Por César Bianchi
@Chechobianchi
Fotos: Juan Manuel López
El año próximo cumple 30 años al aire con Malos Pensamientos y cree que la receta del éxito pasa por ser auténtico y divertir a la gente. Luego de incursionar en entrevistas en profundidad, el lunes inauguró Radiostar, un reality donde los propios oyentes van a cantar en vivo a los remozados estudios de Azul FM. La propuesta está en consonancia con GOT Talent Uruguay, el programa de talentos artísticos de canal 10 donde se verá el regreso de Orlando Petinatti a la TV, algo que extrañaba.
Pero Peti, el comunicador mordaz y sarcástico, ha tomado la decisión estratégica de hacer conocer mucho más sus posiciones políticas y no esconde lo crítico que es con esta administración frentista. Tanto, que sin ambages afirma que votará por "la alternancia", del mismo modo -dice- que en 2004 entendió que la izquierda merecía una oportunidad en el gobierno. Entiende que podría dedicarse a hacer pan y circo desde el micrófono pero que prefiere involucrarse en temas de coyuntura, porque no sabe cómo explicarle a su hija de 10 años por qué hay familias enteras hurgando en la basura o gente durmiendo en colchones en el cordón de la vereda.
Petinatti -como todos conocemos a Freddy Nieuchowicz, de 51 años-, dice que hay "muchísimo" antisemitismo en Uruguay, y apela al investigador judío y cazanazis Simon Wiesenthal para desacreditar a Javier Miranda, presidente del FA, quien dijo que no investigaba personalmente las denuncias sobre desaparecidos, porque el tema lo "afecta emocionalmente". "Mirá si Wiesenthal va a decir algo así...", compara.
Por cierto, Petinatti cree haber colaborado con su denuncia pública en TV sobre un dato para hallar a Elena Quinteros en el Batallón 13, siente que ayudó a remover "un tema que estaba dormido". "Yo hablé un martes y al sábado siguiente entró una excavadora al predio", sostiene, dato que le dio un oyente por mail, y le confirmó Felipe Michelini, hoy en el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia. "Yo sé que estaban buscando de antes, pero capaz que ese día entró la súperexcavadora que encuentra cuerpos... No sé", sugiere con picardía. Él tiene la paz interior de haber colaborado en un tema delicado, y poco le importa que digan que está operando: "Yo no estoy haciendo campaña contra el gobierno. Ni hago mandados. Porque no cobro por esto. Yo digo lo que pienso".
-El año que viene Malos Pensamientos cumplirá 30 años en el aire. Es mucho tiempo para un programa de radio al aire. ¿A qué atribuís la permanencia?
-No hay un sólo factor. Tiene que ver con la autenticidad, con mostrarte auténtico al aire, y entretener. La gente, cuando escucha el programa, quiere entretenerse, divertirse, distraerse, y el programa es eso. Tiene que ver con que la gente a lo largo de estos años ha aprendido a conocerme, sabe que soy auténtico como la propuesta que hago, sabe que soy honesto y sincero. También el programa funciona porque la gente siente esa cercanía y se anima a salir al aire a decir cosas que quizás no dice en su vida privada. Eso se logra cuando le generás confianza a la gente.
-Tenés un rating de audiencia que envidian la mayoría de los programas de TV. ¿Cuál es la explicación para esa popularidad?
-A lo largo de los años, a lo largo de la trayectoria del programa, han habido diferentes explicaciones para eso. El programa se empezó a masificar ni bien apareció, porque era rupturista, no existía el humor en FM, no existían programas similares, existían programas que hablaban de música o de interés general pero no un programa de humor, que además se llame Malos Pensamientos. Ya el nombre en los '90 era fuerte de escucharlo. El himno incluso; vos escuchabas: "Maaaalos Pensamientos", y la gente decía: ¿y esto qué es? Haber encontrado una propuesta diferente y rupturista empezó a atraer muchísima gente. Después que la descubrieron, empezaron a preguntar cómo este tipo es capaz de decir las cosas que dice, al aire. Y eso genera cierta adrenalina entre el público y el programa.
