En las últimas décadas, y por causas diversas, el centro de Montevideo ha venido sufriendo una notoria transformación, cambio cuya cara más visible es la desaparición de comercios históricos.

Buen ejemplo de ello es la antigua Mercería del Cordón, fundada en 1931 en 18 de Julio y Barrios y Amorín, y que acaba de atravesar su liquidación por cierre definitivo.

Esta situación no es nueva, y son múltiples las razones que se señalan. Algunos apuntan a la llegada y consolidación de los grandes centros comerciales que, a partir de los años 90, habrían absorbido buena parte de la actividad comercial. Fenómenos como la inseguridad callejera o el estacionamiento tarifado también habrían contribuido a una situación difícil a la que las ventas por internet podrían haber dado el tiro de gracia.

En ese cúmulo causal tampoco debe dejarse de lado el recambio generacional —o la falta de este— en negocios familiares, y el interés en la zona de otros actores, como los supermercados o las cadenas internacionales de café y comida rápida.

En esa lista de bajas del “18 de Julio de antes” se cuentan varios locales gastronómicos, como La Fiaca, The Manchester o La Pasiva de la esquina de Ejido. Ahora se le suma La Papoñita, restaurante que llevaba más de 60 años establecido en la esquina de 18 de Julio y Minas.

El lugar nació como una sucursal de la cadena Facal, de la que hoy solo pervive el local de 18 de Julio y Yi, y luego brilló con luz propia en un punto privilegiado de la capital, frente a la plaza de Bomberos y en diagonal con el edificio 19 de Junio del Banco República.

Conocido por sus pizzas, el restaurante contaba con una variada oferta gastronómica con destaque en las milanesas y las copas heladas.

En redes sociales, los responsables del comercio anunciaron el cierre y expresaron que el pasado domingo, Día del Padre, sería su último día de apertura.

“Queridos amigos y clientes: Con gratitud y emoción, queremos invitarlos al cierre final de nuestra querida empresa. Ha sido un viaje increíble, lleno de momentos inolvidables y deliciosos sabores compartidos. Ahora, es tiempo de despedirnos. Esperamos contar con su presencia para hacer de este cierre un momento memorable. Con cariño, La Papoñita. Tu esquina con historia”, rezaba el texto publicado.

Los comentarios de los internautas no se hicieron esperar, y la mayoría de ellos lamentaron el cierre del tradicional restaurante. En tono elegíaco llovieron las anécdotas y saludos: