La ciudad brasileña de Santana de Livramento, limítrofe con Rivera, fue decretada zona roja por el estado de Rio Grande do Sul debido al aumento de casos de coronavirus y su alto riesgo de contagio.
Sin embargo, las autoridades de Santana de Livramento tomaron la decisión de no acompañar el decreto de gobierno del Estado, que implica el cierre del comercio que no sea esencial.
Esta mañana, la intendenta de Rivera, Alma Galup, dijo a Montecarlo que la situación en la región "se viene complicando". "Hay un panorama de la región y lo que alarma es la situación del entorno que abarca fundamentalmente Uruguayana, que es la que está encendida", afirmó.
"Hay lugares donde se ve que hay un crecimiento exponencial de todo el entorno. Creo que además de los casos que aumentaron acá, es bastante serio. Livramento hace dos días estaba con bandera amarilla y hoy con bandera roja, no solo por lo local sino el entorno regional", dijo.
Explicó que el "prefeito" de Santana tendrá una reunión por este tema con el gobernador de Rio Grande do Sul para ver qué medidas se tomarán, ya que a pesar del decreto de zona roja no hubo cierre de comercio.
"Probablemente en estas horas se va a tomar alguna medida, no sabemos si cierre parcial (de comercios)", dijo.
"Hay que considerar la cantidad de camas y la forma en que pueden abarcar la salud si se dieran casos que ameriten uso de camas de CTI. En Livramernto hay 10, pero comprende dos municipios más", dijo, agregando que si hubiera que ocupar camas Rivera quizá tendría que ceder algunas camas de CTI (tiene 25) para casos de ciudades fronterizas.
A juicio de Galup, faltó tener unidad de criterios en la región y conformar un frente común ante la situación que se iba dando. "No tener un eje común como para atacar la pandemia dificultó mucho el tener medidas que de alguna manera evitaran que todo esto que pasa esté pasando. Hay dificultades en la mirada de lo que es la pandemia", reflexionó.