Los pliegos del proyecto Neptuno, también conocido como proyecto Arazatí, fueron aprobados el viernes pasado por el directorio de OSE y con esto se lanzará la licitación internacional para las empresas interesadas en realizar la inversión, a pesar de que un consorcio de empresas (integrado por Saceem, Ciemsa, Fast y Berkes) corre con ventaja por ser quienes presentaron el proyecto inicialmente al Estado, una preferencia que está prevista en la Ley 17.555.
Según informó el diario El Observador, la sesión estuvo marcada por “diferencias” dentro del directorio por los integrantes del oficialismo y una fuente reconoció al medio que “estuvo por caerse todo” durante este encuentro.
¿Por qué? Todo comenzó, según el matutino, cuando el gerente general de OSE, Arturo Castagnino, presentó dos propuestas de pliego: una exponía la idea original, tal como se había presentado en primera instancia; y la segunda incluía cambios y soluciones que “optimizaban” la propuesta, aunque implicaba un aumento en sus costos.
En concreto, con la segunda propuesta el costo aumenta en unos 50 millones de dólares (de US$ 210 millones a US$ 260 millones) , cifra que excede lo autorizado por las autoridades de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). El aumento se explica por la apuesta en tuberías de mejor calidad, mayor reserva de agua bruta y mayor producción de agua por día. Los cambios, finalmente, fueron aprobados por el directorio tras la existencia de un cuarto intermedio que se extendió por varias horas.
En diálogo con Montevideo Portal, el presidente de OSE, Raúl Montero, explicó que el cuarto intermedio no fue porque hubiera molestias de su parte por el nuevo proyecto, sino que fue utilizado para “redactar y corregir” algunos aspectos de la propuesta con modificaciones con respecto al proyecto original presentado por Castagnino, iniciativa de la que Montero estaba al tanto.
“Hubo discusiones de otro tipo, pero habían sido en la mañana, que fue cuando se resolvió que se iba a hacer”, resumió Montero.
El jerarca dijo que nuevo proyecto presentado por Castagnino implicaría un costo 10% mayor al estimado inicialmente, lo que provocó la reacción y molestia del director de la OPP, Isaac Alfie, que aunque entiende que la inversión debe hacerse, cuestionó las dimensiones establecidas en los cambios de la obra.
Según pudo saber Montevideo Portal, Montero mantuvo al menos dos conversaciones con Alfie, en las que se discutió el monto de la inversión y la necesidad de ampliar lo proyectado para asegurar la funcionalidad del sistema.
Montero defendió que los cambios propuestos buscan “agrandar la reserva”, porque parece “lógico para avanzar en un proyecto sustentable ante una realidad que está mostrando (el déficit hídrico que vive el país) que se precisaba más de un mes de reserva” de agua.
Montero señaló que de esa necesidad y al analizar la posibilidad de considerar aumentar el caudal de la reserva surgieron los cambios en el proyecto, que según señaló El Observador, la planta pasará a tener una capacidad para producir 200.000 metros cúbicos diarios.
Ante estos cambios, desde la OPP manifestaron su desacuerdo con los cambios introducidos, al considerar que los montos que requiere la inversión del proyecto Neptuno aumentaría unos US$ 50 millones en comparación a lo estimado inicialmente.
“Puede haber discrepancias por una visión de la parte económica. Es lógico y está bien que así sea. Pero también está la preocupación de la OSE para que la obra cumpla realmente con su cometido. Entiendo la parte económica porque yo también la tengo que considerar, sobre todo al tratarse de una obra tan importante. No es que no me importe. La realidad de la parte económica se va a dilucidar recién cuando se hagan las obras”, afirmó Montero, en referencia a las diferencias de postura que tiene él con Alfie sobre el aumento en la inversión .
“Votamos convencidos y con el apoyo del Gobierno”, añadió.
Para que la aprobación de los pliegos prosperara tuvieron que intervenir desde Torre Ejecutiva el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, indicó El Observador y confirmó Montevideo Portal.
Cuestión de modelos
El director de OSE por el Frente Amplio, Edgardo Ortuño, no votó la resolución aprobada, pero no por el incremento del gasto, sino por el modelo financiero planteado. Sus discrepancias ya son conocidas. En Twitter, reiteró su disconformidad con que la prioridad sea este proyecto en Arazatí y no la construcción de represas en Casupá y Solís Chico, financiadas a menor costo según él con organismos multilaterales.
“Sin voto del FA se aprobó licitar planta de Arazatí. Será propiedad del privado que financiará, hará el mantenimiento total y operará parte de las obras. Costo mayor a US$ 800 millones (41: por 20 años y no es claro si pasará al Estado) 300 millones más que hecho por OSE”, planteó, y agregó que “tenían razón” porque, pese al gasto millonario y por la salinidad del río, “no habría producción segura en el verano”.
“Se amplió la capacidad de la planta y la reserva de agua (pólder) para evitarlo. Neptuno nos saldrá caro. Contribuye, pero no soluciona el abastecimiento de agua potable. La prioridad debió ser construir las represas de Casupá y Solís Chico, financiadas a menor costo con organismos multilaterales con la gestión pública de OSE. Asegurar reservas para Montevideo, Costa de Oro y más… El país perdió otra oportunidad de acordar políticas de Estado”, concluyó.