El ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, participó este lunes del debate anual número 77 de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, realizó un discurso en el que se refirió a los desafíos que tiene la comunidad internacional y a los problemas que vive el mundo, por ejemplo, la invasión de Rusia a Ucrania.
Bustillo comenzó recordando la pandemia de covid-19 y lo que fueron los temores e incertidumbre de ese momento debido a la irrupción inesperada de la enfermedad, que actualmente “sigue dejando una secuela histórica” en la pérdida de vidas y consecuencias “graves” en la salud de la población, así como en la actividad económica.
“Desde entonces, la situación internacional no solo no ha mejorado, sino que han aparecido nuevas fuentes de tensión, que han dificultado avanzar en la recuperación económica y hacer frente a los importantes costos sociales, originados por la pandemia. La invasión militar de Ucrania por parte de la Federación de Rusia es injustificable. Nuestro país la ha condenado en los términos más firmes, como una clara violación de los principios sobre los cuales hemos construido esta organización y que deben ser respetados por todos sus miembros. Es imperioso que la Federación de Rusia cese las hostilidades y se retire a la mayor brevedad del territorio ucraniano”, señaló el ministro.
“Entretanto, los efectos negativos del conflicto armado se hacen sentir sobre múltiples aspectos de la realidad internacional y pesan cada vez más sobre la vida cotidiana de millones de personas. El impacto sobre el comercio internacional alimenta las tendencias recesivas de muchos países. El déficit de productos agrícolas afecta seriamente a los países importadores de menor desarrollo y la falta de acceso a los mercados mundiales genera inseguridad alimentaria en varias regiones del mundo”, agregó.
En este sentido, manifestó que otros países están experimentando “desabastecimiento” y “encarecimiento” de los recursos energéticos y con ello se afecta la condición de vida de millones de personas, y recalcó que esto genera una “nueva amenaza para el medioambiente”.
En referencia al medioambiente, Bustillo destacó que en la COP 26 Glasgow, celebrada en noviembre de 2021, se alcanzaron “algunos resultados auspiciosos”, además de que quedó claro que los países “no han renunciado al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales”.
“Esperamos que los altos niveles de ambición sean respetados por todos los países y que se cumpla con la promesa de movilizar los recursos financieros para apoyar las medidas de adaptación y mitigación contra el cambio climático. De otro modo, la comunidad internacional habrá perdido otra oportunidad, quizás la última, para enfrentar una de sus mayores amenazas. En caso de frustrarse este esfuerzo, las generaciones futuras tendrán el legítimo derecho de decir que nosotros, quienes hemos gobernado en este siglo, no hemos estado a la altura de nuestras responsabilidades políticas”, criticó. En este sentido, manifestó la intención de renovar el apoyo de Uruguay al acuerdo de París y su firme compromiso de los objetivos y sus metas concretas.
El multilateralismo
Bustillo afirmó ante la ONU que Uruguay entiende necesario el fortalecimiento del “multilateralismo” y que esto no es una palabra “hueca o carente de sentido”, sino que es algo del que “todos somos parte” y que constituye un “activo común”.
“La comunidad internacional enfrenta tres retos de gran magnitud: la paz internacional, el medioambiente y la salud mundial. El sistema multilateral es esencial para abordar estos desafíos, no solo como principio inspirador, sino como también como una herramienta clave para que nuestros esfuerzos resulten eficaces. En ese sentido, quiero ratificar una vez más nuestro compromiso con el multilateralismo”, señaló.
“A pesar de la coyuntura adversa, este año 2022 debería significar un hito para la agenda 2030 y la consecución de los objetivos del desarrollo sostenible. Ya estamos transcurriendo la década de acción y es imprescindible pasar de la retórica a la concreción de las metas. Conforme con estos propósitos, Uruguay presentó el 5° informe nacional voluntario que rinde cuentas sobre los logros y metas alcanzados en 2021 por Uruguay”, opinó.
