tarea de oposición en Montevideo. Ese es mi rol dentro del partido como presidenta de la Departamental. Tiene que ver con oposición, propuestas y trabajo en territorio. Y en ese sentido sí laburamos muchísimo juntos, pero no estás en el día a día de cada moción que se presenta, o de cada proyecto. Me lo cuentan, por supuesto, pero la coordinación conjunta abarca más que la Junta Departamental.
¿En ese ida y vuelta nunca le mencionaron la iniciativa de promover un juicio político?
Ya les dije que no.
La hemos escuchado muchas veces criticar a la intendenta de Montevideo. Da la sensación de que pone el foco de su accionar político sobre ella. ¿Busca diferenciarse de Cosse?
No, puede dar esa sensación porque cumplo un rol activo de oposición en Montevideo y ella es quien gobierna la ciudad. Entonces, cuando yo critico la gestión o el estilo de conducción… Porque nunca critico a la persona; trato de no criticar a la persona. Critico un estilo financiero que no convence o un estilo de conducción que no convence.
Pero hace poco le dijo cínica. Ahí está al borde de lo personal.
No estoy en lo personal.
¿Por qué?
Porque las veces que he señalado cinismo es cuando no se reconoce una realidad. Creo que el hecho de que yo coordine todo este trabajo de oposición hace que sea común que me tenga que expresar acerca de la intendenta de Montevideo. Y me expreso con vehemencia y con conocimiento de causa. Y lo voy a seguir haciendo, porque había un desacostumbramiento a que hubiera una oposición en Montevideo. Pero la oposición entendida como poner a las personas en el centro; no la oposición por la oposición en sí misma. También es cierto que hacemos propuestas.
Pero puede dar la sensación de que hay cierto ensañamiento con Cosse.
Para nada, para nada. ¿Entonces qué diríamos de todos los senadores del Frente Amplio que critican al gobierno? ¿Que están ensañados con el presidente?
No, porque esto es uno a uno, ¿no?
Y también es uno a uno con los legisladores del Frente Amplio, que eligen criticar de manera permanente al presidente de la República o un ministro en particular. Entonces, lo que hay es falta de acostumbramiento. Se ve normal que a nivel nacional los senadores del Frente Amplio [critiquen] a ministros o al presidente, en tanto que la oposición a nivel departamental es poco común.
En este ejercicio de ser oposición activa, ¿es capaz de reconocer atributos positivos de la gestión de Cosse?
Por supuesto; es más, si la oposición no es constructiva, no es completa la tarea. Centramos las propuestas en el Centro de Estudios Metropolitanos, y en cada investigación —que ya hemos hecho seis— invitamos a todos los partidos políticos a participar. En la última conferencia de la investigación participó el director de Movilidad, Pablo Inthamoussu. La calidad de la propuesta tiene que ser elevada cuando uno es oposición.
¿Qué atributos positivos le ve?
Lo que es la gestión de las plazas, en distintos barrios; eso siempre se reconoció. El mantenimiento de los espacios públicos pequeños, de la plaza de barrio. Hemos hecho propuestas para el manejo de los grandes parques, que va por otro lado. Otra cosa positiva es todo el tema de participación femenina en la intendencia. En la parte de cultura se está haciendo un trabajo bastante potente. Pero, obviamente, cuando uno reconoce el trabajo no es noticia. Es noticia cuando uno critica, y no está mal que así sea, porque sobre lo que criticamos estamos haciendo propuestas. A veces hay que salirse de los político partidario e ir mucho más hacia la conducción de propuestas.
Esto que planteamos sobre cómo convertir Uruguay en un polo de inversión, usando la Zona Metropolitana como punta de lanza, fue un evento de propuesta y de visión a mucho largo plazo. Soy una convencida de que los políticos deberíamos hablar menos de política partidaria y más de propuestas, porque es la manera en que se puede avanzar.
Pensando en 2024
¿Cómo le cayeron las palabras de Carmelo Vidalín sobre su posible precandidatura?
