Humberto De Vargas fue detenido este lunes por la Policía cuando iba manejando alcoholizado. Anteriormente, el comunicador se había dado a la fuga y debió ser perseguido por un patrullero que finalmente lo detuvo.
Según consignó el diario El Observador, cuando fue detenido con el fin de trasladarlo a una sección policial el comunicador se desacató. La espirometría que le practicó la Policía de Tránsito dio que tenía 2,66 gramos de alcohol en sangre, informó dicho medio.
Desde Interior informaron que, sobre las 4 de la madrugada, un móvil policial divisó un vehículo con una rueda delantera reventada, que hacía maniobras a “velocidad elevada” y en zig-zag a la altura de Avenida Italia y Caldas, a la salida de una estación de servicio.
Cuando el móvil policial se acercó al vehículo y le hizo cambio de luces para que detuviera la marcha, De Vargas aumentó la velocidad, se dio a la fuga y chocó un vehículo que circulaba por Avenida Italia provocándole rotura del espejo retrovisor.
Según el parte policial, una vez que se detuvo se le indicó al indagado que descienda de su vehículo y que apoye las manos en el auto para poder realizar un registro preventivo de armas, que no fueron encontradas.
Después de que se le solicitó a De Vargas que se identifique, según el parte policial, expresó que no iba a aportar ningún dato y que llamen al ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
Agregó que había estado cenando con el secretario del ministro horas antes y amenazó a los funcionarios policiales al expresarles que “no sabían en qué problema se estaba metiendo” y que los iba a hacer dar de baja.
Posteriormente, se informó que, una vez identificado, De Vargas insultó, amenazó y escupió a los funcionarios policiales.
Según el parte policial, el conductor televisivo “realizó tráfico de influencias y amenazas” contra los policías.
Los hechos fueron filmados con cámara de teléfono y, además, a través de la cámara corporal GoPro, señala el parte policial, que asegura hubo “destrato hacia los funcionarios” con el uso de “palabras obscenas e incitaciones a pelear o agredir a los policías allí presentes además de demostrar estar en estado de ebriedad afirmando los dichos mediante sus propias palabras”.
De Vargas fue finalmente trasladado al Centro de Constatación de Lesiones, donde siguió comportándose con violencia y de forma agresiva hasta que finalmente se calmó.