El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), conformado por el Dr. Rafael Radi como coordinador general y Fernando Paganini y Henry Cohen como referentes de sus dos principales áreas, asesora científicamente al presidente Luis Lacalle Pou desde el 16 de abril en el camino hacia "la nueva normalidad".
El GACH está integrado por una Secretaría Técnica, un Equipo Científico de Salud y un Equipo Científico de Datos. El profesor Cohen está a cargo del área de panificación de salud, asistencia y prevención, mientras que el área de modelos y ciencia de datos está coordinado por el doctor Paganini.
Este grupo de trabajo que asesora a Lacalle ha sido importante para el presidente a la hora de tomar decisiones.
El "giro de perillas" en áreas como la construcción, el retorno de las clases presenciales y la reactivación de algunas áreas son medidas que el Ejecutivo ha tomado en base a recomendaciones y el trabajo que el GACH ha desarrollado.
Las estadísticas, los números y la matemática tienen su papel en el combate al coronavirus y en eso trabaja el doctor Paganini, al coordinar equipos que trabajan con datos.
En diálogo con Montevideo Portal, el matemático integrante del Grupo Asesor explicó cuál es su rol como asesor del gobierno, la importancia de las TIC en este trabajo y los desafíos que tienen por delante en este proceso.
Su participación busca ponerle números, probabilidad y matemática a la pandemia del COVID-19 en Uruguay. ¿En qué consiste este trabajo?
El componente de modelos y datos en el GACH cubre distintos aspectos. Por un lado, el estudio de modelos que permitan medir el estado de la epidemia y realizar proyecciones y por otro el apoyo a las herramientas informáticas que asisten en el combate al COVID-19.
¿Cuál es la tendencia hoy en cuanto al modelo matemático? ¿influye el foco en Rivera para modificar esta tendencia que había?
La tendencia que se venía observando en las ultimas semanas indicaba un número de reproducción R (contagios nuevos por cada infectado) inferior a 1, y por tanto una epidemia que estaba retrocediendo, y en valores diarios muy bajos. El brote de Rivera, como otros anteriores, altera puntualmente esa tendencia y mueve los indicadores; sin embargo, de confinarse el foco no tiene por qué modificar la tendencia general. Esto debe reevaluarse con la evolución en los próximos días.
¿Cómo influyen los modelos epidemiológicos en su trabajo?
Los modelos epidemiológicos clásicos suponen condiciones idealizadas de mezcla aleatoria en la población, premisas dudosas para la epidemia actual en Uruguay. De todos modos, son un buen punto de partida para entender el problema. Por otro lado, contienen parámetros de contagiosidad que no dependen solo de la enfermedad sino del comportamiento de la sociedad. Por ese motivo, a la hora de hacer proyecciones los modelos ayudan más bien a entender qué puede ocurrir en plazos relativamente cortos (semanas) si se mantienen las condiciones de comportamiento social, y son menos potentes para predecir el largo plazo. Por ejemplo, si en una proyección aparece un pico grande dentro de seis meses no significa que se venga inevitablemente el desastre, pero sí que puede haber que reconsiderar las medidas.
¿Cómo es el trabajo de hacer testeos aleatorios en Rivera?
Empiezo por resaltar los test de vigilancia (seguimiento de contactos de casos confirmados) que son los esenciales para contener los brotes, la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública viene realizando un trabajo intenso para ubicar y aislar a las personas infectadas. Los estudios aleatorios buscan en cambio determinar lo que pueda estar ocurriendo bajo el radar. Cuando la prevalencia (proporción de infectados) es pequeña resulta difícil estimarla con precisión salvo con muestras muy grandes; por eso la recomendación es focalizar este tipo de test en las zonas de mayor riesgo, como se hizo ahora en Rivera.
¿Cómo puede controlarse este foco? ¿Es más complejo que otros que ha habido por el carácter binacional del departamento?
Sin duda el carácter binacional complica las cosas, sobre todo que hay una diferencia significativa entre los sistemas sanitarios y la respuesta a la epidemia en uno y otro país. Como escuchamos, hoy se está buscando activar un tratado preexistente que permita al MSP uruguayo colaborar con el seguimiento de casos del lado brasileño, es muy importante lograr esa colaboración.