Después apareció Hércules, quién empezó a decir cosas que yo no me animaba a decir y la gente se enganchó con eso. Después apareció La Mano y la gente no podía creer que en Uruguay pasaban cosas (se decía que acá no pasaba nada, que Uruguay era gris). La gente empezó a contar cosas personales al aire, y eso amplió la audiencia. Después apareció Operación Retorno, y sumó más gente, y ya no era un sector de humor sino de conexión con los uruguayos. A partir de allí todo es historia conocida.
-¿Nunca pensaste corto acá y hago otra cosa, otro programa con otro estilo, con otro enfoque?
-Yo siento que en todos estos años el programa ha ido cambiando. Arrancó con secciones y personajes de humor, con cosas que pasaban en el país, o sátiras televisivas, o parodias a gente que formaba parte del Uruguay. Hoy, en un gran porcentaje, el programa es comunicación con la gente, pero también en esa mutación me encuentro con que yo opino sobre la realidad de nuestro país. El programa ha ido cambiando, y sigue teniendo un rating de audiencia elevadísimo. Pero yo no hago el programa por el rating de audiencia, lo hago porque me divierte y siento que a la gente también le divierte. Yo soy un agradecido a la vida por haber encontrado una pasión en el trabajo. Me lleva muchas horas, mentalmente me desgasta una enormidad, pero no lo siento como una carga. Vengo feliz a hacer el programa.
Y hablando de mutación, el lunes arrancó una nueva sección en el programa, que se llama Radiostar. Y es el primer reality de chicos que forman parte de la audiencia, que vienen a cantar al programa. Hacemos un reality de talentos musicales en el programa.
"Hoy Malos Pensamientos es comunicación con la gente, pero en la mutación hoy yo opino sobre la realidad de nuestro país. El programa ha ido cambiando, y sigue teniendo un rating de audiencia elevadísimo"
-¡Vas a competir con GOT Talent Uruguay!
-GOT Talent es más talentos y es televisión. Esto yo lo había desarrollado en 2017. Yo necesitaba un cambio en el estudio de Azul FM. El estudio de Azul ha cambiado 180 grados respecto a lo que era antes, y hoy tenemos un estudio acogedor donde podemos invitar a la gente a participar, y por eso el lunes empezó "Radiostar", con chicos que antes mandaron videos musicales que me sorprendieron... Cómo los chicos disfrutan de mostrarse. Antes a nosotros no nos pasaba: veíamos una cámara y la eludíamos. Hoy es al revés.
-¿Qué dilemas tenés a la hora de elegir las historias de "La Mano"? Porque supongo no todas sirven, y en más de una te has metido en líos, porque oficiás de intermediario y actuás de acuerdo a lo que te cuentan, quedando a merced de lo que callan...
-"La Mano" también fue mutando. Cuando arrancó, los primeros años, "La Mano" era "hay que llamar a Marcela, que le presté un vestido para el cumpleaños de 15 y no me lo devolvió" o "le presté unos CDs a un amigo y no me los devolvió". Y de a poco la gente se sintió atrapada por esa propuesta que mutó por "devolveme tal cosa" o "le quiero decir a Fulana que la quiero" a estoy saliendo con un tipo casado, quiero que lo llames y que se la juegue", y me atiende la esposa. O un chico cumple 18 años, se entera de que es producto de una aventura de su mamá. Cuando él cumple 18, su madre se lo cuenta, y nosotros tuvimos que llamar al padre para decirle: "Tenés un hijo que cumplió 18 años".
-¿Cómo afrontás ese rol?
-Con mucha responsabilidad. Para mí, estar frente a un micrófono es responsabilidad, más allá de lo que yo vuelque desde el entretenimiento. Es la responsabilidad de estar frente a un micrófono. A lo largo de los años "La Mano" ha cambiado. Empezó siendo algo más lúdico, era un juego, y hoy día, donde la sociedad ha cambiado, nuestra atención a ese espacio cambió. Al principio la producción de "La Mano" eran tres minutos, ahora si un tipo quiere volver con una mujer o al revés, nosotros le tenemos que preguntar todo: si hubo violencia doméstica, si hubo excesos de algún tipo, si hubo insultos... Igual te pueden mentir, pero ya tenemos una gimnasia al hacerlo todos los días y sabemos qué preguntar. Digo "sabemos" pero es la producción. La producción está 20 minutos hablando con la persona antes de salir, y si vemos un hecho delictivo o tenemos alguna sospecha, se descarta.
