El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y la integrante de la Coordinadora Popular y Solidaria Cecilia Sarasola brindaron declaraciones este lunes que, si bien no son contrarias, difieren con respecto a la necesidad de alimentos que tiene la población.
Por un lado, Sarasola aseguró que la demanda de platos es “altísima” y que cada fin de mes se “multiplica por dos”. Por el otro, el secretario de Estado aseguró que “no hay ninguna duda” de que la demanda “bajó” y que la cartera se tiene que “concentrar” en la accesibilidad de alimentos y no en la olla popular, porque “no es un fin en sí mismo”.
Lema compartió este martes por Twitter nuevos datos comparando el primer semestre de 2022 y de 2021, que pretenden reforzar sus dichos del lunes. Informó que hay 8.500 usuarios menos por día en el Sistema Nacional de Comedores y que el Ejército cocina 198.000 platos menos, servicio que funciona a demanda de los gobiernos departamentales. Finalmente, en esa comparación, sostuvo que, aunque bajó el número de ollas, se mantienen los 74.000 kilos de alimento diario.
A principios de agosto, la ONG Solidaridad Uy realizó un informe del período 2021-2022 sobre este tema dado que hasta la fecha “no hay información estatal”. El trabajo destaca que se busca “facilitar a la sociedad el análisis de la situación actual” a través de los datos acumulados con los que se cuenta.
En el documento se señala que la mayor densidad de iniciativas se encuentra en la zona periférica de la capital, en particular los municipios A, D, F y G, que corresponden a las zonas de la ciudad donde hay más pobreza. “Al analizar las iniciativas activas en el período marzo 2021-marzo 2022, no se encuentran mayores variaciones”, dice, y agrega que el momento “más crítico” fue entre junio y agosto de 2021, con una disminución en enero 2022, que se volvió a revertir debido a la baja de actividad por la característica de la fecha.
A su vez, tanto la evolución de la cantidad de porciones servidas entre marzo de 2021 y marzo de 2022, como la cantidad de ofertas o iniciativas, dice el informe, se mantiene en términos similares.
Fuentes del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) señalaron que dicho informe, en sus páginas 10, 11 y 12, ratifica sus datos. Allí se señala que entre marzo de 2021 y de 2022 “existe una disminución en porciones de 7% para ollas y un aumento de un 1% para merenderos”.
“En total, las porciones disminuyen solo un 4%, pasando de 1.297.400 en marzo de 2021 a 1.246.600 en marzo de 2022. En cambio, si se comparan las porciones totales servidas entre el mes más crítico (julio 2021) y marzo del presente año, se observa una caída de 12%”, indica el informe.
El relevamiento de la ONG apunta que los merenderos pasaron de 47 a 43 en el periodo analizado, pero que las porciones aumentaron de 509.900 a 516.400. “Esto refleja que, pese a la disminución (o relativa estabilidad) de la cantidad de merenderos en funcionamiento, cada vez más niños se alimentan en los mismos”, añade.
Destacan también que las ollas y merenderos en su conjunto sirven 45.100 porciones por día, equivalentes a la población de la ciudad de Mercedes, Soriano (según los datos del INE del 2011). Por otro lado, solo las ollas sirven semanalmente 168.250 porciones, lo cual equivale a 2,8 estadios Centenario.
En las conclusiones, Solidaridad Uy señala que los números de porciones “mantienen magnitudes preocupantes” y que se demostró que la alimentación de muchas personas recae sobre pocas, y que la mayoría pertenecen a sectores históricamente sumergidos de la sociedad. Entienden que, por ese motivo, “es necesario enfatizar” que las ollas “no pueden ni deben convertirse en una política pública”.
Las citadas fuentes del Mides reconocieron que la cartera “no avala” todos los números anteriormente mencionados, pero toman algunos como un insumo que colabora con su versión del asunto.
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