En agosto, el refugiado de Guantánamo Jihad Diyab estuvo en Rivera, donde a través de contactos manejó la posibilidad de conseguir trabajo en la zona.
Estaba previsto que a fin de año su mensualidad, que ahora es de 7500 pesos, se termine, según lo dispuesto en el convenio que firmaron los seis ex prisioneros de Guantánamo.
Sin embargo, según informó El País y confirmó Montevideo Portal, se solicitó una prórroga del subsidio para los seis refugiados.
Christian Mirza, nexo entre los refugiados y el gobierno, explicó a Montevideo Portal que en enero cobrarán la última partida, que representa una cuarta parte de lo que recibían originalmente. El programa preveía que se disminuyera la asistencia monetaria a medida que fueran insertándose y consiguiendo trabajo.
"Me hago cargo de este pedido y no involucro a ninguna organización ni persona más que a mí mismo", dijo Mirza a Montevideo Portal. "Lo planteé porque no se resuelve aún el tema de la inserción laboral, y el Estado tiene una responsabilidad que asumió cuando los hizo venir al país", dijo.
Mirza contó que "fuente de ingreso estable y suficiente no tiene ninguno". Hay dos de los refugiados que trabajan en un parking, cuyos ingresos son muy magros. Luego hay otros dos que tienen trabajos a tiempo parcial -uno, por ejemplo, da clases de inglés y árabe- y uno tiene un emprendimiento de dulces.
"Yo hablo de empleos estables e ingresos mínimamente suficientes. No planteo que se vayan a enriquecer con el subsidio o el empleo, pero necesitan trabajar, como plantearon todos, y si llegamos al fin del programa y no se logró el objetivo, estamos complicados", apuntó.
El único que no tiene ningún tipo de empleo, parcial o completo, es Jihad Diyab, pero según Mirza tuvo un "cambio de mentalidad" y "ya no piensa en irse sino que tiene voluntad de quedarse y ser trasladado a Rivera". Por ese motivo, se solicitó a Cancillería que se lo reubique allí, donde ya hizo contactos.
"Me comentó ese deseo a mí y al Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu). Teóricamente hay más posibilidades en el caso de él en ambas fronteras, tanto en Chuy como en Rivera, porque hay comunidades árabes más afincadas", dijo Mirza. Hasta ahora no hubo una respuesta del gobierno uruguayo a los dos pedidos pero se le contestó que se iba a analizar el tema.