Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Mentiras piadosas

Por compasión, reclutó a alguien para que le mintiera a su abuela durante casi 13 años

El caso ocurrió en China. Nadie en la familia tenía valor para decirle a la anciana que su hija había muerto.

01.07.2021 16:27

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2021-07-01T16:27:00-03:00
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Un extraño y prolongado caso de mentira piadosa conmovió recientemente al público chino, luego de que una de sus protagonistas fuera entrevistada en la TV, en el marco de un informe sobre el tema.

La mujer, que hoy tiene 46 años, engañó a su abuela durante dieciocho para que no supiera que hija -madre de la narradora de la historia- había fallecido.

Cheng Jing contó ante las cámaras que su madre, Cheng Congrong, era la única hija de su anciana abuela, y la persona más importante en la vida de esta.

Congrong contrajo cáncer de pulmón, enfermedad que a llevó a la tumba en el año 2003. Desde ese momento, su hija y el resto de la familia lograron mantener una impostura para evitar que la abuela lo supiera. El engaño se prolongó hasta hace apenas unos meses, cuando la anciana murió a la nada desdeñable edad de 100 años.

En el informe, recogido por la prensa local, Jing contó que su madre y su abuela siempre habían sido muy unidas, e incluso cuando su madre estaba seriamente afectada por el cáncer llamaba a su anciana siempre que su salud se lo permitía, y le decía que todo estaba bien.

Sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, Congrong llegó a grabar docenas de mensajes de voz y pidió a sus hijos que se los hicieran escuchar a la abuela para que ella no se preocupara.

Jing respetó el último deseo de su madre y, después de su muerte, siguió reproduciendo las grabaciones, intercalándolas repetidamente según la ocasión y la época del año.

En algunos mensajes Chen Congrong se quejaba del frío y le recordaba a su madre que tomara su medicina a diario, y en otros le aconsejaba que se levantara de la cama lentamente por la mañana para no perder el equilibrio y le aseguraba que la visitaría como tan pronto como pudiera.

Los mensajes de voz funcionaron durante un tiempo, pero Chen Jing pronto se dio cuenta de que era solo cuestión de tiempo antes de que su abuela se diera cuenta de que estaban pregrabados. Entonces encontró a Weiping, una mujer con voz un tanto parecida a la de su madre, e hizo que llamara a la abuela y la tranquilizara con mensajes positivos. Sin embargo, este nuevo engaño empezó bastante mal.

Jing contó que cuando Weiping hizo la primera llamada fingiendo ser Congrong, la anciana no mordió el anzuelo. "Apenas atendió la llamada preguntó con quién estaba hablando, se daba cuenta de que no era la voz de su hija", explicó la nieta.

Conmovida por la situación y dispuesta a ayudar como fuere, Weiping practicó todo lo posible para que su voz se asemejara más a la de las grabaciones de la difunta, pero la anciana seguía notando la diferencia.


Cheng Jing entrevistada en la TV china

Finalmente, los nietos se confabularon en una especie de conspiración dentro de la conspiración que ya estaba en marcha, y le dijeron a la señora que Congrong había pasado por una enfermedad respiratoria complicada, y eso le había afectado la voz. Tras esta argumentación, las llamadas de Weiping dieron resultado y logró hacerse pasar por la mujer muerta.

De ahí en adelante, y durante trece años más, la familia debió hacer todo tipo de acrobacias argumentales para explicarle a la anciana por qué su hija no la visitaba. Pronto descubrieron que los argumentos relacionados a la salud -y especialmente al corazón- eran aceptados sin rechistar. Así las cosas, la imitadora continuó sus llamadas y en ellas argumentaba diversos, sucesivos y pertinaces quebrantos de salud, justificando así la ausencia.

Meses atrás, la familia entera se reunió para celebrar el centenario de la abuela, ocasión en la que hasta lanzaron fuegos artificiales en homenaje a la matriarca.

Chen Jing, con los ojos llorosos, dijo a sus entrevistadores en TV que su madre era la única hija de su abuela y que lo había sacrificado todo por ella. Saber que había muerto habría sido demasiado para la anciana, por lo que no quiso correr el riesgo de romperle el corazón.

Un par de meses después de su centésimo cumpleaños, la abuela murió sin haber visto a su hija en casi dos décadas. Fue un final trágico para una historia desgarradora, y aunque Chen Jing admite que engañar a su abuela "no era lo ideal", cree que fue lo correcto, para evitarle el dolor.

Tras el reportaje, la historia se volvió viral en las redes sociales chinas y conmovió a millones de internautas.