Cuando nadie hablaba de violencia de género hacia el sexo femenino, yo al aire tuve una Mano en los 90 -estaba en Océano, en la calle Convención- y la recuerdo hasta hoy. El tipo quería volver con una chica, y era un santo al aire. Se mostró como un tierno, un corderito, y la chica sale al aire y dice: "No, yo con este tipo no voy a volver", y lo dijo con una manera tan tajante, que le pregunté por qué no. Y me dice: "Porque me levantó la mano". Y yo hice este silencio (Petinatti deja un silencio de 30 segundos). Y dije lo que me nació. Le dije al hombre que había pedido La Mano: "Te voy a pedir por favor que cortes el teléfono y que no escuches más el programa, porque no sos la persona que quiero que sea audiencia de este programa". El hombre cortó y yo le pedí al operador que deje el tu-tut que evidencia que una persona cortó. Y eso fue lo que se sintió. Le pedí disculpas a la chica, y seguimos con el programa. Aprendí de esa lección, pero también dí una lección al aire. Se convirtió en esas cosas donde pasan los años y parece que todo el mundo lo estaba escuchando...
-A mucha gente le encanta lo que hacés y te sigue desde hace mucho tiempo, como también tenés muchos haters. Entre las personas que te atacan y te agreden, ¿notás antisemitismo?
-Sí, claro. Sí, sí, sí... Creo que hay tres motivos que se destacan cuando una persona me agrede. Una tiene que ver con el antisemitismo, que está en todas las clases sociales, en todos los estratos e ideologías. Hay mucho antisemitismo en la izquierda. Hay mucho antisemitismo en la derecha. Hay mucho antisemitismo en la sociedad. Muchísimo, más de lo que podría imaginarse, porque tiene que ver con la ignorancia y este país en la educación va cayendo en picada. Cuando hay más ignorancia, hay más antisemitismo.
Otro grupo tiene que ver con la política. Yo no soy un tipo identificado con la izquierda, eso está claro. No soy cercano a la izquierda. Tampoco soy cercano a la derecha, si la gente me conociera lo sabría. Yo no soy cercano a la derecha. Ni cerca. Soy de centro, liberal, que respeta, demócrata, librepensador, republicano. Pero... hay mucha agresión en la izquierda, la intolerancia es moneda corriente. Entonces aquellos que sienten que yo soy un "facho", me agreden y no me jode porque habla más de ellos que de mí.
Y los otros, el otro grupo, son los radicales hinchas de Peñarol, con los que me llevo muy bien y me divierte. Les pido por favor a los hinchas de Peñarol que sean más divertidos y más creativos a la hora de cargarme, porque el clásico insulto no suma y resta. Yo acepto de muy buena gana las cargadas de hinchas de Peñarol. ¡Yo me comí el Quinquenio estando al aire!
"Hay tres motivos que se destacan cuando una persona me agrede. Uno es el antisemitismo, otro es la política, hay mucha intolerancia en la izquierda, y el tercero son los radicales hinchas de Peñarol. ¡Sean creativos para cargarme!"
-Y el 5 a 0...
-Bueno, pero ta, después de los tres goles, ya me daba lo mismo. Pero con el Quinquenio de Peñarol en 1997 fue el día que más faxes recibí (estaba de moda el fax). Antes se cargaba de otra manera, antes era divertido. Concluyendo: estos los tres tipos de haters que tengo yo. Pero no se odia si se menosprecia, esa es una frase de Nietzche. El odio de los haters surge ante el igual o el superior. Yo no me creo superior, pero hay gente que tiene tiempo ocioso en las redes y se cree inferior.
-¿Y con hinchas de Peñarol has tenido problemas?
-Si yo escribo un tuit irónico o baboso, pero con humor, y alguien me agrede, el problema no lo tengo yo, lo tiene el tipo, que supone que lo mío es violencia. Yo hago humor, no insulto a la familia ni a los jugadores de Peñarol. Recibí insultos de todo tipo y color con aquel tuit de "saludos del campeón al torneón", y era un chiste. El problema es la gente, no mío. Yo no puedo explicarle a la gente: "Ey chicos, cuando pierda Nacional, pueden hacer lo mismo". De hecho, agarraron mi tuit y me lo recordaron cuando fue al revés, y yo me mataba de la risa en casa. Pero nunca recibí amenazas de hinchas de Peñarol, ni nada por el estilo. Los que tienen más de dos dedos de frente entienden que esto es un juego, y cuando pierdo, me toca a mí bancar. Si la gente se relajara más, sería más divertido este país.