¿Qué claves explican el retorno a clases en tres etapas?
El retorno a clases en general estuvo pautado por consideraciones de carácter educativo, social y también de salud de los niños, al constatarse la relativa baja incidencia de la enfermedad en los mismos. Lo de las fases responde a la intención de progresividad, justamente para permitir monitorear que se mantenga la epidemia bajo control. La viabilidad de cumplir el cronograma de fases tal cual fue anunciado está condicionada a las observaciones que se realicen después de las primeras etapas.
¿Cuál cree que son las principales dificultades del virus? Más allá de su contagiosidad ha hecho referencia en otras entrevistas al contagio de casos asintomáticos.
El contagio a través de los asintomáticos es el factor que impide trabajar exclusivamente con una cuarentena tradicional, es decir aislar solamente a los enfermos. De ahí que se debe complementar estas medidas con otras de distanciamiento físico de personas, independientemente de sus síntomas. Encontrar el "punto de funcionamiento" de la sociedad que mantenga controlado al virus y sea sostenible es el principal desafío.
¿Hay referencia en otros países para tomar determinadas medidas? Mas allá que cada país tiene su realidad y Uruguay sus características (poblacional y territorial, entre otras).
La comparación internacional es permanente, no solo de la literatura científica sino de las respuestas gubernamentales. Lo que ocurre es que hay pocos casos con resultados concluidos, y en los que terminó la primera ola hay países como China con diferencias sustanciales con el nuestro. El aprendizaje es global y simultáneo.
¿Cómo ve el trabajo de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y de la ciencia en el marco de la pandemia en Uruguay?
Las TIC están jugando un papel importante, es claro su rol como habilitador del teletrabajo y la educación a distancia. En cuanto al control de la pandemia, por un lado está el apoyo informático a la vigilancia epidemiológica, uno de los subgrupos dentro de mi área del GACH está trabajando en mejorar estas plataformas. Otra herramienta que está por venir es el rastreo de contactos a través de los celulares, tema de otro de mis subgrupos en el GACH.
Los científicos han respondido al desafío de la pandemia, aportando su expertiz y adaptándolo a las circunstancias. Los virólogos se han convertido en productores de test PCR, otros del lado matemático se han pasado a los modelos de epidemias, y en general todos hemos aprovechado nuestra conexión con la ciencia del mundo para acercar la mejor evidencia disponible, en este momento de gran ebullición del conocimiento.
¿Cree que es una oportunidad para valorar a futuro el trabajo de científicos y matemáticos en nuestro país? ¿Eso puede implicar mayor presupuesto?
Esta situación ha puesto en evidencia la importancia de la ciencia para la sociedad, y que no se puede delegar la misma a los "países ricos". También se hicieron visibles los valiosos recursos que, con grandes limitaciones, ya ha construido el país. Lo cual no significa que estemos en condiciones óptimas: buena parte de la respuesta que los científicos están dando fue improvisada en pocas semanas. Un sistema científico más amplio y sólido podrá responder aun mejor a los desafíos del futuro; y sí, para eso hay que invertir.
¿Cómo funciona el Grupo Asesor Científico Honorario? ¿Cómo sería un día habitual entre quienes integran el grupo y monitorean la situación del país y el mundo?
El intercambio es permanente entre Radi, Cohen y yo, a través de mensajes, mails y a menudo nos juntamos por Zoom. Tenemos una reunión semanal fija con el grupo del gobierno que coordina (Isaac) Alfie, y también múltiples contactos con ellos ante situaciones puntuales, por ejemplo la reciente de Rivera. También aparecen las solicitudes de la prensa. Por otra parte están las reuniones de los subgrupos de colaboradores que hemos formado, en mi área tenemos una reunión de coordinación semanal, y cuatro de subgrupos, todas por Zoom. El trabajo ha sido muy intenso, en mi caso he debido reducir al mínimo mis tareas de investigación en la Universidad ORT. Aspiro a llegar pronto a una "nueva normalidad académica" compatibilizando mi trabajo con esta tarea de tan alta responsabilidad.