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PABLO BENGOECHEA

Un tipo sencillo

Ahora atiende un boliche, corre por la rambla y se dedica a su familia. Durante 11 años fue la esperanza carbonera y la pesadilla tricolor. Es respetuoso, mesurado y evita meterse en problemas. Pablo Javier Bengoechea es difícil de olvidar.

Fernando Morena salió duramente a criticar a Tenfield, ¿lo escuchó?
Morena es un ídolo total.

Pero ¿está de acuerdo con lo que dijo?
No ví toda la nota, pero Fernando es un señor muy centrado que ve muy bien todo.

En líneas generales disparó contra Tenfield
Hay que ver todo en el entorno que lo dijo. Lo que puedo asegurar de Fernando es que antes era mi ídolo y ahora es mi amigo. Una persona a la cual acepto muchísimo.

¿Hizo balance de su retiro del fútbol?
Es muy reciente todo. No sólo lo de Peñarol. Ahora pienso en todo lo que me tocó vivir. Estoy conforme con todo, porque más allá de ganar o perder que eso es cotidiano en fútbol, la relación que tuve en el trabajo fue muy buena y la relación con mis compañeros circunstanciales también fue muy buena.

¿Estaba dentro de lo que había soñado?
De niño un sueño era jugar al fútbol, era tener la chance de jugar en Peñarol. Ir a Europa, por lo menos en mi época ni se soñaba. Ahora es más frecuente y lo que viví en Peñarol nunca pensé que iba a ser tanto tiempo ni tan lindo.

¿Cómo empezó a jugar?
Yo nací en el campo y me fui a los seis años a la ciudad y empecé a jugar en los recreos de la escuela.

¿Cuándo dejó de ser un juego?
Para mí pasó a ser algo más importante cuando me llamaban de muchos lugares para ir a jugar. Y con tanto interés pensé que algo pasaba.

¿Siguió siendo divertido?
Cuando uno pasa a ser profesional deja de ser una diversión, es un trabajo y una necesidad de salir a jugar para ganar. Uno se divierte muchísimo jugando 90 minutos pero si pierde dejó de ser una diversión para ser un sufrimiento.
Diversión es cuando uno va si quiere y si puede.

¿Con qué técnico estuvo más contento?
Con todos los técnicos me llevé bárbaro y siempre aprendí o intenté aprender todo lo que pude. Si tengo que elegir a uno siempre es Gregorio Pérez. Es el técnico que más me dirigió en mi carrera y aparte es un amigo personal.

¿Y el mejor Peñarol?
Creo que fue el de 1993 si a ese plantel se le agrega al Lucho Romero y al Vasco Aguirregaray.

¿Qué le parecen las llegadas tarde y las suspensiones que derivan de eso?
En todo club de fútbol creo que la persona clave es el técnico. El técnico normalmente es el que marca las reglas y uno como jugador hace cosas con un técnico que con otro no las hace. Entonces el jugador tiene que adaptarse al jefe de grupo que tiene.
En ese sentido, para algunos puede ser un hecho muy grave que un jugador llegue 10 minutos tarde y para otros no tanto.

¿Quiere ser técnico?
Por lo general todo el mundo quiere.

Yo no
Lo que no sé si voy a tener capacidad para hacerlo. Me imagino que voy a probar.

¿A corto plazo?
El jugador de fútbol tiene que dejar un poco ese deporte y distanciarse para pasar a pensar como técnico.

¿Cómo vio la selección?
Con el deseo de que vaya al mundial.

Así lo ven la mayoría de los uruguayos y también la mayoría opina sobre el tema...
Nunca fui de manifestarme públicamente en este tipo de comentarios.

Es un diagnóstico, como hacemos todos...
No me siento con la capacidad como para opinar de ese tema.

Se dice que Uruguay tiene tres millones de técnicos y tres de médicos...
Ese dicho no lo comparto. Que todos hablen de fútbol es una cosa, que todos sepan de fútbol es otra.

¿Esto quiere decir que de Carrasco no vamos a hablar?
Por hacer algún comentario creo que Juan tiene el gran mérito de elegir jugadores técnicamente bien dotados como para jugar en la selección. Es algo a su favor. Por otro lado él mismo dijo que se basó mucho en lo ofensivo y no hizo mucho trabajo defensivamente.

Êl le echó la culpa a la prensa
Desde afuera mirando, creo que la prensa lo llevó a la selección y la prensa lo sacó. O sea creo que cuando fue técnico de la selección la prensa lo puso, entonces era previsible de que cuando no se dieran los resultados lo sacaran. Lo que considero es que la prensa sabe poco de ese asunto.

Pero tiene mucho poder
Muchísimo.

¿Usted lo sintió?
Cuando era jugador de fútbol la prensa en mi no influía porque tenía las armas para defenderme: a la cancha entraba yo. Como técnico vos podés trabajar perfectamente pero si el fin de semana no ganás, la prensa con sus comentarios predispone a la gente. Como por ahí no trabajás bien y ganás y la prensa predispone a la gente a favor tuyo. Ya a nivel de técnico pasa a ser a nivel de resultado porque la gente no sabe cómo trabajas. Si trabajás bien o mal no saben porque no van a las prácticas, no van a los entrenamientos. Ven el fin de semana y allí se analiza si el equipo ganó o perdió.

