El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, convocó para mañana, miércoles, a los partidos políticos y para el jueves al Consejo de Estado, tras la dimisión del primer ministro, António Costa, investigado por presunta corrupción.
El socialista Costa renunció este martes por la investigación en su contra por posible prevaricación, corrupción activa y pasiva y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno, aunque aseguró que no ha cometido ningún acto ilícito.
En un comunicado, la Presidencia de la República informó que “como consecuencia de la petición de dimisión del primer ministro”, aceptada por Rebelo de Sousa, el presidente decidió convocar a los partidos políticos mañana, miércoles, en la Asamblea de la República (Parlamento).
Para el día siguiente, el jueves, el presidente ha citado al Consejo de Estado, un órgano consultivo de la Presidencia que, entre otros asuntos, puede pronunciarse sobre la decisión de disolver o no el Parlamento, aunque nunca de forma vinculante.
Inmediatamente después de la reunión con el Consejo de Estado, el presidente “hablará al país”, indica la nota.
Costa dimitió después de que la Fiscalía anunciara este martes que lo investigaba a él y a varios miembros de su Gabinete por supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias, por un caso vinculado con negocios de litio e hidrógeno.
La Fiscalía llevó a cabo el registro de “espacios utilizados por el jefe de Gabinete del primer ministro” y apuntó que varios sospechosos han hablado de la implicación de Costa en el caso por “desbloquear procedimientos”.
La investigación, en la que se han registrado más de 40 lugares, se centra en las concesiones de explotación de litio en las minas de Romano y Barroso, en el norte del país; además de un proyecto de una central de producción de energía a partir de hidrógeno y otro para la construcción de un centro de datos, ambos en Sines.
La Fiscalía ha emitido órdenes de detención contra el jefe de gabinete del primer ministro, el alcalde de Sines y dos de sus administradores en la sociedad Start Campus y contra un abogado, que serán presentados ante la Justicia para ser interrogados.
También fueron declarados “arguidos” (sospechosos formales, una figura previa a la acusación) el ministro de Infraestructuras, João Galamba, y el presidente del Consejo Directivo de la Agencia Portuguesa del Ambiente.
En su intervención televisiva, Costa dijo que se vio “sorprendido” con la información de un proceso criminal en su contra y se mostró “totalmente disponible” para colaborar con la Justicia, pero negó las acusaciones y subrayó que se marcha “con la conciencia muy tranquila”.
EFE