El presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, se refirió a la situación que atraviesa el gobierno por el caso del narcotraficante Sebastián Marset. El líder de la coalición de izquierda consideró que el presidente Luis Lacalle Pou debería haber destituido a los ministros Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo, además del subsecretario Guillermo Maciel y el asesor en comunicación de Presidencia, Roberto Lafluf.
“Lo positivo es que personas que tuvieron actitudes que, por lo menos, lindan con una mala gestión y para la Fiscalía puede haber hechos de apariencia delictiva, no sigan en el cargo”, reparó Pereira, y reconoció que “hay mejor orden en la casa” tras las decisiones de Lacalle.
Pereira insistió en que el Frente Amplio seguirá tratando la situación, porque es necesario ahondar en el tema de fondo. “Uno no sabe si el narcotráfico se metió en la política; uno puede tener una posición personal, pero no sabe”, añadió en diálogo con Primera mañana (El Espectador).
Por otro lado, ante la consulta de por qué no se ha avanzado en las responsabilidades que tiene el presidente Lacalle en toda la situación, Pereira aclaró que “no está” sobre la mesa la posibilidad de impulsar un juicio político.
El dirigente de izquierda argumentó que la Constitución uruguaya establece que para llevar a cabo una medida como esta, el mandatario tendría que “haber cometido un delito grave”. “Los análisis jurídicos que se hacen [realizados por el Frente Amplio] dan que no es un delito grave, sí una falta política gigantesca”, explicó.
“Claramente hay un error político de dimensiones enormes, que es haberle dado una orden a un asesor que pusiera de acuerdo a dos subsecretarios; claramente hay una decisión muy desacertada en este tema que la sociedad juzgará”, expresó el presidente del FA.
En caso de que el presidente haya ordenado a Lafluf que destruyera el documento de Cancillería, tal y como dijo Ache ante la Fiscalía que había sucedido, Pereira aseguró que Lacalle no habría cometido un delito grave. “Desde nuestro punto de vista y ante las consultas que hemos hecho, no”, insistió.
“Los dirigentes tenemos una responsabilidad, que es decir lo que creemos que hay que hacer y por qué, pero no lo que la gente quiere escuchar”, añadió, y reparó en que es necesario “cuidar la democracia” y para esto hay que “tomar medidas serias”.