Este miércoles, la joven de 24 años Mariana Rivero, que estaba desaparecida desde hacía más de 15 días, fue hallada sin vida y su cuerpo desmembrado en un descampado en la zona de Puntas de Yeguas, tal y como informó Montevideo Portal.

El autor del homicidio, que posiblemente se investigará como femicidio, fue el exnovio de Rivero. El hombre, de 23 años, conocía desde hace tres años a la joven e incluso en el último tiempo vivieron juntos en su casa de Tres Ombúes. 

Rivero es oriunda de Paysandú y llegó a Montevideo para estudiar, según pudo saber Montevideo Portal en diálogo con algunos familiares. “Estaba llena de ilusiones cuando se había ido. Le gustaba Montevideo y vivía en La Unión; era una gurisa muy activa, muy de ayudar y no quedarse quieta”, contó uno de ellos. 

Ningún miembro de la familia había tenido indicios de que el desenlace de la relación tuviera este final. De acuerdo al relato de la madre de Rivero, Ana Hernández, el “chiquilín siempre fue respetuoso conmigo y con ella también, por lo menos por teléfono”. 

Desde que el fiscal de Flagrancia de 8° Turno, Leonardo Morales, comenzó la investigación, señaló al joven como el principal sospechoso, porque había sido la última persona que había visto a Rivero. 

El hombre colaboró con la indagatoria desde un principio, pero hubo un dato que al equipo de investigadores les llamó la atención: había llevado bolsas de escombros a un terreno en Puntas de Yeguas, lugar donde se terminó encontrando el cuerpo.

El dato del hallazgo lo dio el propio joven, luego de que la Policía le consultara en varias ocasiones porque no había obtenido mayor información tras los rastrillajes. El cadáver estaba dentro de una valija.  

Los familiares de Rivero contaron que aún no pueden creer cómo terminó todo, aunque con el pasar los días reconocieron que la ilusión de encontrar a la joven con vida fue disminuyendo. “Terminó en un infierno, y nosotros no pudimos salvarla, no nos dimos cuenta, no llegamos a tiempo”, añadieron. 

Hernández ya había dicho ante la opinión pública que su hija no solía desaparecer y que siempre estaba en contacto con su familia. “No se puede desaparecer 10 días a alguien que no tiene costumbre de hacer esto por su propia voluntad. Yo conozco a mi hija, no lo hace”, añadió. 

Fuentes de la investigación comentaron que el caso ahora lo seguirá una fiscalía de Delitos Sexuales por sugerencia del propio Morales.