Un policía de Neuquén, provincia argentina, asesinó a un joven mecánico de un disparo en el pecho. El hecho sucedió el pasado jueves, mientras ambos estaban charlando dentro del taller.
De acuerdo a la versión de algunos testigos, el efectivo de 28 años era amigo de la víctima y sacó su arma. Mientras la manipulaba, se le escapó un disparo sin querer, que terminó con la muerte del hombre.
Antes de que llegara la Policía, familiares y amigos del fallecido agredieron al asesino a golpes y patadas. Otro efectivo policial debió interceder para que el hecho no pasara a mayores.
La fiscal María Eugenia Titanti confirmó que el arma era una Bersa Thunder de 9 milímetros y adelantó que todo indica que fue por accidente.