La Federación Ancap (Fancap) ocupó este miércoles la refinería del barrio La Teja sobre las 5:00 horas y empezó un paro en defensa de la industria cementera del ente público, en el entendido de que debe ser “estatal y pública”. Los dirigentes procuran que las autoridades quiten del pliego el otorgamiento de la planta a privados.
Entrevistada por Telemundo, la presidenta de Fancap, Natalia Bello, comentó que esta medida fue resuelta en asamblea general del sindicato y que se coordinó una serie de medidas sorpresivas y ocupaciones, que fueron reafirmadas por el consejo federal. “Nosotros continuamos con el plan de acción de la industria cementera y estamos desarrollando una ocupación, pero sin el control obrero”, comentó, y explicó que eso significa que dejan pasar a quienes tengan la guardia gremial y a los funcionarios de la Dirección Nacional de Bomberos.
“Se va a determinar aquí mismo la finalización del paro y la finalización de la medida”, añadió Bello.
Los servicios afectados, según explicó, son los referidos al área de mantenimiento, sector que no tiene requisito para establecer guardia gremial mínima. Asimismo, contó que tampoco están permitiendo el ingreso de camiones al cargadero, básicamente porque al haber paro y que los encargados de esa tarea estén afuera “no tiene sentido que los camiones ingresen a la planta”. “Por razones de seguridad sería hasta inconveniente que ingresen a planta si no hay quien cargue”, indicó.
“Afecta solo la refinería de La Teja y venimos transitando con total normalidad. Estamos en el camino de llamar la atención sobre el tema y procurar que se saque este pliego de licitación de las plantas de portland”, añadió.
“Nosotros, una vez que el gobierno definió dar una prórroga para darle mayor oportunidad a los oferentes, lo que visualizamos es que vamos a tener que extender nuestras medidas de lucha y continuar con estas medidas para llamar la atención a la población toda en cuanto a que esto debe pasar por el Parlamento y que es muy grave que lo que se plantea como un gran negocio es un muy mal negocio para el Estado. No genera mayores cambios ni mejores ganancias para Ancap, sino que todo lo contrario”, concluyó.