De acuerdo con la última encuesta de intención de voto publicada por la consultora Opción este lunes, a tres meses de las elecciones nacionales, el Frente Amplio (FA) lidera la con un 42% frente al 39% de los cuatro partidos de coalición (CR) sumados, es decir, que el partido de izquierda se ubica tres puntos porcentuales por encima de los partidos de gobierno.
Sin embargo, Opción presenta otro escenario en el que los indecisos (que en el primer planteo representan un 16%) son repreguntados acerca de sus preferencias. Allí, se observa cómo la intención de voto muestra un empate cerrado: 44% votaría al Frente Amplio y 44% a algún partido de coalición.
“La primera edición del Monitor de Opinión Pública a posteriori de las elecciones internas revela cambios y continuidades relevantes frente a las mediciones previas”, se lee en el análisis, y continúa revelando que dentro de las continuidades “el escenario sigue mostrando un claro liderazgo del Frente Amplio, que se encamina a ser el partido político más votado del país por sexta edición consecutiva”.
En la perspectiva histórica, Opción pone de manifiesto que en el primer escenario (FA 42%; CR 39%) estos números ponen al FA tres puntos por encima de su votación en 2019, 15 puntos por encima de su intención de voto a julio de 2019 y cinco puntos por encima de julio de 2014.
“Otra continuidad relevante es la alta competitividad de la disputa por la mayoría parlamentaria entre el FA y los partidos de la coalición”, apunta Opción. Esto lo ilustra con el dato de que el 39% de CR “se asemeja a las tendencias relevadas desde el segundo trimestre de 2021 en adelante”.
El segundo escenario (44 a 44%), dice Opción, “se parece notoriamente más al de 2014 que al de 2019, donde ya se vislumbraba que la CR conseguiría una clara ventaja en ambas Cámaras”.
En este punto se detiene en analizar que para el FA sería más fácil alcanzar la mayoría parlamentaria que al Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto y Partido Independiente juntos. Esto porque “el sistema de asignación de bancas utilizado en el país favorece a los partidos con mayor votación”.
La publicación también destaca cambios frente a mediciones anteriores. Allí plantea que “la gran variación en el primer escenario post internas es la caída de ocho puntos en la intención de voto al PN y el crecimiento de seis puntos en la intención de voto al PC”.
“Esta tendencia afianza la hipótesis de una frontera altamente porosa entre los partidos fundacionales. Aunque pueden ser varias las interpretaciones para dar cuenta de este trasiego de preferencias, es claro que julio ha sido un mes desafiante para el PN, tras la polémica en torno a la nominación de Valeria Ripoll como candidata a la vicepresidencia y el procesamiento del intendente artiguense Pablo Caram y la diputada Valentina dos Santos”, expresa el análisis.
Además, rememora que en 2019, con el ascenso de Ernesto Talvi en el Partido Colorado sucedía un fenómeno similar: de junio a julio de ese año el PC subió de 13 a 19% en intención de voto y el PN bajó de 30 a 23%.
“La pregunta que se instala ahora es si este es un cambio que llega o no para quedarse (en 2019, como ya sabemos, este fue un fenómeno transitorio)”, reza la encuesta.
Cuando se va a un escenario de eventual balotaje, el candidato frenteamplista, Yamandú Orsi (50%), tiene una ventaja de 12 puntos frente a Álvaro Delgado del PN (38%).
“Nuevamente surge un claro contraste con 2019 donde, a esta altura del ciclo, el actual presidente Luis Lacalle Pou gozaba de una ventaja de 11 puntos ante el entonces candidato presidencial del FA Daniel Martínez”, dice Opción.
Un dato llamativo es que Orsi suma en un escenario de balotaje a uno de cada cuatro votantes de los socios del Partido Nacional en la coalición (cuatro puntos del electorado total) y a alrededor de un tercio de los electores no alineados o indecisos de octubre (otros seis puntos del electorado).
“De casa a un eventual balotaje entre Orsi y Delgado será clave observar la evaluación de las preferencia de estos dos segmentos de votantes (electores de socios de la CR y electores no alineados), dado que estos serían la mayoría de los electores en disputa”, culmina.