Me cayeron como Cacho Vidalín, que es así: una persona muy querida y que siempre brinda opinión de todo. Cuando un compañero del partido reconoce mi trabajo, obviamente me gratifica.
¿Es un objetivo?
Bueno, yo creo que el tema candidaturas va a estar bien arriba de la mesa el año que viene. Por ahora lo que hay son conversaciones políticas. Ahora me estoy enfocando en esto que tiene que ver con las propuestas; creo que hoy no tiene que haber ansiedad electoral. Tiene que haber ansiedad por hacer cosas, por proponer cosas. No nos podemos ir de foco, porque si te vas de foco, perdés. Si yo me pongo en clima electoral y no hago una investigación de 60 páginas con apoyo del BID, entonces no siento que esté haciendo bien mi trabajo.
¿Qué la seduce más: seguir creciendo en Montevideo o a nivel nacional?
Hoy me seduce pensar cómo podemos dar ese salto diferencial cualitativo que no hemos dado.
¿A nivel país?
Bueno, claro, los saltos en general los das a nivel país. El estudio lo hicimos en la Zona Metropolitana, pero las fortalezas y debilidades son en el país. Luego hay aspectos más locales, pero el pensamiento macro de cómo generar oportunidades lo das a nivel país. Qué pasa con el chiquilín que no termina el liceo, qué pasa en las zonas más vulnerables. ¿Cómo hacés? ¿Cómo construís un país que sí les dé oportunidades a esos chiquilines? Tiene que haber un plan estratégico. Una de las posibilidades es esta: un polo tecnológico.
Pero la pregunta era si le seducía más lo nacional o lo departamental como objetivo de su carrera política.
Creo que te lo estoy contestando. Estoy pensando en propuestas y soluciones a largo plazo, que son a nivel país. Obviamente, Montevideo es importante.
La pregunta es porque, más allá de la candidatura o no, parece que es tiempo de definir a dónde va a apuntar, cuál es su objetivo.
Pero el tema es que primero tenés que apuntar a buscar soluciones que después se convertirán en decisiones de candidaturas que tengan que darse.
Pero más allá de la candidatura en sí…
Pero ya me ves, estoy trabajando para temas nacionales y departamentales. Soy muy completa [se ríe]. Lo que pasa es que los cambios que tenemos que vivir para dar soluciones deben tener una visión nacional pero también deben tener la pata de cómo se generan a nivel departamental.
Algunos dirigentes blancos sostienen que es momento de que usted, a la interna, comunique si va a ser candidata o no.
Creo que el año que viene va a ser momento de comunicar. Después, cada uno de nosotros trabaja en acuerdos políticos, en conversaciones, en estudios, en ver cómo le gusta manejarse. Eso, por supuesto, no te lo voy a negar; pero estamos muy convencidos de que se va a dar el año que viene.
¿Hoy en día no tiene una opinión formada sobre si va a ser candidata?
Tengo una opinión formada que la comparto con mi círculo íntimo de trabajo. Cuando sea momento de comunicarla, con mucho gusto se las diré.
Días atrás, el semanario Búsqueda informó que ordenó un estudio cualitativo de opinión para saber cómo se le ve de candidata a la Presidencia.
Estudios hacemos de manera muy seguida. Entonces, no es completamente correcta esa información.
¿Qué es lo que no es del todo correcto?
Que es para ver mi chances de candidatura a la Presidencia.
¿Es para medir su imagen?
Son estudios que hacemos de manera bastante seguida, con diferentes consultoras, para ver cómo se siente la gente, qué necesita, cuáles podrían ser las soluciones.
¿No está enfocado en su persona?
No.
El hecho de que no haya tenido ningún cargo electivo, ¿puede llegar a ser un obstáculo para ser candidata?