¿Le parece que la prensa está condicionada por Tenfield?
Lo que yo veo es que la gente que trabaja en los medios de Tenfield le busca todo lo bueno de Tenfield y los que no le buscan todo lo malo. Creo que Tenfield como todos los otros debe hacer cosas muy buenas y debe tener errores como todos nosotros.

¿Con el grupo Casal cómo se lleva?
Siempre me llevé bien. Acá hay una predisposición a Tenfield de antemano. Un jugador que empieza en Miramar seguro quiere llegar a Peñarol o Nacional. Casal te coloca en los mejores equipos del mundo y vos después que no podés llegar a lo mejor vas bajando. Pero te preparás para lo máximo. Lo que es seguro es que a los lugares que llega Casal ningún otro contratista llega.

Pero no llega para todos los jugadores
Es que no todos pueden jugar en el Inter de Milán.

¿Y con respecto a las últimas decisiones de la Mutual?
Fue una votación por mayoría, y me perece excelente que gane la mayoría. Es una decisión democrática donde los jugadores eligieron su propio destino.

Parecía un cambio de rumbo
Pero los caminos ya están hechos. Los elegidos ahora tienen que tratar con los mismos: con la Asociación Uruguaya de Fútbol y con Tenfield. Los caminos a seguir ya están.
Pueden tener ideas nuevas como todo ser humano, pero la Mutual tiene que negociar con la AUF y con Tenfield. No hay otra posibilidad.

¿Sigue yendo al fútbol?
Claro. Al estadio Centenario.

¿Qué tribuna?
Olímpica.

¿Disfruta más el fútbol ahora?
Más de que cuando sos jugador no. El máximo disfrute del fútbol es cuando te toca entrar a la cancha.

¿Ahora se divierte?
Sí. Me gusta ver a Peñarol salir a la cancha. Si gana quedo feliz y disfruto muchísimo porque sé que el jugador está contento. No me pongo triste por mí porque quiero a Peñarol más allá de los resultados, sino por los compañeros que sé que están sufriendo por una derrota.

¿Qué cambiaría del Peñarol de hoy?
(silencio)

¿No me lo va a decir?
Lo que pasa que tenés que estar en el lugar indicado y hacer las cosas. No vale decir si estuviera en tal lugar haría tal cosa . Esa es una hipótesis muy lejana a la realidad.

Bueno pero estuvo jugando allí y por lo general cuando uno deja un trabajo lo sigue mirando y lo evalúa...
Yo no tengo esa forma de ser. Mi forma es que el día que me toque hacer algo lo voy a hacer de la mejor manera.

¿Puede ver hoy los partidos con cierta objetividad, por ejemplo a Cerrito?
Solo no soy objetivo con Nacional. Quiero que gane Peñarol y para mí el bien de uno es el mal del otro. A la larga siempre termina siendo así. Por ejemplo, los 15 días que estuvo Nacional en la Copa Libertadores fueron malos momentos para Peñarol en lo local por lo bien que le iba a Nacional. Entonces lo que querés es que Nacional quede eliminado.

¿Vive igual los partidos de Uruguay que los de Peñarol?
No. Con Peñarol me emociono y sufro mucho más. Son sentimientos diferentes. Capaz que cuando gana es lo mismo. Pero sufro mucho más las derrotas de Peñarol.

¿Confía en la propuesta de Fossati? ¿Se llega?
Es el deseo. Yo soy siempre optimista y entonces pienso que a Uruguay le va a ir bien. Objetivamente creo que van a ir seguro Argentina y Brasil y después es muy parejo.

¿Cómo le va con el boliche?
Es una apuesta nueva en la vida.

¿Cómo se lleva con la gente que viene? ¿A veces molesta?
No. Es el precio porque es algo lindo que la gente te tenga cariño. Es fruto de haber jugado 11 años al fútbol

¿Y qué le pasa con los reproches?
Es el pensamiento de esa persona. Yo he hecho cosas que me imagino que están bien y otras que no. Hay que ver en su momento por qué uno toma esas decisiones. Me imagino que me he equivocado muchísimas más veces de lo que la gente me dice.

Es muy prudente para responder....
No soy de meterme donde no debo. Es una elección de vida.

¿Qué le hace feliz?
Todo. Hoy en día duermo feliz si mis hijas están bien.

¿Los logros le costaron esfuerzo?
Un esfuerzo no porque me tocó jugar al fútbol que era una de las cosas que más me gustaba.

No es rencoroso ¿entonces?
Para nada.

¿Y de llevarse mal con la gente?
Tampoco, respeto la posición de todo el mundo.
Nunca me gustó meterme en nada en que no fuera un problema mío. Mi problema como jugador de fútbol era ir a entrenar y prepararme para rendir el fin de semana. Sé que en Peñarol estuve involucrado en un montón de decisiones que no me afectaron para nada porque yo tenía clarísimo que no participaba de nada.

¿Siente que ese respeto vuelve?
Por supuesto. Siempre es así pero no sólo en el fútbol. Es un ida y vuelta.