El presidente de Perú, Pedro Castillo, confirmó este jueves que asistirá al Congreso el próximo lunes para ejercer su derecho a la defensa en el debate de moción de destitución presentada en su contra por un sector de la oposición por "permanente incapacidad moral".
"La próxima semana estaremos en el Congreso de la República por una citación, una convocatoria que se nos ha hecho, para ir a responder de lo que se quiere hacer creer al pueblo", señaló Castillo durante una visita de trabajo a la región sureña de Puno.
El gobernante aseguró, además, que desde este viernes comenzará "una campaña demoledora" contra su Gobierno, mediante la difusión de mensajes, montajes, audios y videos por parte de un sector de la prensa, según sostuvo.
A pesar de ello, consideró que el Congreso "no caerá" en esa campaña y destacó que "hay congresistas inmensamente responsables, que sí entienden la necesidad del pueblo y no van a caer en este tipo de chantajes ni creer en este círculo mediático".
Lo que se busca es "generar una crisis para que el lunes haya una razón en el Congreso para ver de qué manera se le vaca (destituye) al presidente", apuntó.
"El Perú no se puede paralizar por una confrontación que no ha sido creada por nosotros", acotó antes de agregar que su Gobierno no ha "venido a ponerle zancadillas al país, sino a estar junto con el pueblo para trabajar".
En ese sentido, indicó que espera que se deje de lado la polarización política y saludó a los partidos, organizaciones e instituciones que participarán en una reunión del llamado acuerdo nacional, un foro de diálogo político y social que ha sido convocado para este sábado por el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres.
El Congreso someterá a Castillo a un juicio político, que puede desencadenar en su destitución, el mismo día en que el gobernante izquierdista cumplirá ocho meses de gestión, tras haber derrotado en los comicios del año pasado a la derechista Keiko Fujimori.
El debate de la posible destitución fue aprobado el pasado 14 de marzo, luego de que una moción con ese pedido fuera presentada por el congresista Jorge Montoya, del partido ultraderechista Renovación Popular, con la firma de legisladores de su bancada, la fujimorista de Fuerza Popular y los conservadores de Avanza País, Somos Perú, Podemos Perú y Alianza para el Progreso.
Se trata de una segunda moción de destitución presentada contra Castillo, dado que la primera no alcanzó los votos necesarios para su debate a fines del año pasado.
Entre los argumentos de la "incapacidad moral" se menciona a las presuntas "contradicciones y mentiras del presidente en investigaciones fiscales" y las irregularidades en ascensos militares y policiales.
También se cuestionan las designaciones de, por lo menos, diez ministros, la supuesta existencia de un "gabinete en la sombra" en el Ejecutivo y la presunta intención del mandatario de someter a consulta popular una salida al mar para Bolivia.
También las declaraciones de una empresaria que denunció ante la Fiscalía una presunta red de corrupción enquistada en el Ejecutivo, algo que Castillo rechazó y acusó de ser un plan de un sector de la oposición para sacarlo del poder.
Un día después de la aprobación del debate de la moción, Castillo acudió a presentarse ante el pleno del Congreso, donde reconoció "errores y desaciertos" en su gestión, pero negó las acusaciones que lo vinculan con actos de corrupción.
El mandatario también hizo un llamado a la conciliación política para "poner fin a las disputas mezquinas" y trabajar "juntos" por el bienestar del pueblo peruano.
Una eventual destitución de Castillo, en el poder desde el 28 de julio pasado, requerirá del voto favorable de 87 de los 130 integrantes del Legislativo, una circunstancia que ya se produjo en 2020 con el entonces mandatario Martín Vizcarra (2018-2020).
EFE