Un agente de policía identificado como R. A. se quitó la vida en la tarde del lunes en las inmediaciones del Shopping Melancia, en la ciudad de Rivera.
El triste episodio se suma a otros dos ocurridos durante el domingo, y constituyen un nefasto récord: tres casos en menos de 48 horas.
Ayer, el dirigente del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom), Ricardo González, se refirió a estos hechos en diálogo con Montevideo Portal y los tildó como la “pandemia silenciosa”. En este sentido, adelantó que en los próximos días se reunirán para estudiar los dos últimos casos que sucedieron.
En las últimas horas, y poco antes de que se conociera el episodio de Rivera, el mismo sindicato difundió un comunicado en el que llamaba la atención sobre la realidad vivida por numerosos agentes, la falta de respuestas al respecto y ciertos mandatos culturales que también inciden.
“Nos enseñaron a ser fuertes, a que es debilidad pedir ayuda, no nos inculcaron empatía con nuestro compañero y lo que le pueda estar sucediendo. Hay signos de alarma, hay alertas muchas veces que nos deberían ayudar a reconocer cuando alguien nos necesita y así apoyar y acompañarlo”, reflexionan desde el Sifpom.
“Muchos intentan que perdamos la humanidad, que veamos al que se certifica como alguien que está de vivo, que lo estigmaticemos y hagamos sentir fuera del sistema si necesita ayuda profesional. Puede haber casos excepcionales como los hay en todas las profesiones, pero nunca será el camino que paguen justos por pecadores”, prosigue el texto.
“Muchos compañeros llaman angustiados y mucha de las causas tienen que ver con persecuciones laborales, acoso sexual y abusos sistemáticos que reciben en su labor. Muchas veces piden ayuda y solo reciben pases para psicólogos a dos meses. Otras veces prefieren transitar en silencio su estado para no tener perjuicios económicos que terminan afectando aún más su situación y su familia”, añade el envío.
“Hay compañeros que por salir del stip [Transitorio por Incapacidad Parcial] o por una junta médica que lo presiona a volver, volvieron y se quitaron la vida”, lamenta el sindicato.
“Estamos ante una emergencia que se necesita con urgencia responder. Pero parece que las respuestas hasta ahora solo tienen que ver con empeorar lo que ya hay, no es acortando el tiempo en el stip una solución, ni bajarles desde un 45 % lo que podrán cobrar enfermos, o dejarlos sin trabajo con patologías que adquirieron en este ministerio”, critica.
“Las certificaciones tienen causas detrás que hay que trabajar entre todos. Un funcionario que arriesga su vida por el otro merece respeto, apoyo, garantías y que resuelva un comité técnico si puede o no seguir trabajando, y no su jefe. No es justo dar ese peso a nadie”, advierte.
“No puede ser tan perjudicial como lo es hoy pedir ayuda profesional, afectando salario, dignidad y empeorando su bienestar. Necesitamos para todos una atención de calidad y humana, no como pasa muchas veces que son maltratados por quienes deberían contener”, denuncia el sindicato.
“Necesitamos un retiro digno y no que se sigan cortando derechos como lo son las propuestas que pidieron nuestras jerarquías en el proyecto de retiro. Y por último, pero no por eso menos importante, no dejemos vernos como números y no veamos así a nuestros compañeros, hagamos la diferencia, seamos el cambio. No es mala palabra pedir ayuda ni tampoco debilidad, así como no es malo tratar de ponerme en el lugar del otro y desde ahí poder ver mejor”, concluye el envío.
Proyecto integral de salud psíquica y prevención del suicidio en la policía
Este plan, que fue presentado por Sifpom ante el Ministerio del Interior, aborda la prevención, tratamiento, pérdida económica y aceleración de juntas médicas. En su elaboración también participaron el Sindicato Único de Policías del Uruguay y la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio del Interior.
El documento, que contó con el trabajo de técnicos, tanto psicólogos como médicos ocupacionales en salud laboral, contadores y economistas, detalla una serie de recomendaciones para realizar acciones sociales, políticas, estratégicas y jurídicas para combatir el suicidio.