El mandatario estampó su firma en la ley después de que el Parlamento concluyera hoy todo el trámite necesario para adoptar las enmiendas, para lo que solo se ha requerido una semana.
El Consejo de la Federación o Senado revisó este sábado en una sesión plenaria extraordinaria la adopción por parte de los parlamentos de las 85 entidades que conforman la Federación de Rusia de los cambios a la Carta Magna promovidos por Putin, y aprobó su valoración con 164 votos a favor y uno en contra.
Ya el martes y miércoles, la Duma o Cámara Baja y el Consejo de Federación (Senado) habían aprobado el proyecto del presidente ruso, quien anunció la reforma a mediados de enero.
El jefe del Kremlin, que durante años se mostró contrario a modificar la Constitución para continuar al frente del país, aceptó esta vez enmendarla y dejar la puerta abierta a un posible quinto y sexto mandato al frente del Kremlin a partir de 2024, cuando, según la actual Carta Magna, debería abandonar la Presidencia.
Putin, que lleva 20 años en el poder, enviará ahora la ley al Tribunal Constitucional, que debe pronunciarse en un plazo de siete días a partir de su recepción sobre la compatibilidad con los capítulos 1,2 y 9 de la Carta Magna (Fundamento del sistema constitucional, derechos humanos y civiles y libertades y enmiendas y revisiones de la Constitución).
El mandatario ruso ha prometido que los cambios constitucionales solo entrarán en vigor si el máximo tribunal da su visto bueno y si los aprueban los rusos en un plebiscito previsto para el próximo 22 de abril.
Este sábado el Kremlin aclaró que para ello "más de la mitad de los ciudadanos que participarán en la votación nacional" debe dar su "sí" al paquete de enmiendas de distinta índole.
Las modificaciones, además de numerosos cambios sobre asuntos sociales, como la indexación anual de las pensiones y el apoyo a las familias numerosas, incluyen en el texto de la Constitución la figura de Dios, el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer o la prohibición de ceder territorios a otros países.
También se incorpora el concepto de que el ruso es el "pueblo fundador del Estado" al señalar que su idioma es la lengua oficial del país.
Pero, para la oposición extraparlamentaria, todas estas modificaciones no son más que envoltura engañosa del verdadero objetivo de la reforma: allanar el camino para que Putin se perpetúe en el poder.
Según la actual Constitución, de 1993, que no permite el ejercicio de la jefatura del Estado durante "más de dos mandatos consecutivos", el presidente ruso no podría postularse a la reelección en 2024.
La enmienda aprobada por el Parlamento elimina la palabra "consecutivos" y permite al presidente en ejercicio en el momento de su entrada en vigor presentarse a la reelección independientemente del número de mandatos que haya ejercido antes.
Fuente: EFE