El subsecretario de Transporte, Juan José Olaizola, afirmó que si se confirma que el conductor titular del ómnibus que se accidentó en ruta 9 presentó denuncias sobre el estado de la unidad y el área de  mantenimiento de Copsa no hizo nada, “puede caer responsabilidad sobre la empresa”.

Si el chofer hizo avisos de que la unidad no estaba en condiciones y la empresa no lo retiró, puede surgir una responsabilidad de la empresa. Eso está a determinar”, dijo Olaizola en diálogos con Desayunos informales de canal 12.

El subsecretario afirmó que en el ministerio no hay registro de denuncias formales sobre la unidad que se accidentó en ruta 9 el pasado 12 de enero, siniestro de tránsito en el que falleció una adolescente de 15 años. “En el ministerio no tenemos ninguna denuncia de esta unidad. Una cosa es un video en redes y otra cosa es una denuncia”, agregó.

Olaizola afirmó que la unidad siniestrada “tenía la habilitación al día”. “Por eso la Fiscalía está viendo cuáles pueden ser las causas del accidente”, indicó.

“Si lo que pasó depende en algo del ministerio, se tomarán las medidas necesarias. No es habitual un accidente de este tipo. No sabemos todavía cuáles son las causas del siniestro. Estamos colaborando en todo lo que necesita la investigación”, manifestó el jerarca.

El pedido de Fiscalía a Copsa

La fiscal Jessica Pereira, que investiga este caso, pidió a la empresa de transporte el registro de cuántas veces la unidad ingresó a mantenimiento.

La funcionaria también recogió los argumentos expresados por la defensa del chofer, que antes del siniestro dio aviso al área de mantenimiento que el vehículo no estaba funcionando en las debidas condiciones.

Desde la Fiscalía aseguraron a Montevideo Portal que la unidad que protagonizó el accidente sí ingresó al taller un par de veces, pero “no decenas como dice el abogado del conductor”.

Las tres hipótesis

La investigación de la fiscal apunta a tres hipótesis sobre que fue lo que pasó el día del accidente.

La primera es que se trató de una falla técnica que no podía corregirse a la hora de conducir, por lo que en ese caso la empresa sería la responsable. La segunda, que existió un desperfecto mecánico, pero también un error del conductor. La última hipótesis manejada por la Fiscalía se sustenta en algunas versiones acerca de que el chofer iba utilizando el celular cuando se dio el accidente. El tercer y último escenario se centra en que la culpa la tuvo el conductor.

Pereira tiene elementos, sobre todo, para la primera y segunda hipótesis, aunque lo vital para la investigación serán las pruebas forenses al vehículo.