Pediatras advierten por impactos en salud de niños y adolescentes al suspender clases

La Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) emitió un comunicado señalando que "apoya y acompaña las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades, en el entendido de que era totalmente urgente y necesario restringir la movilidad de las personas, buscando un descenso en el número de contagios de COVID-19, y apuntando a evitar la saturación del sistema de salud".

Sin embargo, en el texto hacen algunas consideraciones y explican que "la suspensión de la presencialidad en la educación es una medida que impacta directamente en la salud y bienestar de niños, niñas y adolescentes".

"Eso está demostrado científicamente. Por lo tanto, debe ser monitoreada y revisada permanente, apuntando a poder retomar lo antes posible la presencialidad plena", añaden.

Además, consideran que "los centros educativos brindan un apoyo social clave a las familias, en especial en los contextos más vulnerables, se deben extremar los esfuerzos para asegurar el mantenimiento de ese sostén".

En ese sentido, señalan que se debe abarcar "desde la cobertura en la alimentación que no se puede ver afectada, hasta el acompañamiento a las familias en otras situaciones de extrema complejidad y relevancia para cada niño, niña y adolescente".

"Si bien resultó necesario suspender consultas médicas presenciales y actos médicos de diversa índole, creemos fundamental agotar esfuerzos entre todos los actores involucrados para poder brindar a todas las personas una atención integral y segura. En ese marco, no podemos obviar la fuerte presión y las graves consecuencias que el contexto de pandemia genera sobre la salud mental", añaden.

Por otro lado, instan a la población a respetar el concepto de burbuja social y "a que todas las personas comprendidas en los grupos habilitados se vacunen".

"Con la vacuna que les toque y cuando les toque. Porque en el éxito de esta campaña también está gran parte de la clave para superar esta situación", señala la SUP.