La Suprema Corte de Justicia presentó su respuesta al recurso de casación presentado por la defensa de una pareja acusada de asesinar a su hijo recién nacido, tras dejarlo envuelto en una toalla en un inodoro de una casa de Playa Hermosa (Maldonado). El hecho se dio luego de que la madre de la víctima consumiera misoprostol para abortar al niño. 

En la sentencia de la Justicia, a la que accedió Montevideo Portal, se desestimó el recurso de casación presentado por los abogados y quedó firme la condena contra la pareja, que deberá pasar 12 años en la cárcel. El delito que se adjudica es homicidio muy especialmente agravado. 

Tras la decisión judicial, tanto el hombre como la mujer fueron detenidos por la Policía, dado que se encontraban con medidas limitativas mientras esperaban que llegara la sentencia definitiva. 

En una primera instancia, la pareja había sido condenada a 13 años de penitenciaría pero en junio de 2023, tras la intervención de un Tribunal de Apelaciones, se redujo la pena a un año menos. 

La pericia sobre el cuerpo del recién nacido arrojó que la muerte había sido causada por asfixia, pero la defensa de la madre entendía que el examen no se ajustó a las reglas correspondientes y por eso decidió interponer un recurso de casación. 

De acuerdo con el fallo, queda claro que la pareja mantuvo un vínculo y producto de ello la mujer quedó embarazada. Tras enterarse, ambos fueron a la policlínica El Vigía con el objetivo de poder interrumpir el embarazo. Sin embargo, los profesionales les comunicaron que no resultaría posible, dado que transitaban la semana número 35 de la gestación. 

El 21 de marzo de 2021, los ahora condenados estaban en una cabaña de Playa Hermosa y allí fue donde la mujer consumió Misoprostol para lograr abortar al niño. Producto de esto, el menor nació con 46 centímetros de talla y pesó 2.500 kilos. De acuerdo con la conclusión de la Justicia, el bebé nació con vida. 

La pareja se dirigió al Hospital de Maldonado, producto de que la mujer presentó abundante sangrado. El hombre, por su parte, envolvió al niño en una toalla y lo dejó tirado en un inodoro. Los médicos que atendieron a la madre realizaron preguntas sobre el feto, pero la pareja evadió varios de los cuestionamientos. 

La pericia, que arrojó el resultado de asfixia, detalló que la muerte se dio porque el niño dejó de respirar al estar “fuertemente” envuelto en una toalla y esta situación se vio aún más agravada al colocarlo dentro de un inodoro. 

Uno de los médicos que fue interrogado por la Justicia contó que la mujer le dijo que el feto “lo había tirado por el water”. “El desarrollo del cuento era que había tenido un aborto espontáneo en el water, que había tirado la cadena y lo que había perdido se había ido por el water”, contó el profesional. 

Sin embargo, producto del tamaño de la placenta era imposible que lo expulsado pudiera irse por el inodoro. “Yo me bajé el tapabocas y le pregunté si yo tenía cara de tonto para no darme cuenta, tengo 30 años de ginecólogo, faltaba el feto. Insistí de vuelta y me dijo que había tenido un aborto. Ahí yo hablé con la Policía y le dije que había que buscar un feto”, añadió.