Los primeros avistamientos tuvieron lugar a comienzos del corriente mes, cuando vecinos de la zona de Puntas de Pan de Azúcar contactaron a Aviaga, diciendo haber visto un ejemplar de puma, especie que no se encuentra en estado silvestre en nuestro país desde hace largo tiempo. Productores rurales de la zona denunciaron la muerte de algunas ovejas que -a juzgar por las heridas que presentaban- habrían sido atacadas por un animal de porte.
Según Aviaga, pocos días después niños de la escuela rural número 90, a unos 30 kilómetros de Minas y próxima a una zona de monte, vieron un felino muy grande cerca de una alambrada. Los pequeños fueron interrogados acerca del aspecto del animal, y se le mostraron ilustraciones de las especies felinas que suelen avistarse en la región. Los niños coincidieron en que se trataba de un puma.
El último avistamiento sucedió en la pasada Semana de Turismo, cuando unos cazadores que se encontraban en la sierras, afirmaron haber visto a la distancia un par de ejemplares de puma comiendo una oveja.
Noticiada del "rebrote", Aviaga buscó asesoramiento en la Reserva de Mbopicuá, con cuya asistencia se procurará capturar con vida a los animales, trasladándolos a una reserva natural, donde pueda garantizarse su supervivencia, y preservar la seguridad del ganado y las personas, pese a que las subespecies de puma que habitan el Cono Sur no acostumbran atacar a seres humanos.
Según la funcionaria, todas las descripciones que se han recabado indican que los animales procederían de Brasil, dado que presentan algunas características de pelaje que los diferencian de los ejemplares que habitaran nuestro país o Argentina. "Tienen el pelo más claro en el vientre, y son mucho más tostados en el lomo", declaró Aviaga.
Procurando su captura, el miércoles se procedió a colocar trampas en las inmediaciones de los lugares donde los grandes félidos fueron detectados. Se trata de jaulas en cuyo interior se coloca un ave como carnada viva. En caso de que un animal entre en la jaula para cazar el ave, queda inmediatamente encerrado.
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Foto: gentileza IML |
El puma, al igual que otros felinos de porte como el jaguar o el yaguareté, fueron encarnizadamente perseguidos en el Uruguay, a causa del daño que infligían a las majadas. El puma ya se consideraba escaso en el país en registros de fines del siglo XIX, y se considera extinto en estado silvestre desde las primeras décadas del siglo pasado.