El vocero de la comisión de vecinos que se formó a raíz de
la demolición de la Fuente de los Fundadores de Atlántida anunció este jueves
que la Intendencia de Canelones comenzó la demolición del “patrimonio”,
a pesar de que los vecinos de la zona lograron 1.600 firmas en
contra de la nueva escultura que sustituirá la icónica fuente. Algunos de los
firmantes aseguran que el nuevo monumento se identifica con el símbolo del comunismo y
algunos aseguran que el grupo escultórico, que es de color rojo, tiene forma de martillo y oz, dijo el vocero Juan Laplace a Montevideo Portal.
El representante del grupo de vecinos de Atlántida expresó que la fuente “fue demolida sin contemplar el decreto D0013-017 de Ordenamiento Territorial, en el que se mencionan los sitios y bienes de valor patrimonial a proteger” —la fuente figura entre ellos, aseguró—.
“Lo más grave es que haciendo caso omiso a la solicitud de los más de 1.600 firmantes siguieron adelante con la instalación de la escultura y hasta el momento ni siquiera recibimos una mínima devolución por parte del intendente Marcelo Metediera ni de su secretario Francisco Legnani, por ninguna de las vías de contacto que se reclamó”, expresó Laplace.
Además, aseguró que el intendente de Canelones había afirmado que el tema estaba “en pleno debate”.
“Nos parece muy grave que esas firmas queden archivadas en la oficina del intendente y una inmensa falta de respeto a la ciudadanía”, expresó.
El decreto al que hace alusión el vocero del grupo de vecinos data de 2017 y está firmado por el entonces prosecretario general de la Intendencia de Canelones, Agustín Mazzini; el presidente de la Junta Departamental de Canelones, Eduardo Molinari, y el director de la Secretaría Administrativa de la Junta, Hugo Recagno.
De acuerdo con lo que manifestó el residente de Atlántida, los vecinos se contactaron con la Comisión Nacional de Patrimonio, que les aseguró que esa protección es hacia “la plaza en su totalidad”.
“Entendemos que no fue un proceso claro y dejó mucho que desear porque nos admitieron que nunca se vio que estaba protegida por decreto en las supuestas audiencias públicas. Además, estas audiencias fueron muy poco difundidas y con un título totalmente errado que refería al ‘reacondicionamiento’ o ‘restauración’ de la plaza y no a lo que se iba a hacer realmente allí”, explicó Laplace.
Si bien las autoridades municipales explicaron que la demolición de la fuente era necesaria debido a sus precarias condiciones, según Laplace varios arquitectos de la zona y los obreros que trabajaron en la demolición de la fuente afirman que no había riesgo edilicio.
“Lo que estamos solicitando es la restitución de nuestro ícono patrimonial, parte importante de los atlantidenses, demolido injustamente tras un proceso que dejó muchísimo que desear”, enfatizó el pasado 21 de octubre, y sentenció: “Realmente sentimos que nos están tomando el pelo”.
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