Un hombre de 25 años, efectivo de la Guardia Republicana, confesó el asesinato de un hombre de 35 cometido el pasado lunes en la zona de Nuevo París.

En la audiencia de formalización, celebrada este viernes al mediodía, se lo imputó por un delito de homicidio agravado. La Justicia dispuso la prisión preventiva por 150 días, “fundamentada básicamente en el riesgo procesal de entorpecimiento de la investigación, por tratarse de un funcionario policial”, según informaron desde Fiscalía General de la Nación. 

Tal como informáramos, en aquella ocasión un hombre armado bajó de un camión en la calle Islas Canarias y la emprendió a disparos contra un peatón. La víctima fue trasladada todavía con vida hasta el Hospital del Cerro, donde murió poco más tarde.

La revisión de las cámaras de seguridad permitió saber que el vehículo en cuestión era propiedad de un efectivo de la Jefatura de Policía de Montevideo, quien residía por la misma calle en la que se había cometido el crimen, pero unas 15 cuadras al sur.

Interrogado, el agente admitió la posesión del vehículo, pero dijo que no lo usaba y que era su hermano —agente de la Republicana— quien lo conducía. Este último, al saber que su casa estaba siendo allanada, dijo haber sido víctima de una rapiña en la que le robaron su arma.

Según informara el noticiero Telemundo, ambos viven en la misma casa junto a sus padres, propiedad en la que se encontró el rodado en cuestión.

Finalmente, el efectivo de la Guardia Republicana admitió la autoría del crimen y deslindó a su hermano de toda responsabilidad, razón por la que en principio este quedó en libertad.

El homicida dijo que fue sorprendido por la víctima cuando se disponía a arrojar basura en una cuneta. De acuerdo con su declaración, el ahora fallecido lo increpó y comenzó a filmarlo.

El agente, que no estaba en servicio en ese momento, volvió a su casa a recoger su arma y salió a la calle nuevamente. Poco después se cruzó de nuevo con la víctima, a la que mató de varios disparos.