La Organización de Estados Americanos (OEA) alabó el transcurso de las pasadas elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, aunque alertó sobre la “desinformación generalizada” en torno al proceso electoral, orientada a sembrar dudas sobre la integridad del proceso e infundir miedo en los votantes.
La OEA presentó este lunes el informe preliminar de la Misión de Observación Electoral (MOE) que realizó la organización, en la que constató que la jornada “transcurrió de manera pacífica” aunque observó “una proliferación de desinformación sobre las elecciones, incluyendo falsas denuncias de fraude”.
Uno de los acontecimientos notables de este proceso en el que el republicano Donald Trump resultó victorioso frente a la demócrata Kamala Harris, señala la OEA, fue la creciente participación de las plataformas de redes sociales y su poder para amplificar voces y narrativas, con “un impacto potencialmente significativo en los resultados electorales”.
En particular, la misión observó la circulación generalizada de denuncias infundadas de fraude electoral y cuestionamientos sobre la integridad electoral a través de redes sociales.
Las plataformas de redes sociales “deben estar sujetas a reglas y principios básicos para proteger la democracia, los intereses públicos y los bienes públicos”, señala la OEA, que recomienda por tanto “abrir un debate público e intenso sobre el uso de las plataformas de redes sociales en las campañas”.
“Se deben promulgar normas que salvaguarden la equidad de la competencia y el derecho a un voto informado, sin infringir el derecho a la libertad de expresión”, apuntó el organismo.
Entre las desinformaciones más relevantes que circularon en plataformas digitales la misión tuvo conocimiento del uso del nombre y la imagen del FBI en videos falsos y de amenazas de bomba no creíbles a centros de votación que provenían del exterior.
Y es que muchos de los casos de intento de desinformación e influencia electoral fueron llevados a cabo por parte de fuentes rusas y, en menor medida, iraníes, señala la OEA, casos que incluyeron advertencias terroristas inexistentes, votación ilegal por parte de inmigrantes o reclusos, destrucción de papeletas o aceptación de sobornos por parte de candidatos, todas ellas afirmaciones falsas.
El organismo con sede en Washington concluyó que la campaña se desarrolló en un ambiente político altamente polarizado, con dos intentos de asesinato al entonces candidato Trump.
“La misión observó que el aumento de la violencia y las amenazas coincidió con una narrativa creada que cuestionaba la integridad de las elecciones”, afirma el organismo.
La misión estuvo integrada por 40 expertos y observadores de 14 países, que estuvieron presentes en California, Colorado, Georgia, Indiana, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Nebraska, Nevada, Virginia, Wisconsin y el Distrito de Columbia.
Como parte de sus actividades, los expertos se reunieron con autoridades electorales, funcionarios gubernamentales, representantes de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y académicos, entre otros.
En los días previos a la elección, los observadores visitaron centros de votación anticipada en nueve estados y el Distrito de Columbia y el día de las elecciones estuvieron presentes en 198 centros de votación.
EFE