-En breve volvés a la tele. ¿Cómo nace la convocatoria para GOT Talent Uruguay, donde estarás como jurado de ese programa de talentos conducidos por Natalia Oreiro?
-Surge por un interés de canal 10, yo siempre quise volver a hacer televisión. Era una asignatura pendiente y un deseo.
-¿Es una revancha en TV?
-No, es un trabajo más, pero después de mucho tiempo sin hacer televisión, casi 12 años. Y eso me alegra muchísimo. Me alegra que se hayan fijado en mí para volver a la TV en un formato exitoso en el mundo entero y con un personaje que yo disfruto, porque voy a ser jurado y será el personaje que podés asociar a Simon Cowell, que fue el creador de GOT Talent. ¿Yo qué voy a ser como jurado? Yo al aire voy a ser el jurado que la gente quiere ver, el que escucha al aire (en Azul) todos los días: si sale un tipo que no rinde, yo le digo cosas al aire, y siendo jurado voy a tener la opción de jugar con aquellos que puedan no llegar a rendir, pero también soy de los que se emociona cuando alguien tiene un talento y un don para mostrar. De hecho, me pasa hoy al aire: yo me emociono al aire.
-¿Qué te sedujo de la propuesta?
-Volver a la TV, sin lugar a dudas, pero en un programa que es un éxito en el mundo entero, que tiene mucho que ver con lo artístico y yo disfruto mucho con eso. Yo soy y siempre fui televidente de America's GOT Talent, me parece que mi personalidad encaja muy bien con el personaje en el jurado que voy a tener que hacer.
-Desde hace un par de años te noto mucho más expresivo en asuntos de política, siendo muy crítico con el gobierno, sobre todo en temas de seguridad. Razón por lo cual suelen ponerte la etiqueta de "facho"... ¿Qué les contestás a los que te dicen "facho"?
-No puedo responderles mucho... Primero tienen que saber de qué se trata el fascismo. Yo estoy muy lejos del fascismo. Y no me agrada ese mote, pero yo no puedo convencer a la gente que en su mayoría es cínica, es resentida, es envidiosa y tiene mucho tiempo libre, como para dedicarme algunas palabras. Yo creo que eso habla más de ellos que de mí.
-El año pasado entrevistaste a Gerardo Nieto en tu programa y debía responder con una sola palabra a determinadas consignas. Fue viral el video porque calificó con palabras elogiosas como "bueno", "buenísimo", "líder", "maravilloso" o "amigo" a consignas tales como Bonomi, Sendic, Lula, Maduro, Fidel Castro, Che Guevara. Y vos llegaste a cuestionarle algunas respuestas. Cuando dijo "muy bueno" por Sendic, le dijiste "estás como loco", y cuando sobre Bonomi dijo "buenísimo", le preguntaste si estaba borracho o había vuelto a la cocaína... Yo lo entrevisté después a Nieto para esta sección, y me dijo que te contestó así porque vos estás haciendo campaña contra el gobierno, entonces fue su forma de defender al FA.
-Yo no estoy haciendo campaña contra el gobierno. Ni hago mandados. Porque no cobro por esto. Yo digo lo que pienso, más allá del gobierno de turno. A mí me parece que tenemos la oportunidad de ser un país digno, y para ser un país digno tenemos que tener representantes dignos. Yo no voy a explicarle a la gente todas las cosas que ha hecho o dicho Bonomi y la gente se asombra, porque ya lo saben. Yo no voy a explicarle a la gente lo que ha hecho Sendic, porque por algo ya no es más vicepresidente. Yo soy un ciudadano más y hablo como tal, porque cuando se apaga la luz del estudio, soy uno más como todos. Tengo la oportunidad de hablar y para mí sería más fácil no decir nada. A mí me va muy bien, soy exitoso en lo que tiene que ver con el programa, económicamente me va muy bien, no tendría por qué decir nada, hago pan y circo y me voy a mi casa. Pero, ¿de qué me sirve salir de la radio y ver por la calle Tacuarembó un tipo con medio cuerpo adentro de una volqueta buscando comida? Cruzo y ver un tipo durmiendo en un colchón, en la calle. Yo no quiero eso para mí país.
