Con las palabras "autocrítica" y "diálogo" como bandera, Fernando Pereira, presidente electo del Frente Amplio (FA), sueña con que la "renovación generacional" que la fuerza política "precisa como agua" se inicie con su mandato.
Amante de la música de Luis Eduardo Aute y de la poesía de Idea Vilariño, recibió a Efe días antes de que el Plenario haga oficial, el 5 de febrero, su nombramiento tras ganar las elecciones internas, en diciembre pasado, a Gonzalo Civila e Ivonne Passada.
Pereira señaló que el peso del pasado solo debe "servir como energía" para el futuro, ya que "la renovación de la izquierda es hija de las nuevas generaciones".
Pereira, entusiasmado con la victoria de Gabriel Boric en Chile, reconoce que le "encantaría" ver algo semejante, un líder estudiantil que llega a la Presidencia de Uruguay, y, por ello, opina que a "esa generación hay que colocarla en el frente de la lucha social, política y cultural". "Si le damos los espacios, va a ser la generación que nos va a gobernar y yo me voy a sentir un gobernado feliz porque habremos hecho un segundo cambio", explicó el expresidente de la central sindical, el PIT-CNT, sobre las "profundas transformaciones" que Uruguay vivió durante los 15 años consecutivos de la izquierda en el poder.
Tras los dos mandatos de Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y uno de José Mujica, en noviembre de 2019 el candidato del FA, Daniel Martínez, cayó en las elecciones ante el hoy presidente Luis Lacalle Pou, en lo que se interpretó como un castigo del votante a una formación sin autocrítica. "Perdimos 200.000 votos y hay que irlos a recuperar. ¿Se los recupera solo relatando las cosas que hicimos en los 15 años? No, se los recupera en la medida en la que construyamos una esperanza", explica Pereira, quien pide hablar a los ciudadanos "de igual a igual, sin subestimarlos, sin despreciarlos, sin adjetivarlos".
En su opinión, la coalición de izquierda "puede perder una elección, pero no puede perder el alma". Por ello, reclama la apertura de diálogos con el mundo de la cultura, la academia, los movimientos estudiantiles, el feminismo y el ambientalismo. Descartada la idea de ser candidato del FA a las elecciones de 2024, cree que, si los valores e ideas que vertebran a la formación "son interpretados por la mayoría de los uruguayos", la izquierda puede volver a gobernar.
Ganar o perder el referéndum
Su primer gran reto como líder de la oposición será la campaña por el sí a la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), que será votada en referéndum el 27 de marzo. En ese sentido, insiste en que se involucrará al máximo en la explicación contra la LUC, que, considera, “vulnera derechos sociales de los uruguayos”, pero comenta que "no hay batallas finales" cuando se le pregunta si perder es fracasar. "Sería bastante torpe el análisis de que, ganando el referéndum, el Frente Amplio ya llegó a 2024, al gobierno, y que perdiendo no tiene ninguna chance", afirmó.
Sobre la gestión de Lacalle Pou desde marzo de 2020, aplaude "el manejo de la pandemia en la primera etapa", cuando la ciudadanía se quedó en casa aplicando la libertad responsable que preconizaba el Ejecutivo, aunque, acota, después “ignoró las recomendaciones de los científicos y no convocó a los actores económicos y políticos para alcanzar pactos”. Lacalle y Pereira se reunieron el 30 de diciembre, pero volverán a hacerlo después del nombramiento oficial y, según el líder del FA, volverá a plantearle "necesidades de diálogo entre gobierno y oposición" en asuntos concretos, como, por ejemplo, los menores en situación de pobreza.
Mercosur
Por otro lado, Pereira calificó de "imperdonable" que los gobiernos de izquierda de la región no lograran construir en su momento un Mercado Común del Sur (Mercosur) "más potente" y reclamó una mayor integración regional. En tiempos en que el bloque compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay transita hacia una mayor flexibilización para negociar con terceros, Pereira pidió que la inserción internacional sea política de Estado, porque si "cada Gobierno que llegue la va a reformular", al final no hay "política internacional definida".
Pereira dijo que "la integración regional no puede ser otra vez postergada". "Es imperdonable para nosotros que estuviéramos más de una década en los Gobiernos y no hayamos construido un Mercosur más potente" en cuanto a "complementación productiva" o "construcción de empleo", aseveró. En su opinión, cada país de la región "tiene tradiciones, culturas y construcciones que deben ser respetadas", por lo que, aunque se mire América Latina "en perspectiva de globalización" también debe hacerse "en perspectiva de unidad internacional y de entendernos con nuestras culturas".
El presidente electo del FA abogó por “identificar la situación actual del internacionalismo de la izquierda" y "afianzar vínculos" con fuerzas progresistas no solo en Latinoamérica, sino en Europa y, por ello, anunció próximos contactos con el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) y los españoles Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP).
Partido de los Trabajadores
Por otro lado, Pereira, resaltó que el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño debe "construir la generación" que seguirá a su líder, Luiz Inácio Lula da Silva, de 76 años, y máximo favorito para ganar las elecciones de octubre en su país.
En ese sentido, sostuvo que el PT "tiene la responsabilidad de no solo ganar la elección con Lula, sino de construir la generación que lo va a sustituir". "Es un desafío de la izquierda brasilera y de otras izquierdas. No puede depender la izquierda solo de un liderazgo, debe depender de un partido, de una coalición, de una unidad que, independientemente de quien la lidere en cada momento, sea la organización más importante que las personas que la integramos", apuntó.
Además, Pereira mostró su intención de reunirse con Lula "en los próximos dos meses", si bien no quiso dar detalles de una agenda "por ahora reservada", y también de encontrarse con el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, "cuando se pueda agendar". En este último caso, hay una doble complicación: la toma de posesión del político de Apruebo Dignidad, el 11 de marzo en Santiago de Chile, y la celebración del referéndum para derogar 135 artículos de la LUC el 27 de ese mes.
EFE