Tras los aplausos y el abrazo de colegas del Partido Colorado, pero también de otros partidos, el diputado Ope Pasquet asumió este martes la presidencia de la Cámara Baja, cargo rotativo que ejercerá por un año, hasta el inicio de un nuevo período de la legislatura.

Tras recibir también un apretujón del expresidente Julio María Sanguinetti y del actual presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el diputado colorado se dirigió al pleno de la Cámara de Representantes.

Además del agradecimiento a su partido y a los legisladores de “todos los partidos”, Pasquet recordó en primer término al exvicepresidente (1985-1990) Enrique Tarigo, “ese gran defensor de la República a quién debo haber ingresado a esta Cámara por primera vez el 15 de febrero de 1985”. La mención a Tarigo valió el primer aplauso a sus palabras.

Posteriormente, el diputado colorado realizó un recorrido sobre sus primeras experiencias en política, en particular vinculado al Partido Colorado, y dijo que hace más de 50 años que participa “de una manera o de otra en la vida política y cívica” del país.

“Nunca he sido indiferente a lo público, a lo colectivo, a lo que ocurre en el seno de la sociedad que integro. He dedicado a la actividad política mucho de los mejores años de mi vida”, reflexionó Pasquet.

El legislador agregó que esta postura responde a que cree “profundamente en la necesidad y el valor de la política para darle orientación y sentido a la vida colectiva”.

“Creo que los partidos políticos son indispensables para la democracia. Y la democracia con todos sus vicios y defectos es el mejor de los regímenes de gobierno conocidos y el único en el que podemos vivir con dignidad los uruguayos”, apuntó.

En esta línea, Pasquet dijo que “muchos ciudadanos de la democracia occidentales”, como contrapunto a sus convicciones, en el presente “proclaman a viva voz su descontento con la política, con los partidos y con la democracia misma”.

“Uruguay no es ajeno a este clima de época. Es bueno que lo tengamos presente para no caer otra vez en el error de pensar que nuestra excepcionalidad democrática, nos pone a cubierto de todos los males. Pero también es cierto y es bueno decir, que el pueblo uruguayo tiene firmes convicciones democráticas y republicanas. En esta tierra la democracia tiene raíces muy profundas”, reivindicó el político.

En este sentido, sostuvo que “en lo que va del presente siglo Uruguay enriqueció el elenco de derechos de los habitantes de esta tierra, sin que para ello haya sido necesario disparar un solo tiro ni derramar una sola gota de sangre”.

“Estamos viviendo el lapso de vigencia no interrumpida de la Constitución más extenso de nuestra historia; comenzó el 1º de marzo de 1985 y estamos todos empeñados en que no termine nunca. Los tres partidos políticos que en aquella fecha ocupaban bancas en el Parlamento han ejercido el gobierno del país y cumplieron sus mandatos desde el primero hasta el último día del plazo constitucional. La pacífica alternancia de los partidos en el poder es una realidad que consideramos natural en el Uruguay. La institucionalidad democrática es el rasgo central de la identidad nacional. Para nosotros la patria es la república, sus libertades y garantías, sus instituciones y sus leyes”, recordó.

El diputado se refirió al referéndum del 27 de marzo para derogar los 135 artículos de la Ley de Urgente de Consideración (LUC) y pidió que, una vez que la ciudanía resuelva, “el país continúe su marcha”.

“No estoy diciendo que sea indiferente un resultado u otro; todos los que aquí estamos tenemos opiniones bien definidas al respecto. Lo que afirmo es que la democracia, así como admite todas las controversias, tiene procedimientos legítimos para resolverlas. Una vez resueltas las controversias por el soberano, mediante el procedimiento establecido por la Constitución, ya no cabe continuar la disputa política, empantanando al país en un debate sin fin; lo que corresponde es acatar la decisión del soberano, sea cual sea, y seguir adelante. Ese acatar de buena fe lo que fue resuelto legítimamente es parte importante de lo que llamamos lealtad institucional, que es a su vez un componente esencial de la convivencia democrática”, dijo.

Objetivo como presidente

Sobre su gestión, Pasquet adelantó que intentará concretar el voto electrónico en Diputados, para darle “mayor transparencia a la actividad parlamentaria” y que los ciudadanos sepan lo que vota cada legislador de forma “fácil y rápida”.

Finalmente, el diputado reclamó por una “preocupación que ha manifestado muchas veces”, referida a la “corrección del lenguaje de la ley”.  

“Reconozcamos, con la humildad que nos impone la evidencia, que solemos incurrir en errores gramaticales y de sintaxis, para no hablar de la calidad de la redacción de los textos que votamos. El apartamiento de las reglas del idioma puede generar dificultades en la interpretación de la ley; debemos tratar de evitar esas dificultades, haciendo bien nuestro trabajo y utilizando el lenguaje adecuado para expresar correctamente la voluntad política del Cuerpo. Propondremos oportunamente a la Cámara la adopción de las medidas necesarias para atender esta cuestión”, expresó.

En el inicio de la sesiones ordinarias, en la cual fue electo el Dip. @opepasquet como Presidente de la Cámara de Representantes para el tercer Período de la XLIX Legislatura. pic.twitter.com/yEJBdc6QZf

— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) March 1, 2022