El Pit-Cnt anunció este martes que lleva recaudadas casi 250.000 firmas para impulsar el plebiscito de reforma de la seguridad, que propone modificar el artículo 67 de la Constitución.
En concreto, el presidente de la central sindical, Marcelo Abdala, informó que van 246.527 firmas de las 270.000 necesarias que deben ser presentadas ante la Corte Electoral el 27 de abril.
Sin embargo, desde los que impulsan la iniciativa tienen claro que ante el organismo hay que presentar más de las firmas requeridas constitucionalmente, para asegurarse que la iniciativa siga adelante.
En tanto, diversos economistas han coincidido en los últimos meses en la inconveniencia para el país de que se apruebe una reforma de este tipo.
El último en hacerlo fue el socio de Exante Pablo Rosselli, quien el pasado viernes calificó la iniciativa de “pésima, regresiva y temeraria”.
En un hilo en X (antes Twitter), el economista afirmó: “Es una muy mala idea introducir regulaciones de índole legislativa en la Constitución, porque la Constitución es muy difícil de cambiar y debe utilizarse para establecer las grandes reglas del ordenamiento jurídico. Quienes promueven la reforma constitucional, aspiran a que el Estado cobre más impuestos o contribuciones a la seguridad social para financiar el déficit del sistema. La realidad es que Uruguay ya tiene un alto gasto público en pasividades”.
En esta línea, Rosselli añadió: “Si fuésemos a aumentar la presión tributaria, deberíamos pensar en destinar esos recursos a combatir la pobreza y la marginalidad, que afecta sustancialmente a niños y adolescentes. La reforma constitucional es profundamente regresiva. Son las personas de mejores carreras y mayores ingresos las que pueden acumular 30 años de servicio a los 60 años de edad. Las de menores ingresos deberán trabajar más allá de los 60 años, aunque se apruebe esta reforma”.
“La reforma constitucional también es regresiva porque actúa en perjuicio de las generaciones más jóvenes, que son quienes más padecen la pobreza y el desempleo, y que deberán soportar una mayor presión tributaria. La reforma también es regresiva porque la indexación de las pasividades mínimas al Salario Mínimo Nacional terminará alentando a los futuros gobiernos a rezagar el salario mínimo, como pasaba hasta 2005. La reforma es temeraria porque plantea un fuerte aumento instantáneo del gasto público (suba de pasividades mínimas) y una enorme inseguridad jurídica, no solo por la confiscación de los ahorros administrados por las AFAP, sino porque también pone en duda la reforma de 1996”, argumentó.
Los argumentos de Rosselli fueron compartidos por varios colegas, pero también por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, quien aseguró que de aprobarse la reforma “va a arruinar el sistema de seguridad social” uruguayo.
Entre los economistas, compartieron lo expresado por Rosselli Gonzalo Márquez, el doctor en historia económica Javier Rodriguez Weber, entre otros. Anteriormente también se había expresado en contra de la iniciativa el director ejecutivo de Ceres, Ignacio Munyo, quien calificó al plebiscito para reformar la seguridad social de “populista”.
¿Qué propone la papeleta?
La papeleta propone que el sistema de seguridad social sea organizado y gestionado exclusivamente a través del Estado “y de personas públicas no estatales, sin perjuicio de los complementos surgidos de la negociación colectiva en beneficio de los trabajadores”.
La reforma impulsa la prohibición de los sistemas de ahorro individual con destino jubilatorio, es decir, la eliminación de las AFAP.
También disminuye la edad de jubilación a 60 años, además de marcar que “ninguna jubilación ni pensión podrá ser menor al valor del salario mínimo nacional”.
Propuesta de Papeleta de plebiscito del Pit-Cnt by Montevideo Portal on Scribd