"A mí me va muy bien, soy exitoso, económicamente me va muy bien, pero, ¿de qué me sirve salir de la radio y ver un tipo con medio cuerpo adentro de una volqueta buscando comida? Yo no quiero eso para mi país"
-Eso también pasó -y fue peor- durante el último gobierno colorado, en plena crisis de 2002...
-Eso pasó también en gobiernos colorados, sí. Pero hay que analizar todo. Este gobierno le prometió a la gente "un país de primera y un gobierno honrado", y ni honrado ni de primera. Hay mucha gente durmiendo en la calle. Yo por suerte tengo un techo, pero a mí me educaron diciéndome que mire para el costado también. Yo te repito: podría irme para mi casa en mi auto, y me iba a mi casa con mi calefacción. Pero, ¿cómo le explico a mi hija de 10 años que no es normal que un tipo duerma en la calle con su colchón o el carro del supermercado? Voy caminando con mi hija y ve toda una familia buscando comida en una volqueta. ¿Cómo le explico eso? Yo no me puedo quedar callado, porque ese no es el país que yo quiero para mi hija, y para los hijos de mis amigos... y para la gente.
-En julio hiciste una revelación en el programa Todas las Voces de canal 4. Contaste que en el año 2014 pusiste al aire a un integrante del MLN que hablaba contra José Mujica -quien era el presidente en ese entonces- y te llegó un mensaje de una oyente que te decía que era una hija de militar, y decía saber el lugar exacto de donde estaba enterrada Elena Quinteros. Te reuniste con la oyente fuera del aire, grabaste la entrevista y se la entregaste a Javier Miranda, quien era el secretario de Derechos Humanos. Y terminaste la confesión diciendo: "Yo quiero que mañana los periodistas le pregunten a Miranda -hoy presidente del FA- qué hizo con esa grabación y si investigó algo". Después, consultado, Miranda dijo que no había escuchado el CD pero que lo entregó a la Secretaría del Pasado Reciente... ¿Te conformaron sus respuestas?
-Creo que no le conformaron a nadie, porque a lo largo de los tres o cuatro días posteriores, las respuestas fueron cambiando. Dijo "no me acuerdo si a mí me entregó el CD", dijo "no escuché el CD", "no me acuerdo si estuve en la reunión", y también dijo que él era "muy sensible para escuchar los testimonios". Mirá si Simon Wiesenthal (NdeR: cazador de nazis judío, quien tras haber estado preso en un campo de concentración dedicó su vida a perseguir criminales de guerra nazis que se encontraban fugitivos), va a decir: "No me cuenten nada de la Segunda Guerra Mundial porque soy muy sensible". ¿Te imaginás que Simon Wiesenthal dijera algo así? Te reitero: no me convencieron para nada (las declaraciones de Miranda), pero tampoco era lo que yo esperaba. Yo hice esa denuncia pública y en el fondo, yo esperaba que dijera: "Escuché el audio, se excavó en el lugar, no encontramos nada, lamento no haber llamado a Petinatti en aquel momento para explicarle que no se encontró nada". No esperaba que dijera: "No me acuerdo", "no sé si lo escuché", "no sé si estuve en la reunión"...
-La oyente te decía que Elena Quinteros estaba enterrada en el Batallón 13, donde el 27 de agosto se hallaron restos óseos de un ser humano. De todos modos, esa era un hipótesis que se manejaba de hacía mucho tiempo... ¿Vos pensás que tu relato en canal 4 tuvo mucho que ver con el hallazgo?
-Vos como periodista, ¿qué suponés?
-Yo sé que se estaban buscando desaparecidos ahí desde antes, se estaba excavando.
-El martes 16 de julio yo salgo en Todas las Voces haciendo esta denuncia. Denuncia que surgió por una oyente. Yo recibí este mensaje de texto de la oyente y podía haberlo dejado pasar, porque no es mi metier, el mío no es un programa periodístico. Pero cuando yo leí ese mensaje dije: "Este mensaje es importante", pero no para mí, para la sociedad. Yo la llamé, la entrevisté, grabé la charla y se la llevé a Miranda, hice todo como había que hacer: en silencio y con respeto. Conté esta denuncia y el lunes siguiente yo abro el mail del programa en la computadora, y me encuentro con un mail de otro oyente que decía: "Peti, hoy es sábado 20 de julio, son las 10.30 de la mañana, y acaba de ingresar una retroexcavadora al Batallón 13. Te quería informar".
