La empresa de negocios rurales República Ganadera comunicó mediante una carta dirigida a sus inversores y acreedores que se presentará próximamente a concurso de acreedores debido a que está atravesando una situación financiera crítica.

El comunicado, que fue publicado en su página web, destaca que la medida fue tomada en virtud de “reestructurar las obligaciones y garantizar la continuidad operativa de la empresa, asegurando el cumplimiento de los compromisos” con sus inversionistas.

República Ganadera atribuye su adversa realidad a “los desafíos económicos que han afectado al sector ganadero en los últimos años”, así como a la sequía que afectó nuestro país durante 2022 y 2023 y “las consecuencias derivadas de la crisis de confianza en el mercado”.

“A pesar de estas circunstancias adversas, reafirmamos nuestro compromiso de honrar todas nuestras obligaciones, trabajando en soluciones sostenibles y estratégicas que beneficien a nuestros inversores, acreedores y demás partes interesadas”, detalla la resolución.

A su vez, la empresa aseguró que está en “conversaciones avanzadas con actores clave del sector ganadero” y que junto a ellos están diseñando “un plan de reorganización integral” para poder reforzar su “capacidad operativa y financiera”.

“Queremos reafirmarles que cada paso que estamos tomando tiene como propósito proteger sus intereses y preservar la confianza que han depositado en nosotros. En los próximos días, les estaremos brindando más detalles sobre el proceso de concurso y las medidas que se están adoptando en el marco de esta reorganización”, señala.

Por último, se resolvió habilitar una casilla de correo electrónico para que los acreedores e inversores puedan agendar una reunión o una llamada. “Agradecemos su apoyo y confianza en este momento clave. Estamos trabajando con dedicación para garantizar la sostenibilidad de la empresa y el cumplimiento de nuestras obligaciones a largo plazo”, concluye.

República Ganadera es la segunda empresa del sector en ingresar en concurso voluntario en los últimos meses. En octubre, Grupo Larrarte pidió voluntariamente la junta de acreedores debido a grandes dificultades para asumir sus responsabilidades económicas, sumado a las denuncias por abigeato, estafa, apropiación indebida y falsificación de documento que fueron radicadas por diversos inversionistas.