Ecuador amaneció este martes en medio de una nueva crisis, una más de los variados episodios de alerta que ha vivido en su historia reciente. Sin embargo, la tensión en el país no se vive en estos momentos por una debacle económica o un conflicto meramente político, sino que se trata, en palabras del recientemente electo presidente Daniel Noboa, de una “crisis de seguridad penitenciaria”.
Noboa declaró, dos días atrás, el “estado de excepción” en todo el país, que permitió movilizar a las Fuerzas Armadas a las calles y a las cárceles, además de darle “todo el respaldo político y legal en su accionar”.
Este martes, tras un estado de convulsión en el que grupos criminales armados tomaron algunas penitenciarías, ejecutaron efectivos e incluso tomaron rehenes en vivo en un canal de televisión, Noboa redobló la apuesta y declaró estado de “conflicto armado interno”, catalogó a 22 bandas criminales como “organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes” y dio la orden a los militares de “neutralizar a estos grupos”.
El origen de este enfrentamiento directo entre los narcotraficantes sublevados y las fuerzas del orden está en una celda de la Cárcel del Litoral, en Guayaquil. Una celda vacía, ya que hasta el domingo la ocupaba el hombre más buscado de Ecuador, José Adolfo Fito Macías Villamar.
De 44 años y conocido como el líder de la banda Los Choneros, una de las principales bandas criminales de Ecuador, estaba cumpliendo una pena de 34 años desde el 2011 por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato, según informa el diario guayaquileño El Universo.
El día que notaron su desaparición, el Ejército lo iba a trasladar a una prisión de máxima seguridad. Más de 3.000 efectivos salieron a buscarlo por “los tejados y hasta en las alcantarillas del penal”, tal como señala el citado medio, que añade que la primera hipótesis —en tiempos en que aún no se reconocía públicamente la fuga— era que Macías se habría escondido dentro de la cárcel, dado que Los Choneros la controlan.
El control de las cárceles es, precisamente, el punto clave para entender la crisis que vive el país andino. Luego de la fuga de Macías, varios motines comenzaron a darse en distintas cárceles, lo que llevó a Noboa a decretar el “estado de excepción”.
“Ecuatorianos, se acabó el tiempo en el que los condenados por narcotráfico, sicariato y el crimen organizado le dictaban al gobierno de turno qué hacer. Lo que estamos viendo en las cárceles del país es el resultado de la decisión de enfrentarlos. Por eso, desde el gobierno, hemos emprendido acciones que nos permitan recuperar el control de los centros de privación de libertad, que se ha perdido en los últimos años. En respuesta, estos grupos terroristas pretenden amedrentarnos y creen que cederemos ante sus demandas”, dijo Noboa al anunciar su decreto el lunes.
Fito y Los Choneros
Conocida como “la ciudad de los naranjos en flor”, Chone es una localidad de 54.000 habitantes en la provincia de Manabí, en la costa norte del país. Ahora, además de por la planta que tiene en su escudo, es conocida en todo el país como el presunto lugar de origen de la banda narco que lidera Macías, grupo que además tiene “fuertes vínculos con el Cártel de Sinaloa”, tal como apunta El Universo.
Dicho medio señala que sus integrantes, tanto los fugados como los buscados, están “acusados de sicariato, trasiego de narcóticos, robo y extorsión”.
Macías es señalado, a su vez, como uno de los responsables directos del asesinato de Fernando Villavicencio, candidato presidencial que fue asesinado el pasado 9 de agosto en durante un mitín de campaña en Quito, cuya muerte es considerada uno de los crímenes políticos más importantes de la historia ecuatoriana.
El 31 de julio anterior, Villavicencio había apuntado contra Macías. El periodista y líder del Movimiento Construye señaló en ese momento que en un parte policial se revelaba la “gravísima amenaza de uno de los capos del Cártel de Sinaloa”.
“Me refiero a alias Fito, en mi contra y en contra de mi equipo de campaña, con una advertencia. Que si sigo refiriéndome a él y a su estructura, ellos atacarán en mi contra o atentarán contra mi vida”, denunció el candidato presidenciable, tal como recuerda Infobae.
Macías nació el 18 de noviembre de 1979 en la costera ciudad de Manta, a 75 kilómetros de Chone. Asumió el liderazgo de Los Choneros luego de que asesinaran en una cafetería a Jorge Luis Zambrano, conocido como Rasquiña, el 28 de diciembre de 2020.
La fuga de este domingo no es la primera que tiene en su prontuario, dado que en 2013 logró escapar de la cárcel de máxima seguridad de La Roca, también en Guayaquil, tras dos años de prisión. Se fue navegando en un bote por el río Duale, afluente que corre paralelo a la zona de la cárcel, indica El Universo.
Luego de tres meses, las autoridades lograron encontrarlo, capturarlo y llevarlo nuevamente a La Roca. Durante su tiempo en prisión, señala el medio local Primicias, Macías obtuvo un título de abogado y controló, desde su celda, las operaciones de su banda, tanto la logística del tráfico de droga como diversas extorsiones y asesinatos.
Primicias además apunta que, para mayo de 2023, el líder narco controlaba un patrimonio de más de 23 millones de dólares, mediante testaferros y empresas fantasma. Incluso señala que, según cálculos de la Dirección de Investigación Antinarcóticos, las actividades delictivas dentro de la prisión donde estaba Macías, entre las cuales se cuentan las prácticas extorsivas a otros presos, le generaban hasta 70.000 dólares semanales por pabellón penitenciario.
“Los guías no tienen más opción que volverse cómplices, los amenazan y a sus familias. A los presos, Los Choneros nos cobran entre US$ 10 y US$ 20 semanales por la estadía, sin contar con lo que te obligan a comprar”, dijo a Primicias un preso de la Cárcel Regional, que coincidió durante su pena con Macías.