El embajador argentino en Uruguay, Alberto Iribarne, reflexionó el pasado lunes sobre la situación entre ambos países y también de la relación entre los presidentes Luis Lacalle Pou y Alberto Fernández.
Entrevistado por el programa Lado B de TV Ciudad, Iribarne aseguró que la conexión entre ambas naciones no se da solo a través de los gobiernos, sino que las sociedades están vinculadas e integrades de por sí por las ciudades fronterizas o también por las manifestaciones artísticas y culturales. “Siento que estamos prácticamente viviendo una misma cultura, una misma familia”, aseguró.
Asimismo, agregó que puede haber diferencias entre las autoridades de turno, pero indicó que lo importante es “procesar” esos desentendimientos. “Es lógico que haya porque tenemos intereses que no son los mismos, hay ideas que son distintas porque somos sociedades plurales, pero lo importante es el modo de procesar y nunca profundizar”, expresó.
“Cuando hay un inconveniente, una diferencia, el tema es conversarlo y tratar de encontrarle una salida, y de ninguna manera inventar conflictos donde no lo hay. Creo que tenemos muchas cosas en común también, estamos avanzando en lo que es la construcción de un nuevo puente en Bella Unión y Montecaseros, que no solo va a servir para vincular a los dos países, sino también, como es una frontera tripartita a Brasil. Esto está avanzando y espero que se concrete lo más rápido posible”, agregó.
Con respecto a los mandatarios de ambos países, el embajador argentino afirmó que la relación es “correcta”, la definió como una “buena relación” y contó que los encuentros en la estancia de Anchorena y en la residencia de Olivos sirvieron para “aceitar el vínculo”.
“Creo que se está desenvolviendo en esta dirección. Más allá de las diferencias políticas que puedan existir, están los intereses permanentes y en ese sentido nosotros estamos muy vinculados. Somos vecinos que no nos podemos mudar, entonces forzosamente nos tenemos que llevar bien. Creo que, más allá de las diferencias políticas, la idea de que nos tenemos que insertar en el mundo en conjunto es la forma más eficaz de hacerlo. Hay que trabajar en esta dirección y que los presidentes están en esta sintonía”, añadió.
El entrevistador opinó que da la sensación de una relación fría entre Fernández y Lacalle, y le preguntó si lo veía de esa manera. Iribarne contestó que no y que tampoco se trata de que “sean amigos”, no obstante, señaló que ambos mandatarios son “responsables” y saben que Argentina y Uruguay son “forzosamente aliados estratégicos”, más allá de que sean amigos o no.
“El vínculo está, el contacto está y es directo, pueden vincularse a sin intermediarios y creo que eso es muy sano y saludable para relación entre los dos países”, dijo, y acotó que le gustaría que el vínculo fuera más seguido, aunque opinó que no es un tema sólo de Uruguay y Argentina, sino que involucra a todas las autoridades del Mercado Común del Sur (Mercosur).
“En mi juicio es muy importante que intentemos recuperar protagonismo. Uruguay, Argentina, Mercosur, América Latina, es decir, hemos ido perdiendo peso en la escena internacional, somos una suerte de continente que está bastante lejos de las decisiones cuando el mundo está cambiando. La competencia entre China y Estados Unidos, la pandemia de covid-19, la invasión a Ucrania, son situaciones que exigen que los países hermanos del Mercosur recuperen protagonismo y se hagan sentir. Me gustaría que fuera mucho más intensa la relación entre nuestros presidentes y los presidentes de América Latina”, consideró.
“Puede ser que no hay coincidencia ideológica, no hay una comunidad de ideas, pero me parece que cada uno de nuestros presidentes saben la responsabilidad que tienen y la necesidad de actuar en conjunto en la escena internacional, después si no pasa o pasa menos, hay circunstancias o explicaciones. A uno le gustaría que fuera más intenso”, sumó.
Sobre el Mercosur, Iribarne sostuvo que lleva 30 años de existencia y se demostró que es “conveniente” para todos los países del bloque y aseguró que está convencido de que los intereses de todos los países pueden ser contemplados si cada uno “cede en lo que tiene que ceder”, poniendo los intereses arriba de la mesa.
Uruguay tuvo una marcada postura sobre el bloque y su flexibilización al punto que anunció la intensión de acordar dos Tratados de Libre Comercio (TLC) con China y Turquía con la posibilidad de concretarlo bilateralmente en caso de que el Mercosur no avance. Esa postura del país “no atentan” contra la asociación e incluso puede ser un “estímulo” para sentarse y acordar en la misma mesa.
“Lo importante es lo que dijo Lacalle, de algún modo. ‘No es que estemos enamorados del TLC a lo que nosotros nos interesa es exportar nuestros bienes’, eso es lo que tenemos que ver. De qué manera acompañamos lo que son estas prioridades de Uruguay con lo que son las de Argentina, Brasil y Paraguay”, concluyó.