En la noche de este martes, tras 11 horas de discusión, la Cámara de Senadores aprobó en general el proyecto de ley de reforma de seguridad social que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento. Con 18 votos en 30 (sin los votos del Frente Amplio), el oficialismo dio por aprobada a nivel genérico y este miércoles se dará comienzo al voto artículo por artículo, que está previsto continúe hasta este jueves.
Una vez aprobada, el senador del Frente Amplio (FA) Óscar Andrade hizo uso de la justificación de su voto en contra y realizó breves consideraciones. En concreto, se enfocó en por qué la coalición de izquierda no presentó un proyecto alternativo para este proyecto del gobierno. Según dijo, tiene que ver con lo que pasó cuando el FA gobernaba y se presentaron los proyectos de reforma de la Caja Militar y Policial, Bancaria y Notarial.
“Nosotros votamos en contra de este proyecto siendo oposición, y lo hicimos sin presentar proyecto alternativo de la misma forma que cuando nos tocó presentar reforma de la Caja Militar, Bancaria y Policial. Lo hicimos sin que la oposición presentará proyecto alternativo”, aseguró.
Previo a la votación, quien cerró los discursos fue la senadora del Partido Nacional Graciela Bianchi, que habló de todo: la Caja Notarial, las críticas a los técnicos, dichos “coherentes” y también “disparates”.
“Sinceramente, yo no quise estar en la comisión; no obstante, estuve vinculada al sistema de la Caja Notarial, no solamente por ser escribana, sino porque casi fui 3 años presidenta de la caja. Efectivamente uno tiene que aprender que son cosas muy complejas, sumamente complejas, y me hace acordar a Pérez Reverte: la población occidental está enfrentando muchas crisis, sobre todo por la rebelión contra los expertos”, comenzó diciendo.
“No se puede decir cualquier cosa, y lo digo con todo respeto. Yo he escuchado cosas coherentes, de oposición, y he escuchado disparates que no resisten sentido común. Es un tema sumamente complejo, que no alcanza con ser abogado, con ser contador, es un equipo que ha estudiado toda su vida este tema. Y uno, cuando ha tenido las responsabilidades que ha tenido, se ha ocupado de estudiar porque eso es básico”, señaló.
“Me dicen: la libertad. ¿Saben una cosa? A los 69 años, con tres cajas y lo que voy a cobrar, sinceramente, ojalá hubiera podido tener un ahorro totalmente privado. Sin embargo, lo que uno hace es pensar en el otro, pero también cuando pasa raya se da cuenta que lo único que hizo es solidaridad. Bueno, está bien, lo hacemos, pero no igualando para abajo, sino que tratando de que la gente se esfuerce, trabaje”, añadió.
En este sentido, sostuvo que lo que “realmente” le preocupa es que “todo esté siempre mal” y el futuro de la Caja Notarial, que actualmente, según dijo, tiene buenas inversiones y es la única caja paraestatal que tiene sus rentas generales propias y no se ha tocado un solo peso del capital.
“Así que, de disciplina para manejar sistema de seguridad social, a los escribanos no nos van a enseñar. Sin embargo, uno tiene que pensar, y así lo entiendo como escribana, que tiene que existir un régimen de solidaridad. Y ahora vamos a tener un sistema, ¿cómo que no es integral? Ahora vamos a estar todos bajo las mismas condiciones, hasta los que realmente no nos lo merecemos”, indicó.
Señaló que pensó y discutió mucho, además de que no estaba dispuesta a votar, si la Caja Notarial entraba al sistema en igualdad de condiciones que las demás. Por eso, pidió entender la solidaridad no como el igualitarismo, porque ese fenómenos es “propio de los populismos”, que “es lo que está llevando a la ruina de la mayor parte de los países”, sobre todo de América Latina, dijo.