“Estos informes constituyen una clara reafirmación del compromiso de mi país con la agenda 2030 y con los objetivos de desarrollo sostenible. Uruguay no escatima esfuerzos en las tareas de formular políticas públicas y de mejorar indicadores relacionados con estas materias. Persisten en el sistema internacional deficiencias que afectan y debilitan el esfuerzo que se ha hecho en pos del desarrollo económico y social de nuestros países”, añadió.
Criticó también que muchos países se vieron perjudicados por una “concepción arcaica” del desarrollo, basada en el ingreso per cápita, resultado de un “ejercicio de graduación” que en la práctica “constituye un castigo” para los países que se encuentran en transición para el desarrollo y que lograron una mejor “retribución de sus ingresos”.
“Nos provoca un profundo rechazo ver que en muchos lugares del mundo los derechos básicos de millones de hombres, mujeres y niños son violados en forma flagrante y mucho más cuando los perpetradores de esas atrocidades son sus propios gobernantes que abusan de sus mecanismos represivos y violenta sus obligaciones internacionales en la materia. Esta realidad, nos resulta más dura y perturbadora al tener en nuestra propia región de américa latina y el caribe, ejemplos de esa naturaleza”, dijo.
“No existe foro más adecuado que la Asamblea General para reafirmar la vocación humanista y humanitaria de Uruguay y reiterar su compromiso constante y permanente con la agenda de derechos humanos exigiendo que las obligaciones internacionales sean plenamente respetadas por todos los actores de la comunidad internacional. Quiero destacar la firme vocación de Uruguay para fortalecer los mecanismos de protección de derechos de mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, migrantes, personas con discapacidad y personas miembros del colectivo LGTBI”, agregó.
La paz y seguridad
Uruguay, a través de Bustillo, reafirmó ante la ONU su apoyo a las misiones de paz de Naciones Unidas y afirmó que es un compromiso que tiene nuestro país con estas misiones, que lleva ya más de 70 años de apoyo ininterrumpido y que actualmente mantiene “inalterable” ese compromiso con la paz, la seguridad y la protección de los civiles.
“No concibe la paz en el mundo si no existen compromisos serios y firmes de parte de la comunidad internacional en materia de desarme y no proliferación. El bloqueo y parálisis experimentada en el marco de la Décima Conferencia de Examen del Tratado de no Proliferación Nuclear nos debe hacer reflexionar sobre ese particular momento en la historia de la organización”, indicó.
“Entre los factores de inseguridad presentes en la realidad internacional, es necesario recordar la creciente influencia de la delincuencia internacional organizada, el narcotráfico y el terrorismo internacional. Así como nuestro gobierno ha trazado una de sus prioridades el combate contra la delincuencia y el narcotráfico, reitero el firme compromiso y la cooperación del Uruguay en la lucha contra el crimen organizado y de terroristas a nivel internacional y regional”, acotó.
Con respecto a la ciberseguridad, Bustillo contó que Uruguay está comprometido con ese tema y que la ONU tiene una “responsabilidad primordial” en esta materia. En ese sentido, informó que Uruguay “formalizó al Consejo de Europa” para adherir al convenio de Budapest y así “abrazar la más moderna legislación existente” hasta la fecha en este ámbito.
“La democracia no es un modelo perfecto ni soluciona todos los problemas de los hombres y mujeres en este mundo, pero es el sistema que mejor permite salvaguardar el mayor anhelo de los seres humanos, que es el de su libertad. La democracia es el régimen político que representa y refleja, de alguna manera, la propia condición humana”, manifestó.
“Para el Uruguay, el sistema democrático forma parte de su historia y sus mejores tradiciones. Constituye un rasgo de identidad en nuestra sociedad, nos enorgullecemos de ser considerados como una democracia plena, pero también somos conscientes de nuestra responsabilidad como gobernantes de fortalecerla cada día y protegerla de sus múltiples desafíos”, destacó.
“Esta construcción democrática, con sus principios y valores rectores, ha permitido que la voz de Uruguay no solo sea escuchada, sino que respetada en la comunidad internacional. Estos fueron, son y seguirán siendo entonces los pilares fundamentales sobre lo que reposa la contribución de mi país al concierto internacional. Sobre esta base, Uruguay renueva nuevamente su compromiso con el sistema internacional de naciones”, concluyó.