-Antes de la confesión en TLV, ¿no estaban excavando?
-No lo sé. Lo que hice fue hablar con Felipe Michelini, con quien estoy en contacto. Le dije: "Felipe, me llegó este mail. ¿Me podrías confirmar que esto fue así?", y él me confirmó: "sí, entró una excavadora el sábado 20". Yo también sé que estaban buscando de antes, pero capaz que ese día entró la súperexcavadora que encuentra cuerpos... No sé.
Yo no sé si es el cuerpo o el lugar. Lo único que sé -y que nadie me lo puede negar- es que yo hablo un martes y hago una denuncia pública, y el sábado entró una excavadora al Batallón 13. Si había otra excavadora antes, si ya estaban trabajando o si pararon la excavación y la retomaron después, no lo sé. Cuatro días después de mi denuncia apareció una excavadora, y luego encuentran un cuerpo. No es mi trabajo, no lo encontré yo el cuerpo, pero siento que colaboré. Desde el primer momento y en silencio, mi intención fue colaborar. Si sirvió mi denuncia pública para que empiecen a trabajar de otra manera, bárbaro.
"Cuatro días después de mi denuncia apareció una excavadora, y luego encuentran un cuerpo. Yo también sé que estaban buscando de antes, pero capaz que ese día entró la súperexcavadora que encuentra cuerpos... No sé"
-Advertí un diálogo en Twitter que te quiero compartir. El periodista Graziano Pascale tuiteó: "Después de todos los agravios que le dirigieron, ahora van a tener que agradecer a Petinatti por la información que entregó hace años y que se había extraviado". Y le contestó la también colega Georgina Mayo: "Ojalá algún día se agradezca a la oyente, pero te aclaro: el área donde se encontraron restos hoy (27 de agosto) es el área cautelada por la Justicia y que ya se venía excavando. El sitio denunciado por la oyente está ubicado fuera del área cautelada, que aún no fue excavada". O sea que, según Mayo, la zona denunciada por tu oyente está fuera del lugar donde ahora se hallaron restos.
-No hago periodismo de periodistas. Esa es mi respuesta.
-¿No creés la información que dio Georgina Mayo?
-Yo le creo a Felipe Michelini (NdeR: miembro honorario en el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia), que es con quien tengo contacto a nivel gubernamental. Mirá, afuera o adentro de la zona cautelada, yo colaboré como tenía que colaborar. Esto no es un partido de fútbol. Yo siento internamente y tengo la paz interior de haber colaborado con algo que estaba dormido.
-Muchos te criticaron por oportunista. Señalaron que no les parecía nada casual que justo hicieras estas declaraciones en un año electoral... Entre ellos, el antropólogo José López Mazz en otro Seré Curioso para Montevideo Portal, pero también dirigentes oficialistas. ¿Por qué lo contaste recién cinco años después?
-A mí no se me ocurriría pensar que descubrieron un cuerpo a dos meses de las elecciones y que lo utilizan como un recurso electoral. Jamás se me podría pasar por la cabeza eso. Porque son derechos humanos.
-Eso también hay mucha gente que lo piensa. Están los que desconfían del gobierno por encontrar estos restos justo ahora, y están los que desconfían de tu denuncia, justo ahora.
-A ver, yo no soy político. No tengo intenciones políticas tampoco. Lo que hice fue acercar o hacer pública que hice en 2014 en silencio. ¿Por qué me callé este tiempo? Porque me pareció el lugar y el momento oportuno: televisión y en un programa que habla de política. Me parece muy bajo suponer que hay un interés creado en todo esto, a todo nivel. Porque hay gente que piensa que lucran con los derechos humanos o con las excavaciones.
-¿Serías dirigente político algún día, si te lo propusieran? Gerardo Sotelo y Mónica Bottero dejaron el periodismo por la política, el comunicador Abel Duarte también. ¿Vos darías ese paso?
