Dos uruguayas, madre e hija, están presas en Bolivia tras haber sido acusadas por “narcotráfico”. Según relataron familiares y amigos de Silvia y Virginia, una de las mujeres poseía siete gramos de cannabis para “consumo personal” y fue detenida por las autoridades bolivianas. De este modo, considerando la situación actual boliviana —este miércoles hubo un intento de golpe de Estado—, piden de forma “urgente” que el Gobierno uruguayo interceda.

“Necesitamos que el gobierno uruguayo de un paso más y logre traer de regreso a casa a Silvia y a Virginia. No sabemos cuánto tiempo más podrán soportar las condiciones de encierro; la salud de ambas se deteriora día a día”, señalaron allegados a las mujeres y organizaciones uruguayas en un comunicado.

De este modo, aseguran que la Justicia de Bolivia acusa a las mujeres de narcotráfico, razón por la que fueron trasladadas a la cárcel en La Paz. Sin embargo, señalan que tras “un proceso judicial” se determinó que Silvia “no cometió ningún delito”, por lo que quedó “sobreseída”. “Esto sucedió hace más de un mes, pero Silvia continúa presa”, indica la misiva.

Asimismo, la carta dice que Virginia fue “acusada de consumo, pero en Bolivia no corresponde pena de prisión para quien consume”. Sin embargo, la uruguaya también continúa presa.

“Estar preso siendo inocente es una de las peores pesadillas que una persona pueda soportar; si a eso le sumamos que es en un país extranjero, sin redes de contención afectiva, sin visitas que acompañen, sin comprender la idiosincrasia, sin conocer las leyes, las instituciones, las dinámicas culturales, es aterrador. En este proceso de tanto sufrimiento, ha sido muy importante el acompañamiento del embajador uruguayo en Bolivia, a quien le estamos profundamente agradecidos”, expresan los allegados y organizaciones que apoyan su pedido al Gobierno.

En esta línea, el comunicado recuerda que “las condiciones de vida en la cárcel son muy duras y costosas (hay que pagar para la sobrevivencia de ambas)”.

“La privación de libertad en un país lejano, a 4000 metros de altura, aisladas de su familia y de sus vínculos afectivos hace que la situación sea insoportable y esté generando un deterioro creciente que nos preocupa de sobremanera. Se suma a esta situación el complejo contexto institucional que en estas horas atraviesa Bolivia”, expresa.