“No es pensar que la riqueza, el trabajo, la producción hay que castigarla. Al revés, necesitamos capital para salir adelante, para dejar de ser dependiente, y no voy a hablar de algunos modelos que conocemos, que algunos existen hace mucho tiempo y ahora lamentablemente se están incorporando. Solidaridad, sí, pero racional, en forma proporcional a lo que cada uno de nosotros se esforzó para trabajar y estudiar. Estamos en el Uruguay, yo ni siquiera estoy de acuerdo con que las mujeres tenemos menos posibilidades, yo crie hijos y cuidé a mis padres, eso depende del esfuerzo y de la capacidad de trabajo que uno tenga. Y basta de la política del pobrecito, de los vulnerados y vulnerables. Que nos tenemos que ocupar, por supuesto, pero no hemos llegado a tener tantos vulnerados porque no estimulamos desde hace unos cuantos años”, opinó.
Para Bianchi, no se están estimulando los méritos y pidió reconocer a quien estudió, trabajó y se esforzó más. Asimismo, reconoció que ese es un elemento en el que discrepan con la oposición, pero no consideró que sea ideológico, sino que es un enfrentamiento que llegó a tal punto que están “los buenos de un lado y los malos del otro”.
“Nosotros terminamos queriendo que nadie cobre la jubilación, de bajar las jubilaciones, pero ¿alguien puede pensar que seres humanos, como somos todos, queramos jorobar a la gente? Pero apliquen un poco el sentido común y, por favor, no descalifiquen en forma permanente y sistemática. Acá todos estuvimos en el gobierno y todos mostramos las agallas en el gobierno. No hay nadie que pueda decir ‘yo no tuve responsabilidad’”, planteó.
“A mí lo que me preocupa es una cosa. Me preocupan las cosas que se están diciendo que no son ciertas y se le dice a la gente, que lo único que sabe es agarrar un tamboril y golpear el tamboril. ¿Tengo un problema con los tamboriles? No, quiero que a esa gente se la haga pensar y se le dé un poco de esperanza porque los que nos gritaban hoy no conocen el proyecto real”, criticó.
Apuntó que si aquellos que gritaron en las barras conocieran el proyecto, “abrirían su conciencia social” y tratarían de entender porque a todos los que no son especialistas les cuesta. Pero cuestionó que si se arrancan a decir “disparates” como los que se han escuchado “la gente obviamente va a ser absolutamente negativa”.
“No se puede sacar un país así adelante. Nosotros, los buenos, hicimos todo bien, queremos a los pobres y pobrecitos, y dale que va. Y los demás, que nos adjudican que trabajamos para los empresarios. Avísenme porque yo ya no tengo más días para laburar, más horas para trabajar. Encima, lo que aporto en este cargo, que es bastante, lo pierdo todo porque yo ya estoy jubilada con el tope como directora del liceo. ¿qué otra solidaridad me está hablando? Me están tomando el pelo? Entonces, estoy estimulando que la gente diga para qué voy a trabajar, para qué voy a estudiar, si igual es lo mismo. Eso es lo que está pasando, y no es comentario de barrio, estudio científico de la Unesco sobre economía de la educación”, expresó.
Finalmente, Bianchi reivindicó a Rodolfo Saldain, que dirigió a la Comisión de Expertos de Seguridad Social que elaboró la reforma, y afirmó que son una “vergüenza” las cosas que se dijeron en el Senado sobre él, que consideró como una persona “valiosísima, de enorme humildad y paciencia”.
“Hablar de él como si fuera el tío o abuelo de la reforma, pero ¿qué estamos hablando? Yo puedo tener una opinión diferente, pero a los técnicos los escucho 10 veces más porque por algo son técnicos. Respetemos al Dr. Saldain y si alguien tiene una discrepancia, como a mí me pasó con la Caja Notarial, me siento con Saldain y el que sabe más me convencerá y el que sabe menos no me puede convencer”, indicó.
“Transmitan confianza a la gente. El país sale adelante con confianza y no desestabilizando lo que es el núcleo de un país, que es la confianza. No importa que no ocupe los cargos en el momento, porque además lo eligió la ciudadanía. Vamos a explicarle la verdad del proyecto, terminemos con los eslóganes y no les falten el respeto a los técnicos”, concluyó.