Dos operadores de la cárcel de Durazno fueron condenados por comercializar artículos a personas privadas de libertad. De acuerdo a la información de la Policía, entraban teléfonos y cargadores, que se los vendían a los presos. 

Las autoridades lograron determinar que los dos trabajadores del centro carcelario, de 35 y 33 años, ingresaban los artículos. Estas maniobras, indicaron en un comunicado, se daban desde el año 2020. 

Los operadores fueron condenados a una condena de 12 meses de prisión, que se cumplirán bajo régimen de libertad a prueba, según informó el Ministerio del Interior.