A mediados de enero de este año, el productor de Canelones Eduardo Casanova notó una sequía en sus plantaciones y tras comunicarse con técnicos asesores descubrió que un agroquímico había contaminado el agua de una cañada que utilizaba para el riego.
No era el único. Una veintena de pequeños productores de la zona de La Armonía (a la altura del kilómetro 42 de la ruta 33) fueron afectados directa o indirectamente por el uso de este producto. Siete de ellos perdieron toda la cosecha.
Tras constatar el origen del problema, los productores rurales del paraje Armonía afectados por la contaminación de la cañada de la zona prepararon una demanda contra la empresa que provocó la pérdida de todos los cultivos.
La contaminación fue realizada por una empresa tercerizada que fue contratada por productores argentinos de la zona, que tienen un predio de 200 hectáreas de soja y maíz.
Los damnificados verificaron el uso de agroquímicos tras encontrar etiquetas del producto en la zona y constatar que parte de la vegetación acuática también se encontraba quemada. Como consecuencia de ello, los productores debieron buscar alternativas de riego al no poder usar de vuelta el agua de la zona.
Desde entonces, la Dirección Nacional de Medio Ambiente trabajaba en el caso, intentando comprobar cómo fue aplicado el producto y cuáles fueron los daños producidos a la zona.
Según explicaron fuentes de la Dinama a Montevideo Portal, esta semana se resolvió aplicar una multa de 1000 unidades reajustables al productor del predio (casi un millón de pesos), y otra multa igual a la empresa contratada (bajo el nombre de Andrea Montes de Oca) que se encargó de la aplicación el agroquímico. Los estudios confirmaron que los productos afectaron la calidad de la cañada, afluente del arroyo Valenzuela.
En la toma de muestras de agua, suelo y vegetación de los productores afectados se encontró la sustancia picloram. De acuerdo a las conclusiones de la Dinama, la empresa aplicó el producto comercial Tordon (cuyo principio activo es justamente Picloram) en una dosis ocho veces mayor a la autorizada.
Tordon es un herbicida sistémico, recomendado para el "control selectivo de malezas de hoja ancha, herbáceas o arbustivas que presenten resistencia total o parcial al herbicida 2,4-D en cereales, praderas y terrenos forestales".
El suelo se encontraba "a capacidad de campo" y las lluvias registradas provocaron un escurrimiento superficial del herbicida, lo que explica su llegada a la cañada, concluye el informe de la Dinama.