Creo que no, porque tuve grandes responsabilidades en el sector privado; en industrias que tenían sindicatos, trabajadores, donde tuve que ejecutar proyectos. Siempre que estás en un cargo de dirección, todos los años evalúan tu laburo y lo podés perder de un año al otro. En general la gente confía en un gobernante por un plazo de cinco años y eso da un plazo mayor para ejecutar los proyectos. De todas maneras, siempre es valioso rodearse de equipos con distintas experiencias. Traigo una experiencia importante de cómo se gestiona en el sector privado. Igual, me parece que tiene que haber una mezcla [con gente] que tenga experiencia en el sector público, en industria.
Lo que le pueden decir es que le falta “darse contra la pared de lo público”.
Me pueden decir muchas cosas, e incluso muchas cosas me dicen.
Pero ese puede ser un argumento potente en una campaña electoral.
Potente desde tu punto de vista.
Desde el punto de vista argumental.
Bueno, pero también cuando hice campaña por la intendencia el expresidente José Mujica me dijo que usaba “taquitos”. Cualquier tipo de cosas te pueden decir. Cuando uno se toma la vida política en serio y hace propuestas, creo que va por el camino correcto. Con el tema del polo de innovación, no va a quedar en eso. Va a haber reuniones con Industria, con Economía, con la ANII. Hacer que las cosas sucedan.
La marcha del gobierno y los cambios
Sobre el caso Alejandro Astesiano, ¿cree que el presidente pecó de confianzudo?
[Se ríe] El presidente actuó con mucha transparencia y reconoció el error. Y eso a la población le tiene que dar mucha transparencia. Luego estará la Justicia, que tiene que operar en esto con todo el peso de la ley.
Más allá de que dio la cara, se lo vio carente de información.
Esa es tu opinión.
Salió a hablar sin la información completa y él mismo lo reconoció.
Yo lo que vi fue un presidente que lo primero que hizo fue a hablar con la gente. En la medida que se fue conociendo la información, se fueron tomando las medidas correctas.
¿No quedó endeble la institucionalidad al demostrar que había una persona como Astesiano delinquiendo desde la Torre Ejecutiva?
Creo que no. La Justicia actuó con la separación debida. El presidente no sabía que estaban investigando a la persona. Lo que sí me parece es que debemos cuestionar cómo manejamos la seguridad de la Torre Ejecutiva, de la figura institución presidencial. Creo que podría analizarse de distinta manera.
¿Cómo evalúa la marcha del gobierno?
La pandemia les puso un ritmo diferente a las transformaciones que se querían lograr. Me desvela bastante que se logre la transformación educativa. Después, en el tema de seguridad social, me pareció un gran logro que el proyecto saliera adelante. Me preocupa lo que ya he leído de que hay intenciones de impugnarlo. Es decir, son políticas de Estado que todos tendríamos que acompañar. Ahí veo un rol de la oposición poco responsable, muy atravesado por la política partidaria. A nivel de conducción económica me parece que la ministra de Economía [Azucena Arbeleche] está trabajando muy bien. Falta todavía que ese crecimiento económico se potencie más, para que haya una recuperación en los ingresos de los hogares. Hay otro tema a trabajar, que es estructural, que es la pobreza infantil. Es importante que Uruguay trabaje en ese aspecto.
Sobre la reforma educativa, los sindicatos han dicho que hasta ahora no han observado algo cabal y concreto.
Eso es mentira; está colgado en la página del ministerio. No es cierto que no esté la información, la información está toda disponible.
Después de la polémica en torno a las ollas y las distintas posturas sobre la seguridad alimentaria en Uruguay, ¿qué saca en limpio?
Saco en limpio que se había creado un discurso que no tenía que ver con los datos reales. Se cerraron comedores del INDA (entre 2016 y 2018) y se desarmó la estructura. Me parece bueno que se esté volviendo a armar, porque las ollas son una solución a corto plazo. El apoyo a las ollas es correcto, pero hay que apostar a una política estructural.
Usted recorre barrios, ¿verdad? ¿Ve hambre?
Mirá, en esto te soy muy sincera. He visitado merenderos y ollas, y no veo gente desmayándose de hambre como se decía. Veo, sí, que hay un sector de la población que aún es vulnerable y hay que apoyar.