"No hace falta que todos pensemos igual", admitió Fernández, por primera vez al lado de la expresidenta desde el revés del oficialismo en las primarias obligatorias del 12 de setiembre que consagraron candidatos a los comicios de medio término para renovar parcialmente el Congreso el 14 de noviembre.
Kirchner atribuyó en aquel momento la abrupta caída de votos del 48% al 32%, respecto de las presidenciales de 2019, a lo que calificó de "ajuste fiscal", política que, según la dirigente, provocó que el electorado le diera la espalda. El proyecto de ley de fomento a la agroindustrial, anunciado este jueves "reivindica la cultura del encuentro y el diálogo”, dijo Fernández, en un mensaje directo a las patronales agrícolas y exportadores, entidades que pusieron en jaque con huelgas a Kirchner cuando era presidenta entre 2007 y 2015.
El gobernante Frente de Todos une al peronismo de tendencia socialdemócrata, encarnado en Fernández, con la centroizquierda peronista que lidera Kirchner, alianza que logró frustrar el proyecto de reelección que ambicionaba el exmandatario liberal de derecha Mauricio Macri hace dos años. Pero el macrismo y sus aliados conservaron su caudal electoral de 40% en las primarias de este año y se lanzan a ganar las legislativas.
El plan agroindustrial, un gesto conciliador hacia las patronales agropecuarias, contempla beneficios impositivos para aumentar en 7.000 millones de dólares exportaciones alimentarias que rondan este año los 29.000 millones. Argentina es uno de los grandes proveedores mundiales de alimentos. Sus exportaciones agroindustriales representan un 21% del producto interno bruto y un 65% del total de ventas externas.
En base a AFP