-No. No lo haría hoy ni lo haría jamás, creo. Porque hay que estar preparado para liderar un país, o para hacer política. Hacer política tiene que ver con los sueños de la gente. Yo prefiero hacer comunicación y ayudar al país desde el micrófono, desde el lugar donde estoy. Jamás se me ocurriría dedicarme a una actividad política, si no estoy preparado. Y cuando veo que hay gente puesta a dedo o por cuota política y no están preparados, me enferma.
-Como decíamos, has sido muy crítico con este gobierno. ¿Cree que el país debería ir por la alternancia en el poder? ¿Vas a votar por el cambio?
-...Como en el 2004 consideré que haya un gobierno de izquierda en el país. Creí que al país le iba a venir bien un gobierno de izquierda en 2004, no sé si lo dije públicamente en aquel momento... Yo pongo el ejemplo de Operación Retorno. En el año 2002 el país se caía a pedazos y vos escuchabas Operación Retorno en Malos Pensamientos, y escuchabas a los uruguayos que se iban, dejando su familia, sus casas, llorando al aire durante 20 minutos, y los conectaba con la familia que se ponían acá llorando. Qué peor publicidad había en plena crisis de 2002 que el programa más escuchado invente una sección donde la gente lloraba porque el gobierno lo dejó en la calle y se tenían que ir del país. Y ahí los colorados no me decían "zurdito". ¿Vos te pensás que (Jorge) Batlle me llamó algún día para decirme: 'Petinatti, deje de sacar gente al aire llorando, porque no está colaborando'?
-¿Y ahora sí has recibido llamadas de dirigentes frenteamplistas quejándose por tus comentarios?
-No es necesario recibir llamadas. Con leer Twitter ya alcanza.
-Me queda claro que votarías por alguien de la oposición...
-Sin dudas, porque el poder corrompe. Y creo que está corrompido. Y es necesario para el país una renovación, del color que sea.
-¿Se puede saber a quién vas a votar?
-Del color que sea... No sé todavía a quién voy a votar. Sé a quién no voy a votar.
-¿Cómo lidiás con una hija de 10 años?
-Yo tuve la suerte de haberme encontrado con lo que es mi pasión: la radio, la TV. Soy un agradecido por haberme encontrado una radio frente a mi casa, entrar y descubrir lo que me apasiona. Eso se lo volqué a mi hija desde muy chica. Tengo la suerte, con la mamá, de tener una hija que ya encontró su pasión: que es el arte, la música, la actuación, está estudiando teatro, canto, guitarra, y esa va a ser su vocación.
Yo le hablo como si fuera una persona mayor, como si fuera una persona grande. Tuve que buscar la vuelta para tratar de explicarle lo que me había pasado la semana en que se halló el cuerpo (en el Batallón 13), porque la gente me identificaba con el caso. Íbamos en el auto y hablamos... No te olvides que somos de religión judía, y Amy sabe muy bien lo que ha sido el Holocausto, con 10 años. Tanto es así que cuando yo le pregunté: "Amy, ¿vos sabés qué fue la dictadura?", ella me contestó: "Los nazis". Te juro que me erizo de contártelo. "Sí, pero no siempre", le dije. Ahí le conté qué fue la dictadura en Uruguay, y me empezó a preguntar. "¿Cómo que no se podía hablar en la radio?", "¿cómo que no podías salir a manifestarte en la calle?". Y yo le hablo de todo lo que pasa en Uruguay. Y me calenté el otro día cuando luego de la escuela, le pregunté: "¿Hablaron del 25 de agosto, de la Declaratoria de la Independencia?". Y me dice: "No". "¿Cómo no?" Es que fue un domingo... El viernes no lo iban a hablar, y el lunes ya pasó. Me volví loco.
Yo soy un padre presente y siempre estoy tirándole información, tanto que cuando cenamos, me pide que le cuente qué pasó en el mundo ese día, y leemos Twitter juntos.
"Le pregunté a mi hija: 'Amy, ¿vos sabés qué fue la dictadura?', ella me contestó: 'Los nazis'. Te juro que me erizo de contártelo. 'Sí, pero no siempre', le dije. Yo le hablo de todo lo que pasa en Uruguay y juntos leemos Twitter"
-¿Sos feliz?
-Sí, sí, con muchos momentos felices. La felicidad está en los momentos: con mi hija, acá en la radio con mis amigos trabajando, con mis amigos, soy feliz cuando la gente que está sola o que ha vivido una situación triste me escribe un mail agradeciéndome por la compañía.